Tos, congestión y estornudos son muy habituales en alergias estacionales

Tos, congestión y estornudos son muy habituales en alergias estacionalesGTRES

Alergia

España estornuda: ¿a qué se debe esta explosión de las alergias primaverales?

2022 está siendo, entre otras muchas cosas, un año difícil para los alérgicos. Los primeros meses de este año fueron secos. La ausencia de precipitaciones vació los embalses y adelantó la primavera. La explosión de gramíneas no se hizo esperar. Eso explica que ahora, en pleno mes de mayo, estemos en una especie de temporada alta de estas afecciones.
Son días donde las alergias primaverales han vivido un boom, en parte debido a las altas temperaturas, más propias del verano, y la falta de agua. El viento ha contribuido en algunas zonas a mover el polen, cultivo perfecto para este tipo de dolencia.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología ha previsto que lo peor dure hasta finales del mes de mayo. En España, las enfermedades alérgicas podrían afectar a más de ocho millones de personas, una cifra que va en aumento. Por zonas, Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía aparecen como las más afectadas.

SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE LA ALERGIA AL POLEN

  • Estornudos frecuentes
  • Picor en ojos, nariz y garganta
  • Congestión nasal y mucosidad
  • Lagrimeo
  • Conjuntivitis

A mayor temperatura, más polen

Es un hecho que en las últimas décadas se está notificando un aumento de la rinitis, las alergias y el asma. Las temporadas del polen duran más, y así sus niveles, por lo que se podría establecer una relación entre este hecho y el aumento de la temperatura de la tierra.
Aún es pronto para concluir definitivamente el impacto del cambio climático, pero sí está demostrado que el indisimulado aumento del mercurio provoca mayor concentración de polen y más agresividad.
El tiempo cálido y seco, que vivimos estos días, la ausencia de precipitaciones y la presencia del viento, reafirman esta situación particularmente complicada para los enfermos.

Hacer frente a la alergia

La alergia puede ser muy molesta e incluso grave si no seguimos una serie de recomendaciones.

​Sobre todo en los casos más sensibles, y allá donde se concentren unos altos niveles de polen, conviene hacer caso a estos consejos:

​Debemos evitar estar al aire libre o en aquellas zonas de mayor densidad de vegetación, incluidos bosques, parques y jardines, a las horas de mayor volumen de polen, que son por la mañana y al mediodía.

Además, aunque sea una práctica higiénica, hay que prestar atención a la ventilación de nuestra casa y en especial a las habitaciones, allí donde dormimos. Las ventanas, en caso de abrirlas, mejor solo por la noche.

Tampoco es bueno tender la ropa al aire libre si vivimos en una zona con mucho polen, pues quedará adherido a la ropa que hemos expuesto.

Si hay que salir fuera, las gafas de sol son vitales, para proteger nuestros ojos del lagrimeo y las conjuntivitis.

Cuando los síntomas sean molestos, es bueno realizar lavados nasales, que reducen la cantidad de alérgeno que entra en contacto con la mucosa nasal. Y por último, la mascarilla es un gran elemento de protección. Ahora que son de fácil acceso tras la pandemia, no hay excusa para no llevarla si sufrimos los efectos de la alergia.
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