Molienda y batido en la «Almazara Tradicional», en Gata (Cáceres)
Sospechas de cártel en el olivar por el precio del aceite de oliva: «Es una bajada artificial»
Los productores advierten de la posibilidad de un repunte en los próximos meses, justo lo contrario que apuntan las envasadoras
La discusión en torno al precio del aceite de oliva es una de las más recurrentes de los últimos tiempos en el panorama agroalimentario.
La fuerte sequía y la baja producción llegó a colocar el oro líquido a 9 euros el litro en origen, valores nunca vistos, con su consiguiente repercusión en el consumidor. La mejoría experimentada en la cosecha de 2024 ha rebajado considerablemente esta factura, que ahora sitúa los precios del aceite de oliva para los productores por debajo de la mitad.
La tendencia que impera en el mercado es de relajación de los precios; sin embargo, desde Jaén, cuna del olivar en España, se denuncia una caída distorsionada impulsada por la industria. Juan Luis Ávila, secretario general de COAG Jaén y responsable de Olivar de COAG Andalucía, señala en conversación con El Debate que los precios en origen no pueden ser más bajos que en la actualidad: «Los costes de producción en muchos tipos de olivar, como el tradicional de montaña, están por encima de lo que se está pagando».
Ávila argumenta que gigantes envasadoras como Deoleo, que ha sugerido que el precio del aceite de oliva en los supermercados será de 3 o 4 euros, provocan «una bajada artificial en el mercado» al lanzar vaticinios que no concuerdan con la realidad que domina en el campo. «Vemos que la cosecha que viene tampoco va a ser muy larga y que estamos teniendo unas salidas tremendas, pero estas compañías dicen que van a bajar más los precios. Nos hacen sospechar que algo sucede», advierte Ávila, que pone en duda el cumplimiento de la ley de la oferta y la demanda.
Los últimos datos facilitados y confirmados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), muestran que las salidas de aceite al mercado en enero (180.472,74 toneladas) han sido excepcionales, duplicando las del mes anterior. «De continuar así el enlace de cosecha en septiembre de 2025, sería muy parecido al de 2024, prácticamente nulo», aseveran en COAG.
La tesis que reina entre los productores es que las envasadoras pactan un precio para así presionar al primer eslabón de la cadena. «El problema es que no tenemos pruebas, sino lo habríamos denunciado, pero lo que sí vemos es que se producen un descenso del precio que no se corresponden con la realidad de mercado», explica el responsable de Olivar de COAG Andalucía, que exige responsabilidades a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
La ausencia de pruebas frena el ímpetu de los aceiteros de desatar una guerra directa contra las empresas envasadoras, «que cada vez son menos y con más fuerza», aunque en los próximos días presentarán un escrito formal a la CNMC.
El experto de COAG sostiene que hay un doble factor que evidencia las supuestas prácticas propias de un cártel en la industria envasadora: «Por un lado, tenemos una salida importante, muy superior a la del año pasado. Y por otro, el enlace que nosotros tenemos, es decir, la disponibilidad de aceite a fecha de hoy, tampoco es tan grande porque veníamos de unas existencias muy bajas. Cuando sumas los dos factores te das cuenta de que de realmente no tiene ningún sentido que se produzca esta bajada de precio tan grande», advierte Ávila.
Los 9 euros por litro de aceite de oliva virgen extra en origen de diciembre quedan lejos. «Una cosa es bajar a los 6 o 7 euros por litro, pero propuestas de 3,5 euros el lampante y a escasos 4 euros el virgen extra nos genera mucha desconfianza», comenta Ávila, que sugiere que en los próximos meses se puede producir un repunte en los precios del aceite de oliva «en caso de que se mantengan salidas tan importantes como las que estamos teniendo y con un escenario de falta de pluviometría que no termina de acabar con la sequía».
Los productores destacan la importancia del aceite de oliva para el país por encima de su altísimo valor agrícola: «Hay que reivindicar que no estamos ante un sector más. Somos la base de la dieta mediterránea y un alimento que influye mucho en el sistema sanitario y en sus costes. Se producen vaivenes en los precios que perjudican a dos elementos de la cadena: los productores y los consumidores. Las cuestiones del aceite de oliva hay que afrontarlas con mayor seriedad desde el Gobierno, tanto este como todos los anteriores», concluye Ávila.