
Dehesa extremeña
Fiebre por las fincas rústicas: un algoritmo predice que las compraventas seguirán creciendo hasta 2030
Un informe apunta a una serie de oportunidades que ha convertido al sector agrario en protagonista estos últimos años
El terreno agrícola asoma como una de las inversiones de mayor interés en los últimos tiempos. Las perspectivas favorables de los precios de la tierra y de sus productos, así como la tendencia de diversificar la cartera, convierten al campo en un activo refugio que seduce a fortunas de todo tipo.
Según el informe sobre la estructura del suelo rústico en España publicado recientemente por Cocampo, las compraventas de fincas rústicas en España aumentó un 4,3 % con respecto al año anterior y crecieron un 10,5% desde 2019.
La investigación apunta a una serie de oportunidades que ha convertido al sector agrario en protagonista estos años, como el desarrollo de energías renovables. Detrás de estas compras estarían importantes compañías y fondos de capital riesgo cuyo principal requisito es tener cubierto el recurso hídrico para poder poner en funcionamiento explotaciones de regadío intensivo y con altos índices de producción.
Las explotaciones mayores de 100 hectáreas han aumentado casi un 9 % desde 2009 y, pese a representar solo el 6,09 % del total, controlan el 58 % de la superficie agraria útil. Según datos del Ministerio de Agricultura, un 6,6 % de sociedades jurídicas acaparan el 42 % del valor de la producción que se genera en el campo español.
«El 6,6% de las grandes explotaciones absorbe el 42% de la renta agraria, dejando a los pequeños y medianos agricultores con menos beneficios. Este modelo de concentración, aunque eficiente para las grandes empresas, no favorece a las explotaciones más pequeñas, que luchan por mantenerse competitivas», sentencia el informe.
Los cultivos de almendras, olivos, frutos secos, o maíz han sido destinatario de este dinero procedente de operadores ajenos al campo.
La herencia es la principal razón por la que se transmiten fincas rústicas en el país, aunque el análisis de las compraventas revela una evolución notable en el mercado.
El estudio de Cocampo, que recoge todos los datos existentes (desde 2007), compara establece que, mientras entre 2010 y 2014 se registraron 542.490 compraventas, en la primera mitad de la década de 2020 se alcanzaron 746.763 operaciones, lo que implica un crecimiento real del 38 %. «Proyectando esta tendencia para la totalidad de la década 2020–2029, se espera un acumulado de aproximadamente 1,76 millones de transacciones, en comparación con los 1,21 millones observados en la década anterior, lo que representa un incremento del 45 %», señala el documento.
La predicción de Cocampo, que destaca el dinamismo actual del sector, se basa en un modelo que vincula el efecto de las herencias –capturado a través de múltiples retardos– con variables macroeconómicas como el PIB y el IPC.
Castilla y León (25.279 adquisiciones), Andalucía (22.713), la Comunidad Valenciana (20.146) y Castilla-La Mancha (18.893) concentraron un 55,8 % de las compraventas realizadas en España en 2024.
Sólo en cuatro comunidades se adquirieron menos fincas rústicas que en 2023: La Rioja (-11,2 %), Castilla-La Mancha (-3,5 %), la Comunidad de Madrid (-3,4 %) y País Vasco (-2,6 %). Los mayores crecimientos se dieron en Cantabria (26,2 %), la Comunidad Foral de Navarra (17,8 %), Extremadura (11,4%) y la Región de Murcia (11,0 %).