Las explicaciones de la Comisión Europea para aplicar la sentencia del Tribunal de Justicia sobre la inclusión ilegal de los territorios del Sáhara Occidental en el Acuerdo UE-Marruecos no convencen a los agricultores españoles. Andrés Góngora, responsable estatal de frutas y hortalizas de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), ha sido el portavoz del campo nacional en esta ronda de contactos de la que «esperaba poco» y que le deja «sensación de oscurantismo», según explica en conversación con El Debate. «Hay poca transparencia. Nos dicen que están hablando con Marruecos para cambiar el acuerdo y que no se incumpla la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que obliga a que los productos cultivados en el Sáhara Occidental sean etiquetados como saharauis y no marroquíes. No profundizan, se limitan a decir que no pueden contarnos más y que tienen esperanzas en que así sea, pero nos suena a palabrería», lamenta Góngora. El representante de COAG ha aprovechado su visita a Bruselas para reunirse con representantes de la Comisión Europea, Parlamento y Representación permanente de España ante la UE. Por un lado, la Comisión ha instado a Góngora de que informa en todo momento de sus avances con Marruecos tanto al Parlamento como a la Representación permanente; por otro, las partes afirman que no han recibido ningún tipo de novedad al respecto. Una de las teorías que gana peso entre los agricultores después de los contactos con la Comisión en Bruselas es que la UE busca modificar el acuerdo con Marruecos para que el vecino del sur continúe operando en los mismos términos y sin verse perjudicado. «La sensación es que lo que quieren hacer es legitimar una trampa. Es decir, como las empresas marroquíes tienen sedes en el Sáhara Occidental, donde cultivan, y en Agadir (Marruecos), donde preparan la comercialización, tememos que el plan sean que en ese trámite desaparezca el origen saharaui. Eso es un fraude», asevera el dirigente de la organización profesional agrícola. La idea de que la UE trabaja para modificar el acuerdo comercial con Marruecos para dotar al país africano de una herramienta que les permita esquivar el etiquetado del Sáhara Occidental planea sobre los productores europeos. «No lo dicen así directamente, pero es la percepción que nos da. Hemos insistido en que vamos a estar ahí, haga lo que haga la UE va a trascender y no dejaremos que confeccionen apaños a escondidas», advierte Góngora. Los agricultores españoles señalan que la Comisión se enfrenta a una decisión de extrema complejidad: «No tienen una solución fácil porque lo que están haciendo viene derivado de una sentencia, con lo cual, si hacen un arreglo chapuza para satisfacer a Marruecos, iremos automáticamente a los tribunales otra vez. Jurídicamente, están entre la espada y la pared. La UE se escuda en que es un tema complicado y con implicaciones diplomáticas, pero eso no es nuestro problema». En la búsqueda de una salida para que el acuerdo Marruecos-UE no sufra las consecuencias de la sentencia que declara ilegal la inclusión de los territorios del Sáhara Occidental en ese tratado, el representante de COAG apunta a un recurso que, según sus contactos con la Comisión, barajaría Bruselas. Se trata de la utilización de la población saharaui, ya que la sentencia en cuestión mencionaba que a los ciudadanos del Sáhara Occidental no se les consultó sobre su parecer en el momento de la firma de la alianza. «Puede que la UE utilice esa vía para que decir que los saharauis se benefician del pacto del bloque europeo con Marruecos, aunque con todo el tiempo que han reclamado su tierra, no creo que con un acuerdo agrícola piensen que está todo resuelto», concluye Góngora.