Entrevista a Natalia Corbalán en El Debate
Entrevista
Natalia Corbalán, portavoz de SOS Rural: «Nuestros políticos están matando al campo»
El movimiento ha conseguido 120.000 firmas para frenar el arrancamiento de olivos centenarios instalar placas solares en la Campiña Norte de Jaén
SOS Rural, que se define como «un movimiento nacional cuyo objetivo es poner en valor la actividad productiva y social del medio rural», nació del hartazgo por la desconexión entre la realidad de legisladores y la del campo.
La agrupación huye de la politización de su causa y apela al poder de la calle para ensalzar la necesidad de las prácticas y costumbres de agricultores y ganaderos. Desde su nacimiento en 2023, cuando llenaron de tractores el eje Cibeles-Recoletos, hasta la actualidad, en la que lideran una de las peleas más populares de los últimos tiempos del panorama agroalimentario español, SOS Rural insiste en su poder de conseguir hitos desde un perfil en el que uno de sus principales valores es la independencia.
Los agrarios aparecen como la única autoridad a la que SOS Rural rinde cuentas, tal y como destaca con el convencimiento que la caracteriza y que desprende su portavoz nacional, Natalia Corbalán.
–¿Cómo surge SOS Rural?
–Surge de un grito de auxilio que está pidiendo el campo, ese mundo rural que vemos que se muere, pero no de manera natural, sino porque nuestros políticos lo están matando. Las leyes asfixian la viabilidad y competitividad de las actividades agrarias. A partir del 2024, en el que vimos que los tractores empezaron el año en la calle el año y lo terminaron en la calle, ese grito de auxilio, no solo en España, en toda Europa, decidimos ponernos en marcha para hacer un movimiento intelectual que canalizara el hartazgo del campo y que pudiera llevar sus reivindicaciones al plano político, a las mesas de toma de decisión, tanto en Bruselas como a nivel nacional como en los parlamentos autonómicos, que también hay mucha tela que cortar ahí.
–SOS Rural se define como un movimiento social. ¿Qué ventajas les da este perfil?
–Somos un movimiento social libre porque somos autofinanciados y apartidistas; es decir, somos un movimiento muy transversal y ser sociedad civil nos permite influir en todos los partidos políticos. Al final, si eres un partido político eres un contrincante del resto, pero si eres sociedad civil puedes llevar tus reivindicaciones a todos los grupos parlamentarios y a todo el que tiene poder de decisión para influir y para informarles de que la actividad que defiendes. Eso es lo que hacemos. Creemos que en estos momentos la sociedad civil tiene un valor fundamental en España, ya no solo en la agricultura, sino en todos los ámbitos que vemos que están siendo atacados.
No percibimos un solo euro de ningún partido ni de ninguna institución. Ahí reside nuestra libertadPortavoz de SOS Rural
–¿De dónde viene esa autofinanciación?
–Nuestro dinero viene de los agricultores. Este proyecto lo pagan fundamentalmente los agricultores y las aportaciones de simpatizantes. Somos un movimiento social eminentemente digital. Tenemos muchísima presencia con campañas digitales también de fundraising (captación de fondos), que lo que pretende es que apoyen lo que nosotros defendemos. Con ese dinero de los ciudadanos que están de acuerdo acometemos acciones legales, de reivindicación, o sociales. No percibimos un solo euro de ningún partido ni de ninguna institución. Ahí reside nuestra libertad. Otros grupos a lo mejor no pueden ser tan libres, porque lógicamente, si comen de un sitio o de otro, tienen una libertad muy limitada.
–¿Esto es innegociable? ¿Va a ser así siempre?
–Desde luego. La esencia y la misión de SOS Rural va a responder siempre a esta independencia, a mantenernos libres de servidumbres y de ataduras porque así nacimos. Estamos convencidos de que nuestro partido político son los agricultores, los ganaderos y el mundo rural. Lo vamos a defender a capa y espada y desde luego, mientras yo esté aquí, esto será así.
–Una de las grandes batallas de SOS Rural es la lucha contra el arrancamiento de olivos para instalar placas solares. ¿Hay esperanza en vencer o está todo perdido?
–Nunca damos nada por perdido. El agricultor casi es la persona más resiliente que pueda haber en la tierra. Se adapta a todas las vicisitudes climáticas y le puedo garantizar que en esto va a estar firme y que la sociedad le está apoyando porque llevamos ya más de 120.000 firmas recogidas en una campaña que aúna el sentir civil. Le estamos mandando un mensaje claro al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y es que no se pueden llevar los planes fotovoltaicos como se están haciendo, amparándose en expropiaciones forzosas para arrebatarle a los agricultores lo más valioso que tienen, sus tierras, y a Andalucía privarla de lo más valioso que tiene ,el aceite de oliva y unos paisajes y un medio natural que se lo van a cargar en pro de un sistema energético embrionario que está corriendo antes que andar, como ya estamos viendo con los apagones. Esto no se puede hacer así, sin una zonificación y un orden, con unos procesos legales oscuros, con falta de transparencia y de participación social. SOS rural tenía que estar en esta casa. Estamos y vamos a estar ahí.
Natalia Corbalán, portavoz nacional de SOS Rural
–Sobre el arrancamiento de olivos y el baile de cifras entre las que da la Junta y la empresa responsable y los defensores de la tierra. Su idea es la misma sean 13.000 o 100.000 árboles los que están en juego
–Así se lo hemos trasladado al consejero de Industria de Andalucía, Jorge Paradela Gutiérrez, que nos atendió amablemente. Le dijimos que que esto no es una cuestión cuantitativa, es una cuestión cualitativa. Este señor defendía que el proceso que ellos seguían era legal, pero claro, la respuesta que yo le di es que si era moral.
¿Es moral arrancar olivos centenarios, arruinar nuestros pueblos y arruinar Andalucía por un negociete privado que ustedes están favoreciendo? ¿Cómo puede ser de utilidad pública algo que lo único que hace es beneficiar a grandes fondos energéticos privados que vienen a hacerse más ricos con lo más valioso que tenemos? ¿Cómo se concibe que la Junta de Andalucía esté apoyando eso y dando lugar a expropiaciones forzosas? Esto no va de números, no va de si son 100.000 o 13.000 olivos. Esto va de ir más allá, de si la política, en este caso de si el Gobierno de Juanma Moreno quiere favorecer este modelo o no, y tiene que decírselo a los ciudadanos. Tiene 120.000 firmas en contra.
–Pongámonos en la piel de un agricultor que sí quiere vender. ¿Entienden que opten por esta opción?
–Claro que lo entendemos. Nosotros no podemos estar en contra de la libertad de que cada uno haga lo que quiera con su propiedad. Si alguien libremente quiere entregar sus tierras a la fotovoltaicas, adelante. Situaciones personales hay muchas. Por ejemplo, si no hay relevo generacional, considero que el negocio ya no es rentable o simplemente quiero dejarlo. Lo que no podemos permitir es que un marco legislativo auspicie el negociete privado con empresas energéticas para dar lugar a esto. Es muy distinto. Es decir, toda la libertad del mundo para el propietario; eso sí, que la política favorezca la ruina de los agricultores maltratando a la agricultura, permitiendo una competencia desleal que les arruina y que no les facilita competir para que, una vez que están arruinados, servirle el negociete a empresas fotovoltaicas… De eso es lo que nosotros estamos en contra.
Nosotros, lo he dicho y lo diré siempre, somos apartidistas. Mi partido político son los agricultores, los ganaderos y el mundo rural y así vamos a seguirPortavoz de SOS Rural
–Ustedes denuncian maniobras legales de las autoridades políticas para convertir suelos de aprovechamiento agrario en industriales. ¿Cómo van a hacer que esto cambie sin entrar en política?
–Si los partidos lo tienen a bien pueden promover marcos legislativos que protejan estas tierras. De hecho, vemos como países como Italia o Francia ya lo han hecho y hay leyes que protegen. La Comunidad Valenciana protege su huerta tradicional por ley. ¿Por qué Andalucía no protege a sus olivos? ¿Por qué no protege un símbolo nacional? Eso es lo que nos planteamos, porque marco legal tienen. El Estatuto de Autonomía de Andalucía permite proteger estos suelos. Es decir, si quiere, el gobierno de Juanma Moreno lo puede hacer. Otra cosa es que no tenga voluntad y prefiera favorecer otros intereses. Eso es diferente. Pero claro que se puede. Nosotros estamos promoviendo ese marco normativo a nivel autonómico y a nivel nacional para haya una ley nacional que no permita a las autonomías hacer lo que están haciendo.
Natalia Corbalán, portavoz nacional de SOS Rural
–Vox ha intentado que España cuente con la ley que menciona impulsada por Giorgia Meloni en Italia. A SOS Rural se le asocia con Vox. ¿Creen que eso les perjudica?
–En esta sociedad parece que es imposible mantenerse libre de etiquetas. Naces y te etiquetan, te posicionas con algo y ya eres tal. Nosotros, lo he dicho y lo diré siempre, somos apartidistas. Mi partido político son los agricultores, los ganaderos y el mundo rural y así vamos a seguir. Nosotros llegamos para cambiar políticas, no políticos. Por supuesto que hablamos con todos. Me siento a hablar con Vox, con el PSOE, con Sumar... Me siento hablar con todos y las pruebas me remito. Solamente hay que mirar las redes sociales de SOS Rural y ver que, por ejemplo, en el caso de los olivos, hemos mantenido reuniones con todos los grupos parlamentarios, con todo el que me nos quiera escuchar, porque necesitamos influir en todos. Las etiquetas nos las tomamos casi a risa. Somos sociedad civil apartidista, organizada, profesional y que pretendemos seguir con esa vocación.
La alimentación tiene que estar por encima de la políticaPortavoz SOS Rural
–¿No vais a acabar en política?
–El futuro no está escrito. Yo no tengo una bola de cristal para ver dónde va a acabar SOS Rural, lo que sí sé es la voluntad que tiene ahora mismo, la misión que tiene muy marcada y lo que queremos ser. Queremos ser útiles, útiles al campo, al pequeño y al mediano agricultor que se siente solo, abandonado por los partidos políticos tradicionales, que no encuentra consuelo en ninguno porque le maltratan todos. Queremos ser esa voz de aliento, de esperanza al campo, que debe tenerla, porque es una actividad milenaria e insustituible.
La sociedad urbana no puede prescindir de sus agricultores. Esto de que vamos a tener agricultura sin agricultores, yo no puedo estar más en desacuerdo. Desde SOS Rural vamos a oponernos frontalmente y vamos a trabajar en una acción política muy sólida, sobre todo en Bruselas, de donde vienen las grandes directivas que luego marcan el paso a los gobiernos nacionales, para que esto no suceda. ¿Acabar en política? Hacer política es trabajar por la sociedad, que es lo que se está perdiendo en los partidos políticos y SOS Rural, si nos queréis llamar políticos, sí somos políticos porque somos útiles para la sociedad. Desde ese concepto yo lo acepto, pero yo no me presento a unas elecciones cada cuatro años, a mí me eligen cada día y es lo que pretendo, que me elijan cada día.
–A corto y largo plazo, ¿cuáles son los grandes objetivos del movimiento?
–Tenemos mucha esperanza, sino no estaríamos en esto. El panorama es muy aciago porque el sector agroalimentario atraviesa momentos muy complicados y parece que el viento está siempre en contra con acuerdos comerciales muy lesivos y parlamentos autonómicos que legislan en contra de la agricultura. Yo vengo de la Región de Murcia, donde tenemos un parlamento autonómico que está día sí y día también sacando normativas a cada cual más restrictiva y peor para nuestros agricultores pese a que lo que está en juego sea la huerta de Europa. El panorama, dentro de que es muy negativo, no lo queremos ver así. Queremos ser un canto de esperanza porque se pueden conseguir cosas y sabemos que, si la sociedad civil se organiza, se profesionaliza y logra caminar en la dirección correcta, podremos revertir la situación.
Defendemos algo de sentido común y en lo que todo el mundo está de acuerdo. Está en juego lo que comemos cada día. ¿Quién está en contra de eso? Lo que tenemos que procurar es que la alimentación salga del fuego cruzado político.
La soberanía alimentaria tiene que estar por encima de los intereses políticos. Necesitamos un gran pacto de Estado, que es lo que echamos de menos ahora. La política se ha convertido en una guerra sin cuartel y eso no puede ser. Creemos que al menos la alimentación, que es un bien estratégico, esté por encima. Vamos a luchar con uñas y dientes y creo que tenemos a la sociedad a favor, por mucho que parezca que no, y que ahora muchos sectores vean a los agricultores como esquilmadores de recursos naturales, que ven más sostenibilidad en una placa solar que en un olivo. Eso no es así. Eso es así porque ha habido políticas cargadas de sesgo ideológico que lo han permitido. Hay que ponerle freno a eso y desde luego las políticas en la Unión Europea son un transatlántico al que es difícil de hacer virar. Viran muy poquito a poco, pero estoy convencida de que lo lograremos y así quiero trasladárselo a mis agricultores y ganaderos.