Incendio en un olivar.Europa Press

Pánico en el olivar por los incendios «consecuencia de una PAC ecolojeta»

Los agricultores condenan la indefensión que sienten ante una normativa única para toda la UE y que no discrimina de la particularidad de cada entorno

La condicionalidad incluida en la PAC (Política Agraria Común) para el período 2023-2027 y bautizada como «la PAC verde» desde el campo todavía chirría pese a alcanzar su tramo final.

La estrategia fue criticada desde el primer momento en las explotaciones por la complicaciones que implicaba a las labores de agricultores y ganaderos, ya que reducía el pago fijo y sumaba los ecorregímenes, unas prácticas voluntarias medioambientales otorgan una remuneración extra para el dueño de la explotación

Uno de los fallos del plan se puso de manifiesto en 2024, cuando una reclamación de Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) provocó una importante rectificación; sin embargo, ésta no se aplicará hasta 2026 y continuará un año más como un importante quebradero de cabeza para los olivareros.

La denuncia hace referencia al mantenimiento de la cubierta vegetal a los pies del olivar. Para percibir las ayudas de la PAC ecorregímenes, se obliga a dejar la hierba desbrozada en el terreno.

La buena primavera ha empujado aún más de lo habitual el crecimiento de estos pastos, que según manda la PAC pueden ser recortados, pero han de mantenerse en el suelo. Es decir, el pasto se desbroza y luego se queda seco a los pies del olivo para hacer de cubierta vegetal.

«En un año como este, en el que la vegetación es abundante por las buenas lluvias, se crea un riesgo de incendio flagrante», apunta en conversación con El Debate Rafael Navas, secretario general de Asaja Córdoba, provincia donde han ardido numerosas hectáreas de olivar «debido a la obligación de tener que dejar la cubierta vegetal en el terreno».

Los agricultores condenan la indefensión que sienten ante una normativa única para toda la Unión Europea que no discrimina de la particularidad de cada entorno, como pueden ser las altas temperaturas de algunos puntos de España que nada tienen que ver con lo que experimentan en el resto del viejo continente.

«En las zonas forestales se hacen cortafuegos y se intenta controlar la vegetación, pero sin embargo en un olivar, que al final es un bosque de olivos, hay que mantener las cubiertas vegetales. Es un sinsentido», indica Navas, que critica la lentitud burocrática que impide dar solución a una cuestión que se rectificará en 2026 «y para la que necesitamos una solución, ahora solo podemos incorporar la cubierta al suelo y esperar que no pase nada».

El dirigente de Asaja traslada el temor de los olivareros por el alto riesgo que supone el elevado el material combustible que hay en la base de los árboles. «Incendios como los sufridos en Santaella y Baena son consecuencia de una PAC ecolojeta. Las normativas medioambientales que se hacen fuera de la realidad y bajo un criterio de ecologismo malentendido conducen a los agricultores a mayores costes y riesgos, a menores producciones y, en definitiva, a a que las explotaciones pierdan rentabilidad».

La sensación en la organización agraria es que «la lenta burocracia hace que puedan arder los olivares», puesto que las autoridades respaldan la reclamación pero no actúan de urgencia para autorizar la eliminación de las cubiertas en los cultivos leñosos.

«El campo es víctima de una PAC ecolojeta, hecha en los despachos y lejana a la realidad. El que obra así de buena fe es un ignorante, y el que lo hace a sabiendas es un ecolojeta. Son demasiadas normas hechas desde los despachos por mucha gente que no sabe de lo que va esto», concluye Navas.