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25 de abril de 2024

Recreación artística del objeto interestelar Oumuamua

Recreación artística del objeto interestelar OumuamuaESO/M. Kornmesser

El extraño cometa Oumuamua no era una nave extraterrestre, como algunos pensaban

Un estudio atribuye la pequeña aceleración no gravitatoria del objeto, hasta ahora no explicada, a la producción de hidrógeno gaseoso a partir de reservas de hielo

Desde que fue detectado en 2017, el cometa Oumuamua, el primer objeto llegado de fuera del Sistema Solar, ha sido un misterio, tanto que algún científico le atribuyó origen extraterrestre, pero poco a poco se van resolviendo los enigmas y ahora, de hecho, se acaba de ofrecer un explicación a su extraña aceleración.
Un estudio que publica Nature atribuye la pequeña aceleración no gravitatoria de Oumuamua, hasta ahora no explicada, a la producción de hidrógeno gaseoso a partir de reservas de hielo, al igual que ocurre en los cometas de nuestro sistema.
El misterioso Oumuamua exhibe características propias, pues no tiene una coma (nube alrededor del núcleo) brillante, ni cola de polvo, como la mayoría de los cometas, y por su forma peculiar, entre un puro y una tortita, y su pequeño tamaño corresponde más a un asteroide que a un cometa.
Además, el hecho de que acelerara alejándose del Sol de una forma que los astrónomos no podían explicar dejó perplejos a los científicos, lo que llevó a algunos a sugerir que se trataba de una nave extraterrestre, recuerda la Universidad de California en Berkeley (EE.UU), que encabeza la nueva investigación.
Ante esta teoría, un equipo de dicho centro desarrolló un modelo que atribuye esa aceleración a la liberación de hidrógeno molecular atrapado en el interior del objeto.
Las misteriosas desviaciones del cometa de su trayectoria hiperbólica alrededor del Sol pueden explicarse por un sencillo mecanismo físico común a muchos cometas helados: la desgasificación de hidrógeno a medida que el cometa se calienta bajo la luz solar.
Este hidrógeno se ha formado mediante el procesamiento energético del hielo rico en agua cuando el cuerpo pasaba cerca del Sol, y posteriormente se libera del objeto, curvando ligeramente su trayectoria a través de nuestro Sistema Solar.
Los gases expulsados actúan como los propulsores de una nave espacial para dar al cometa un pequeño empuje que altera ligeramente su trayectoria respecto a las órbitas elípticas típicas de otros objetos del sistema solar, como asteroides y planetas.
La coordinadora de la investigación, Jennifer Bergner de la Universidad de California, descubrió que las investigaciones experimentales publicadas en los años setenta, ochenta y noventa demostraban que cuando el hielo recibe el impacto de partículas de alta energía similares a los rayos cósmicos, se produce abundante hidrógeno molecular (H2) que queda atrapado en el hielo.
«En el caso de un cometa de varios kilómetros de diámetro, la desgasificación procedería de una capa muy fina en relación con el grueso del objeto, por lo que, tanto desde el punto de vista de la composición como de la aceleración, no cabría esperar que fuera un efecto detectable», explica.
Sin embargo, Oumuamua es lo suficientemente pequeño que los científicos creen que produce bastante fuerza como para impulsar esa aceleración.
El modelo creado por los investigadores ayuda a comprender las inusuales propiedades de Oumuamua sin necesidad de más ajustes y los nuevos hallazgos apoyan teorías anteriores de que podría haberse originado como un planetesimal helado –un pequeño objeto formado durante las primeras etapas de la formación de un planeta– similar a los cometas del Sistema Solar.

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