La astronauta Suni Williams desvela las consecuencias de estar atrapada en el espacio: «No me siento»

La astronauta de la NASA de 58 años, Suni Williams, ha compartido su experiencia tras más de siete meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), un tiempo mucho mayor al previsto debido a problemas técnicos con la cápsula Boeing Starliner, que debía traerla de regreso junto a su compañero Barry «Butch» Wilmore en junio de 2024.

En una reciente videollamada con estudiantes de su antigua escuela en Needham, Massachusetts, Williams admitió que ha comenzado a olvidar la sensación de actividades tan básicas como caminar, sentarse o acostarse.

«He estado aquí arriba bastante tiempo, ahora mismo he estado tratando de recordar cómo es caminar. No he caminado. No me he sentado. No me he acostado», dijo durante una videollamada con estudiantes de la escuela secundaria Needham.

Y es que tal como revela la astronauta varada en la EEI, parece que un tiempo prolongado en el espacio estaría pasando factura a ambos tripulantes. De hecho, en los últimos años la NASA ha advertido que la microgravedad tiene serias consecuencias en el cuerpo humano, como la pérdida de densidad ósea y deterioro muscular, además de afectar funciones básicas como el sueño y la digestión. A pesar de ello, Williams y Wilmore han continuado cumpliendo con sus tareas, participando en experimentos científicos y en el mantenimiento de la estación.

Asimismo, estas complicaciones no han impedido que Williams haya superado un nuevo hito en su carrera al establecer un récord en caminatas espaciales para una astronauta femenina, demostrando su resistencia física y mental en una misión que se ha extendido mucho más de lo planeado.

Se espera que su regreso a la Tierra ocurra a finales de marzo o abril de 2025, cuando la misión SpaceX Crew-10 llegue a la EEI. Hasta entonces, Williams y Wilmore siguen adaptándose a una situación extrema que desafía tanto su cuerpo como su mente, enfrentando con resiliencia los efectos de la vida en el espacio.