Una fuente de energía oculta bajo nuestros pies podría alimentar el planeta durante 170.000 años

Recientemente, investigadores de la Universidad de Oxford, la Universidad de Durham y la Universidad de Toronto han dado con la clave para transformar radicalmente el panorama energético mundial. En concreto, se habrían encontrado evidencias de enormes reservas de hidrógeno natural —también conocido como «hidrógeno blanco»— bajo la corteza terrestre. Este recurso, hasta ahora ignorado por la comunidad científica, podría ser lo suficientemente abundante como para abastecer las necesidades energéticas de la Tierra durante más de 170.000 años.

El hallazgo cobra ahora mayor protagonismo debido a que en las investigaciones previas, la escasa recolección y medición histórica de hidrógeno ha limitado la comprensión científica actual. Sin embargo, el reciente estudio —publicado en la revista Nature Reviews Earth & Environment— destaca que se han detectado múltiples registros de emanaciones espontáneas de hidrógeno puro saliendo del subsuelo en varias regiones geológicas, incluidas formaciones en África, Australia y América del Norte.

«Hemos desarrollado con éxito una estrategia de exploración para el helio y se puede adoptar un enfoque similar de 'primeros principios' para el hidrógeno», afirmó Jon Gluyas, profesor en la Universidad de Durham y coautor del estudio.

Para hacernos una idea, este tipo de hidrógeno se genera de forma natural a través de procesos geológicos en el interior de la Tierra. Principalmente, se forma por la interacción del agua con las rocas y otras reacciones químicas que ocurren en el subsuelo.

A diferencia del hidrógeno verde, que requiere grandes cantidades de electricidad para su producción mediante electrólisis del agua, el hidrógeno blanco no necesita ser fabricado, motivo por el que es más económico y sostenible a largo plazo. De igual manera, su extracción no implica emisiones de carbono asociadas a los combustibles fósiles ni a la producción del llamado hidrógeno azul, proveniente del gas natural.

«Una receta de exploración exitosa y repetible desbloqueará una fuente de hidrógeno baja en carbono y comercialmente competitiva que contribuiría significativamente a la transición energética. Contamos con la experiencia necesaria para combinar estos ingredientes y encontrar esa receta», detalló el autor principal del estudio, el profesor Chris Ballentine.

A pesar de lo que supone este hallazgo, los científicos advierten de que aún será necesario desarrollar métodos de exploración y extracción más precisos, así como marcos regulatorios claros. Aun así, con este descubrimiento el hidrógeno natural se posiciona como un candidato clave en la transición energética global. Ahora la gran duda es si su potencial será suficiente para reemplazar progresivamente a otras fuentes de energía como el carbón, el gas o el petróleo.

Asimismo, la posibilidad de explotar este recurso a escala industrial ya está despertando un gran interés entre empresas energéticas y gobiernos. En Estados Unidos, por ejemplo, compañías como Koloma —la startup respaldada por Bill Gates— anunció el año pasado la recaudación de 245 millones de dólares para extraer hidrógeno limpio de depósitos subterráneos naturales, atrayendo así la mirada de decenas de empresas.