Los jueces de 'MasterChef' en la prueba en la que eligieron los dos platos más feos de la historia
‘Masterchef Celebrity’
Estos son los dos platos más feos de la historia de ‘Masterchef’
Tras once ediciones de anónimos y ocho de celebrities, las propuestas de Alberto y de Saray son elegidas como las peores
Jordi Cruz y Pepe Rodríguez se jugaron quién elegiría primero equipo en la prueba de exteriores en una peculiar competición: tuvieron que disparar de forma virtual a los que Samantha Vallejo-Nágera presentó como los dos platos «más feos» de la historia del programa. Ocurrió en la última gala del talent culinario..
Van once ediciones de anónimos y ocho de celebrities, y podemos sumar también algunas menos de abuelos y de niños. En todo ese tiempo transcurrido desde 2016, se han cocinado centenares de platos. ¿Cuáles de ellos son los dos más feos (que, en este caso, es lo mismo que decir los peores)?
El plato «León come gamba»
Uno es «León come gamba». Fue obra del valenciano Alberto, por entonces un estudiante de Medicina de 18 años. Un gazpacho de tomate y fresa con pimiento asado y una patata imitando la cabeza de un león. Ocurrió en la tercera edición de anóminos y su autor fue eliminado sin deliberación.
Unos años después el bombero Luismi tuvo que hacer una versión mejorada y le salió de pena.
El otro desastre llegó el 5 de mayo de 2020: «Pájaro muerto en lo alto de un plato». Así nombró Saray, gitana y transexual, su propuesta: era, simple y llanamente, una perdiz sin desplumar. Aquello supuso su expulsión.
La delirante propuesta de Saray
Pero no acabó ahí el asunto. Fuera la montó: destripó el final del concurso. Arremetió contras los chefs: de Jordi Cruz dijo que tenía un corazón «podrido»; a Pepe Rodríguez, lo llamó «tieso» y «estirado». También tuvo malas palabras para algunos de sus compañeros de edición, como el finalista Andy («súper fingido y patético») o Sonsoles («más falsa que los billetes de plástico»). Casi dos años después, mostró su arrepentimiento en su cuenta de Twitter, probablemente para librarse de un embrollo judicial con el programa.
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