El periodista José María Carrascal, en la Feria del Libro de Madrid, en 2015
Muere a los 92 años José María Carrascal, gigante del periodismo español
Presentador de informativos, columnista... Ejerció hasta sus últimos días con un estilo inconfundible
Obituario: la muerte de Carrascal deja un vacío imposible de llenar
El periodista José María Carrascal, emblema del periodismo de este país, ha fallecido a los 92 años. Presentador de informativos, escritor, columnista en activo... Ejerció hasta sus últimos días dejando un estilo y una forma de comunicar genuinos.
Nacido en un pequeño municipio de la Comunidad de Madrid, no se formó estrictamente como periodista. Sin embargo, esto no le impidió convertirse en uno de los comunicadores más eficaces de España gracias a una voz reconocible y a un armario de corbatas que fue su marca personal cuando saltó a televisión.
José María Carrascal, en 1993, juntos a los también presentadores Miguel Ángel Aguilar (Telecinco) y Pedro Altares (TVE)
Empezó su carrera como otros grandes del oficio, en el histórico diario Pueblo. Lo hizo como corresponsal en Berlín y antes de cumplir los treinta. Desde allí fue construyendo (casi al mismo tiempo que lo hacía el Muro) su reputación como corresponsal, que le permitió mudarse a Estados Unidos poco tiempo después. Eran sus comienzos y también los de Televisión Española, y desde ese puerto pudo cubrir entre otros asuntos el caso Watergate, que se llevó por delante al presidente Richard Nixon.
En una entrevista reciente a la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), recordaba que informar sobre aquel hito del perodismo «fue ver la democracia en acción».
Eran los primeros años 70, con España iniciando su propia reconversión. Carrascal ejercía como corresponsal ante la ONU y para varios medios españoles. Solía contar que, en 1975, cuando murió Franco, muchos de sus compañeros volaron a España convencidos de que resolveríamos de nuevo nuestras diferencias a cañonazos.
Nada de eso ocurrió: la democracia en España se consolidó y en 1990 nacieron las televisiones privadas, con Telecinco y Antena 3. Carrascal presentó las noticias de la noche en esta última cadena durante más de un lustro.
Carrascal y su mujer Ellen, a quien conoció en Alemania
Cuando apenas había superado la edad estándar de jubilación –los 65 años– reorientó su carrera hacia la escritura, publicando numerosos libros apoyándose en su buena memoria y lo mucho vivido. Escribió sobre Estados Unidos, la ONU, Gibraltar, Franco, Felipe González, Aznar... y hasta sobre la jubilación. Uno de sus últimos libros, titulado La historia de España que no nos contaron. Mitos y realidades (Espasa, 2015), fue un intento por contar la verdad de las cosas justo cuando el separatismo empezaba a amplificar muchas de sus mentiras, para recreo y disfrute de esa otra España dispuesta a creérselas.
«Al tener los valores cambiados desde el Siglo de Oro, el español vive a disgusto», explicó a quien esto escribe en una entrevista para ABC. «Es antimoderno. Somos muy antimodernos los españoles. Hay un dicho que dice: 'Si habla mal de Alemania es francés, si habla mal de Francia es inglés y si habla mal de España es español'. Es casi un deporte. Esto es un fallo de educación posiblemente. Porque uno de los grandes vacíos de España es la educación».
José María Carrascal, con una de sus coloridas corbatas, en el año 2000
Carrascal hizo muchas cosas y seguramente todas bien, como acredita su Antena de Oro, su Premio Nadal de novela por Groovy, el Mariano de Cavia, el Luca de Tena...
Como columnista deja un legado enorme en el diario ABC, donde mantuvo sus «Postales» activas hasta este mismo martes, con motivo de la jura de la Princesa Leonor, sobre quien hizo el siguiente vaticinio:
«Va a escudriñarse cada palabra, gesto y decisión que tome. De ahí la melancolía que envuelve su mirada, en contraste con su hermana menor, una chica de este tiempo mientras que ella pertenece a la Historia. La deseamos, por nuestro propio bien, mucha suerte», escribió.
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