Los artistas y políticos de «la Ceja» lanzan un manifiesto de apoyo a Sánchez y contra la oposición

La conocida como «la Ceja» no para. El grupo de cineastas, artistas, actores, escritores y políticos afines a Sánchez y al PSOE está conociendo una actividad frenética no vista desde tiempos de Zapatero, cuando nació el grupo como el director de cine Pedro Almodóvar como elemento aglutinador para apoyar al expresidente en las elecciones de 2008.

Ahora, nuevamente con Almodóvar en la cabeza, ha vuelto la Ceja para echar un capote a Sánchez en las horas más bajas desde su llegada al poder.

El grupo ya había reaparecido hace unas semanas con un manifiesto en apoyo a Palestina. Ahora, sus miembros han firmado un nuevo manifiesto titulado Por avances en Derechos Sociales y Políticos. Contra los intentos de involución que es, en esencia, una justificación de los escándalos del gobierno y del PSOE y un intento de responsabilizar a la derecha de la crisis institucional que padece la España de Sánchez.

El manifiesto es un compendio de todo el argumentario socialista para eludir sus responsabilidades en sus ataques a las instituciones, el proceso de desmantelamiento del Estado para contentar a los socios independentistas y los casos de corrupción y escándalos varios.

Comienza el manifiesto denunciando un «ataque» contra Sánchez por parte de «todos los frentes conservadores y reaccionarios» para derribar «un gobierno legítimo», lo que explicaría los escándalos que se están conociendo, que atribuyen a «incriminaciones y calumnias» por parte de la oposición.

Acusan a «las derechas» de poner «en cuestión el resultado electoral» y las comparan con Trump y Bolsonaro.

Responsabilizan también «a las derechas» de «generar odio en la sociedad, germen de la violencia» y en ese contexto enmarcan «los ataques a las personas migrantes y la vandalización de las sedes de partidos de izquierda», que, afirman, «recuerda las agresiones fascistas de épocas pasadas».

Los «abajofirmantes» participan también en la estrategia de la Moncloa de desacreditar a las instituciones que no controlan y que cuestionan medidas del gobierno o investigan sus escándalos de corrupción.

Por ejemplo, señalan los firmantes del documento al Senado, que «se utiliza como ariete». Lamentan los firmantes las comisiones de investigación puestas en marcha en el Senado pues, señalan, «que sólo pretenden incriminar al Gobierno».

No les parecen tan mal, o al menos no las nombran, a los firmantes las comisiones de investigación puestas en marcha por el PSOE y sus socios en el Congreso para incriminar al pasado gobierno del Partido Popular en la supuesta «operación Cataluña», una operación que tiene más de estrategia propagandística del independentismo catalán que de realidad, pero que a Sánchez le ha venido muy bien para mantener el foco incriminador sobre la oposición durante toda la legislatura.

Señalan también los firmantes al poder judicial, alineándose así con el sanchismo en su estrategia de desprestigio de la justicia para eludir su responsabilidad en los casos de corrupción que se investigan y garantizar así la impunidad de los implicados.

«Jueces y magistrados abren prolongadas investigaciones, con endebles bases probatorias, mientras la oposición deslegitima al Tribunal Constitucional porque no comparte la sentencia sobre la amnistía», señalan.

Los firmantes compran el pack completo del argumentario propagandístico del gobierno y, por lo tanto, no podía faltar el ataque a los medios de comunicación y a la libertad de prensa.

Afirman, en ese sentido, que «una parte muy importante de los medios de comunicación y redes sociales han desatado una orgía de falsas noticias o medias verdades con el fin de crear un clima político irrespirable, que no se compadece con la situación del país».

Y, obviamente es seña de identidad del mentado grupo de la Ceja, tampoco podía faltar la cuña anticlerical.

El manifiesto señala con su dedo acusador a «la jerarquía de la Iglesia, con el presidente de la Conferencia Episcopal a la cabeza», de violar «la neutralidad política» al solicitar «nada menos que la celebración de elecciones generales en apoyo de las posiciones de las derechas», como si los obispos no tuvieran libertad de expresión para pedir elecciones, como han hecho, por otro lado, los partidos de izquierda cuando gobernaba el PP.

Tras su retahíla de ataques a la oposición y de alabanzas desmesuradas al gobierno del PSOE y Sumar, este grupo de apoyo dócil y servil a Sánchez toca, por fin, en el punto IV de su manifiesto el Caso Ábalos-Cerdán, a los que ni nombran, únicamente para sembrar dudas sobre la autenticidad del caso al referirse a «supuestos delitos», aunque quitan responsabilidad al gobierno al atribuir el caso a «crasos errores».

«Es evidente que los supuestos delitos cometidos por exsecretarios de organización del PSOE son graves y denotan crasos errores in eligendo e in vigilando», dice el texto.

Además de Pedro Almodóvar y su hermano el productor de cine Agustín Almodóvar, firman el manifiesto los cantantes Joan Manuel Serrat y Ana Belén, el director de cine Montxo Armendáriz, el presidente del Ateneo de Madrid Luis Arroyo, la directora de la Fundación Largo Caballero Almudena Asenjo, el actor Carlos Bardem, el director de cine Fernando Colomo, el director del Instituto Cervantes Luis García Montero, la escritora Rosa Montero, la cantante Soledad Morente, el cantante Miguel Ríos, el escritor Manuel Rivas, la periodista Rosa Villacastín.

Firman también el manifiesto los exministros, Alberto Garzón, Leire Pajín, Mercedes Cabrera, Jesús Caldera, Julián Campo, Manuel Castells, Manuel Chaves, Joan Clos, Luis Carlos Croissier, Elena Espinosa, Mariano Fernández-Bermejo, Juan Fernando López Aguilar, José Montilla, José María Maravall, Carmen Montón, Javier Moscoso del Prado, Miguel Sebastián, Joan Subirats o el exsecretario de Comisiones Obreras Ignacio Fernández Toxo.