El doble rasero de Imanol: critica a los árbitros cuando juega contra el Madrid y alaba al Barça

El Real Madrid pasó anoche de ronda, se clasificó para la final de la Copa del Rey que tendrá lugar en Sevilla, en el estadio de La Cartuja. Los blancos demostraron una vez más que lo de los 90 minuti no es algo a tomarse a broma y que el manicomio en el que se ha convertido el Bernabéu en este tipo de partidos no tiene sentido alguno.

Como siempre pasa en estos casos, la polémica jugó un papel fundamental. Los txuriurdines personalizados en la figura de su entrenador Imanol Alguacil, exigieron fuera de juego de Mbappé en una acción que acabaría en el córner que daría el tercero para los merengues.

El gol de Aurélien Tchouaméni subió al marcador y los donostiarras entraron en cólera, esta acción no pasaría desapercibida en rueda de prensa y al finalizar el partido el técnico criticaba la actuación del colegiado.

El técnico de Orio comentaba: «Era, se puede pitar, es mejor no hablar, no lo han pitado y punto. Nos han eliminado teniendo ayudas en un apartado que tiene que ser neutro. El Madrid es un grande y no necesita ayudas. Tengo muy claro que no hubieran dado el gol si hubiera pasado en el otro área»

Son llamativas estas declaraciones, teniendo en cuenta lo ocurrido hace justo un mes en el partido que enfrentaba a la Real Sociedad frente al Barcelona. La Real Sociedad se quedaba en el minuto 17 con un futbolista menos, al haber recibido una roja directa el jugador número 6 Aritz Elustondo. El técnico txuriurdin declaraba en ese caso que no le gustaba hablar de árbitros y que la roja era justa.

No es el único piropo que ha lanzado Alguacil al Barcelona. Es más, podemos encontrar toda una ristra de elogios al club blaugrana, desde «Es una gozada ver al Barça», pasando por «Hace un gol o dos y va a por el tercero, el cuarto o el quinto» y terminando en «Están siendo la sensación de Europa»

Otra de las jugadas discutibles del partido fue un posible penalti a Bellingham, el jugador inglés saltaba a la disputa de un balón en el área pequeña y recibió un tremendo manotazo del portero internacional con España, Alex Remiro, la jugada quedó impune ante la incrédula mirada de los blancos.