Vinicius y Munuera Montero en el Osasuna - Real Madrid
Los árbitros salen en defensa de Munuera Montero tras su partido en Pamplona
La RFEF ha publicado un comunicado del colectivo arbitral en el que condenan los ataques al colegiado que dirigió el Osasuna-Real Madrid el pasado sábado
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El estamento arbitral está cansado. Mediante un comunicado difundido en los canales oficiales de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), el Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha expresado su «total rechazo» a las agresiones y amenazas que ha recibido su compañero José Luis Munuera Montero a través de las redes sociales. Los colegiados han dicho basta y advierten que estos ataques se suman a la campaña de «hostilidad y violencia» con la que se cuestiona su labor profesional.
Munuera Montero tuvo un arbitraje muy polémico en el partido entre el Osasuna y el Real Madrid del pasado sábado en El Sadar. Montero estuvo en el ojo del huracán y fue señalado en varias jugadas polémicas. En el Real Madrid se sorprendieron por la roja que vio Jude Bellingham por decir «fuck off» —algo así como «no me jodas»—. El colegiado puso en el acta que Bellingham fue expulsado por dirigirse a el con la expresión «fuck you» —algo así como «que te den»—.
El árbitro tampoco pitó ni revisó los posibles penaltis que pudieron cometer los navarros. El Real Madrid pidió dos y ninguno fue revisado y Osasuna pidió el de Budimir y Trujillo Suárez mandó a su compañero al VAR.
«Hay un problema en el sentido que en los tres últimos partidos algo ha pasado que obviamente no tenía que pasar. Lo que podemos hacer es seguir luchando, peleando y jugando bien como hoy. El VAR no ha revisado situaciones en área contraria, cuando había dos o tres que se podían haber revisado y no lo han hecho», denunció Ancelotti.
El comunicado de los árbitros
"Los árbitros y árbitras profesionales deseamos mostrar nuestra más absoluta repulsa a los ataques y amenazas que nuestro compañero José Luis Munuera Montero está recibiendo a través de las redes sociales y que le afectan tanto a él personalmente como a su entorno familiar.
Unos ataques que se suman al odio y violencia verbal con el que cada fin de semana tenemos que desempeñar nuestro trabajo profesional y que en las categorías de base llega a convertirse, de forma aún más lamentable, en violencia física en muchos más casos".
