El Barça reacciona justo a tiempo y el VAR le da un triunfo que puede suponer media Liga

De la forma más épica posible y con un penalti que fue señalado desde el VAR. Así ganó el Barça un partido que se le había puesto realmente complicado en el minuto 62. Los de Hansi Flick sobrevivieron a un encuentro loco y le dieron la vuelta a un 1-3 que le hubiera dejado en una mala situación (4-3).

El inicio de partido del Barça fue positivo. Los de Hansi Flick sabían de la importancia del duelo y se fueron a por el Celta desde el pitido inicial. Es lo que tenían que hacer si querían mantener la distancia de cuatro puntos con el Real Madrid. Jugaban en casa y dependían de sí mismos.

Las primeras ocasiones de peligro fueron barcelonistas y, de hecho, estuvieron cerca de ponerse por delante un par de veces. Pero, a la hora de la verdad, el conjunto azulgrana echó en falta algo más de claridad para poner en aprietos a Vicente Guaita.

Con el paso de los minutos, el plan de partido se mantuvo intacto. El Barça atacaba y el Celta esperaba replegado atrás en busca de un contragolpe con el que sorprender al Barça y poner patas arriba Montjuic. El inconveniente es que en el minuto 12, el equipo culé aprovechó una de sus enésimas llegadas para adelantarse en el marcador por medio de Ferran Torres.

El extremo valenciano recibió en zona de tres cuartos, se giró, condujo rápidamente el balón, se quitó de encima a Marcos Alonso y con un disparo cruzado logró batir a Guaita y anotar su décimo gol en liga.

La tarde arrancaba de maravilla para el Barça. Tenían el partido donde querían, pero, al mismo tiempo, sabían que la tarea no estaba ni mucho menos hecha. Y apenas tres minutos después, llegó el gol de la igualada del Celta. El cuadro de Claudio Giráldez pilló despistada a la zaga culé y Borja Iglesias aprovechó un error garrafal de Szczesny para poner el 1-1 en el marcador.

A partir de ahí, el encuentro se volvió algo más tosco, el Barça se topó con la versión más sólida del cuadro vigués y asumió que la forma de pillar desprevenido al Celta iba a tener que ser a balón parado. Sin embargo, no hubo lugar para las sorpresas y se llegó al tiempo de descanso con tablas en el marcador.

El Celta pone patas arriba Montjuic

El Celta estaba haciendo un gran partido en Montjuic. Los gallegos estaban mostrando su valentía, tenían ganas de fiesta y para afrontar la segunda mitad con garantías de éxito, Giráldez optó por meter en el campo a Mingueza, que sustituyó a un Iker Losada que no tuvo el mejor de sus partidos.

La influencia del exbarcelonista se notó rápidamente y ocho minutos después del inicio del segundo acto, el Celta volvió a sorprender al Barça al contraataque y Borja Iglesias fue el encargado de anotar su doblete particular para poner patas arriba Montjuic.

El 1-2 no le gustó nada a Flick y el técnico alemán decidió mover el banquillo. Lamine Yamal y Dani Olmo se vistieron de corto para tratar de salvar una papeleta que se había puesto realmente complicada para los intereses barcelonistas.

Sin embargo, lo que nadie se imaginaba es que el partido se iba a poner aún peor. Porque Borja Iglesias, que estaba inspiradísimo, anotó su hat-trick particular. Menudo partido el del delantero compostelano. Se estaba convirtiendo en el protagonista inesperado del duelo.

Reacción de orgullo

Las caras en el banquillo del Barcelona eran un auténtico poema. Flick no estaba nada contento con el papel de los suyos. El 1-3 no le valía de nada al conjunto culé y fue en esas cuando la grada de Montjuic volvió a empujar a su equipo.

Esos ánimos le sentaron de maravilla al Barça. El tercero del Celta había llegado en el 62' y tan solo seis minutos después el cuadro barcelonista levantó una situación adversa con el orgullo que le había faltado en poco más de una hora gracias a los tantos de Dani Olmo y Raphinha.

Con 3-3 en el marcador, el encuentro volvió a su cauce inicial. Es decir, a los 22 protagonistas les entró el miedo a perder y dio la sensación de que, visto lo visto, tanto Barça como el Celta se conformaban con el empate. Pero no había que dar nada por sentado. Podía pasar de todo.

Y vaya si sucedieron cosas. Porque el VAR (esta vez intervino correctamente) salvó al Barça en el minuto 95 y cuando parecía que el 3-3 iba a ser el resultado final. El encargado de desatar la locura desde los once metros fue Raphinha con un disparo potente que Guaita se quedó cerca de poder detener. El Barça le dio la vuelta a un partido que se le había puesto muy cuesta arriba y se llevó un triunfo que supone media Liga.