Pulisic anotó el único gol del encuentro

Pulisic anotó el único gol del encuentroAFP

Estados Unidos tira de catenaccio y evita que Irán haga historia

Los americanos se clasifican para octavos haciendo lo mínimo y jugando con fuego durante toda la segunda parte

Con toda la tensión geopolítica como telonera, Irán y Estados Unidos se citaban en el terreno de juego por una plaza para los octavos de final. Los futbolistas de Irán, que estaban ante la gran oportunidad de su historia en el Mundial, movían los labios mientras sonaba el himno, pero sin cantarlo como medida de protesta. Imagen que contrarrestaba con unos americanos que, corazón en mano, cantaban a pleno pulmón los acordes del himno nacional
Estados Unidos, al que le hacía falta un gol para estar en octavos, se hizo pronto con el dominio del encuentro. Buscaba una y otra vez cercar la portería Iraní con Pulisic como principal amenaza. Por su parte, Irán intentaba bajar las pulsaciones de los americanos a base de mimar el balón y esperando su oportunidad en forma de contra. Sin embargo, el partido se le puso cuesta arriba en el minuto 38 cuando Pulisic se metió entre dos centrales jugándose el bigote y empaló a la red una dejada de cabeza de Serginho Dest. El americano quedó tan tocado del golpe que tuvo que ser atendido tras el tanto mientras el Berharter, desde la banda, le negaba el cambio.
Weah pudo dar la tranquilidad a los americanos antes del descanso, pero la decisión del VAR dio vida a los iranís.
Pulisic se quedó en el vestuario tras el descanso y no pudo seguir en la segunda parte. Un contratiempo para Estados Unidos que tenía que jugar la segunda parte sin su ariete más destacado.
Los iranís sabían que el resultado en contra los dejaba fuera y que un gol los llevaba directos a los octavos de final. Por eso comenzaron a hilar jugadas de ataque ante unos Estados Unidos que comenzaban a flaquear y a echarse para atrás.
Estados Unidos se dormía e Irán rozaba el empate. Dio el primer aviso, cuando en el minuto 65, Ghoddos cruzó en exceso un centro desde la derecha.
Carlos Queiroz gastaba su última bala y movía el banquillo para poner a toda su artillería con la que lograr la machada.
Estados Unidos jugaba con fuego renunciando al ataque y dando alas a una Irán que se lo creía cada vez más según avanzaba el reloj. Irán la tuvo en el último minuto de añadido en una jugada donde los iranís pedían penalti, pero Mateu Lahoz y Martínez Munuera, desde el VAR, no vieron nada punible. Los americanos tiraron de catenaccio y lograron que una Irán, que no tiró a puerta en todo en el encuentro, se quedara a minutos de hacer historia en un Mundial.
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