Los precios siguen altos.
Siguen los altos precios
La inflación en la eurozona no da tregua: sube al 5,1 % en enero
El Eurogrupo admite que se está manteniendo alta más tiempo del esperado, pero sigue confiando en que irá bajando este año hasta cerrar por debajo del 2 %
El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, ha dicho que los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona están «naturalmente preocupados» por el aumento de la inflación registrado desde mediados de 2021, que «está afectando al crecimiento y al poder adquisitivo de los ciudadanos».
En un debate con la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, Donohoe aseguró que los ministros vigilan la evolución de la inflación, que en enero subió hasta el 5,1 % y se está manteniendo en niveles más altos de lo esperado durante más tiempo del previsto inicialmente. «Los factores que están empujando los precios al alza están tardando más en disiparse de lo esperado. Estamos hablando en primer lugar de los precios de la energía, pero también de la fuerte demanda, cuellos de botella en los suministros y factores técnicos», dijo el jefe del Eurogrupo. No obstante, recordó que el Banco Central Europeo (BCE) cree que la tasa irá bajando este año y caerá por debajo del 2 % en 2023. Confía en que el emisor «hará lo necesario para mantener la estabilidad de precios», aunque reconoció que no puede resolver los problemas de oferta.
Donohoe subrayó que las perspectivas económicas de la eurozona para 2022 y 2023 son «robustas» pese a que la recuperación ha perdido algo de impulso, y que el paro está en mínimos históricos, pero admitió que sigue habiendo gran incertidumbre al tiempo que el repunte de casos de covid-19 y las restricciones a la movilidad pesan sobre el crecimiento. «Todos esperamos que con la variante ómicron el coronavirus esté transitando de pandemia a endemia, pero ya hemos tenido sorpresas negativas antes, así que tenemos que seguir vigilantes y permitir una considerable latitud en la respuesta económica y fiscal», dijo.
El Eurogrupo espera seguir proporcionando apoyo fiscal «moderado» este año, pasando de ayudas generalizadas a medidas específicas para «grupos vulnerables y empresas viables», y que en 2023 este apoyo disminuya conforme gane fuerza la recuperación. «Tenemos que buscar una mezcla de políticas que apoyen la recuperación, promuevan inversión y salvaguarden la sostenibilidad de la deuda. Estos objetivos son compatibles, pero tenemos que lograr el adecuado equilibrio», dijo Donohoe.
Destacó que los ministros debatirán ya en marzo sobre cuál debería ser la estrategia fiscal en 2023, cuando se espera que estén de nuevo en vigor las normas de control del déficit y la deuda. Aseguró que en ese ejercicio se tendrán en cuenta las circunstancias específicas de cada país y se intentará evitar un «efecto precipicio» que provocaría una consolidación fiscal abrupta.
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