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05 de mayo de 2024

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la ministra de Asuntos Económicos, Nadia CalviñoEuropa Press

Análisis económico

Subir los impuestos hasta los 650.000 millones de euros y lo siguiente el crac económico

Este gobierno, con todas sus medidas antieconómicas, está preparando una de las mayores crisis económicas de la economía española

Hay decisiones que se toman sin pensar en las consecuencias y hay otras que se toman a pesar de las consecuencias.
La decisión del gobierno en funciones de querer recaudar no menos de 650.000 millones va a tener consecuencias muy serias para todos los agentes que componen la economía de nuestro país.
Va a tener consecuencias para las empresas, va a tener consecuencias para los trabajadores, va a tener consecuencias para el comercio, va a tener consecuencias para las actividades inmobiliarias y la construcción y, por razones lógicas, va a tener consecuencias para la economía.
Desde que llegó al poder este gobierno solo ha tenido una fijación: subir impuestos para poder gastar, lo cual parece hasta lógico, «no se van a subir los impuestos para pagar deuda», porque eso no es progre ni es social. Lo progre y lo social es subir impuestos para castigar a los empresarios, que se lucran en exceso y subir impuestos para los que ganan mucho dinero.
Lo que sucede es que hay que ser muy buen financiero en los ingresos públicos, para conseguir que solo paguen los empresarios y los ricos de un país y conseguir incrementar los ingresos de forma sustancial solo lo pagando el menor de los colectivos de la sociedad. Esta ecuación es más compleja que el bosón de HIggs
Y como digo, para hacer eso, se tiene que ser un gran experto en Hacienda y tener claro que se puedes tocar en el sistema impositivo y que no, cosa de la que ha carecido este gobierno, no ha llamado al equivalente a D. Enrique Fuentes Quintana para que gestionase ese nuevo modelo. Ha colocado en Hacienda a una incompetente en el mundo de las finanzas públicas como a María Jesús Montero, que a lo mejor de Medicina sabe algo, pero muy poco de Hacienda Pública.
Así que desde la llegada de esta señora al ministerio la recaudación de impuestos en el país ha pasado de 444.037 millones en 2017 a los que pretende recaudar en 2024, que son 648.016 millones, que supone que con respecto a 2017 va a recaudar un 45,9% más, equivalentes a 203.979 millones de euros más.
La primera pregunta que cualquiera que entienda de economía se hace es: ¿Es posible crecer en la recaudación de impuestos en 8 años un 45,9%?
La respuesta es muy sencilla, claro que sí, si la economía ha crecido por encima de esa cifra es perfectamente posible.
La economía irlandesa en el último quinquenio creció un 53,4% y los impuestos recaudados por el Ministerio de Finanzas irlandés creció la extraordinaria cifra de un 49,9%, lo cual demuestra que la mejor manera de recaudar más impuestos es haciendo crecer la riqueza del país.
Por lo tanto, para crecer en este plan que tiene el gobierno y llegar a los 648.016 millones de ingresos lo que nos tendría que haber conseguido es que la economía al menos creciese un 50%, pero como todos sabemos este no es el caso español.
España ha crecido, en el último quinquenio, un 4,3% y el Gobierno con su linda candidez, quiere hacernos creer que este año 2023 en que se va a meter en las cuentas corrientes del Estado español 613.703 millones, la economía española crecerá un 2,4%, que es lo mismo que decir que en el segundo semestre tiene que crecer un 1,3%.
Hacienda sabe, por los datos de la Airef, que ahora mismo estamos decreciendo un 0,2% y que si eso se confirma, habría que crecer el último trimestre un 1,5%, que es totalmente imposible a fecha de hoy.
Eso sí, apretará hasta el último suspiro a todos para que lleguemos a los 613.000 millones.
Pero no contento con esto, nos amenaza con un crecimiento del 2,0% para 2024, con un crecimiento de los impuestos de un 5,6% y llegar a los casi 650.000 millones de ingresos en un solo año.
Para ello, va a quitar las ayudas que había para los alimentos, para así recaudar mucho más en IVA.
Va a seguir sin deflactar los tramos del IRPF, con una inflación acumulada a finales de este año de más del 18% en general y de cerca del 30% en los alimentos, quienes van a pagar el gran porcentaje de incremento de los impuestos, van a ser todos los trabajadores, públicos y privados, los que ganan menos de 60.000 euros al año, la mayoría de los declarantes.
Por supuesto que los que ganan más de 300.000 euros al año van a pagar más por las subidas de la fiscalidad en esos tramos, pero los ingresos que suman ese tipo de trabajadores son insignificante comparado con el de los que ganan el 10% de esa cifra y son estos los que entre todos suman miles de millones.
No olvidemos que en el 2022 la recaudación total del IRPF fue de 109.485 millones y que hasta agosto se han drenado de la economía real 75.301 millones, que suponen el 9,6% más que el año anterior y que va a llevar la recaudación a muy cerca de los 120.000 millones.
Esta recaudación del IRPF, está teniendo consecuencias muy serias en la recaudación del IVA que lleva 4 meses bajando, porque las familias no llegan a final de mes, están tirando de ahorros y por lo tanto consumen menos que el año pasado.
Esto es lo que va a pasar en 2024: el gobierno va a dejar a las familias sin capacidad alguna de compra, con lo cual se frenará el consumo, tanto de alimentos, como la compra en comercios, que verán reducidas sus ventas.
Pero no solo pasará en esos sectores, no habrá dinero para compra de nuevas viviendas, con lo cual tanto las actividades inmobiliarias y la construcción se frenarán, lo que provocará reducciones de plantillas tanto en comercio, como en construcción y el sector inmobiliario, que además afectará a los sectores de actividades financieras y a las actividades profesionales y administrativas.
Como además para poder financiar las pensiones, penalizarán a los empresarios con subidas de las cuotas patronales, estos verán reducidos sus márgenes operativos por el aumento de los costes, pero poco a poco estos se irán transmitiendo a los nuevos precios, que hará más difícil reducir la inflación y a su vez los beneficios empresariales caerán y el impuesto de sociedades bajará, como ya lo está haciendo en 2023.
Si a esto añadimos una subida del Salario Mínimo Interprofesional, que dificultará más la situación económica de las empresas y la entrada en vigor de esa posible jornada de 37,5 horas, la tormenta se convertirá en perfecta.
Habrá cierres de empresas y despidos en las empresas que se encuentre en el filo de la rentabilidad, aumentará el desempleo, tendremos muchos mayores gastos, pero no mayores ingresos.
Este gobierno, con todas sus medidas antieconómicas, está preparando el solo y sin necesidad de la ayuda de los mercados internacionales, una de las mayores crisis económicas de la economía española.
No ingresará los casi 650.000 millones, se gastará más de 700.000 millones y volverá a necesitar endeudarse en mucho más de lo esperado y esta vez la Unión Europea le estará esperando con la necesidad del cumplimento del pacto fiscal y se verá abocado a una crisis muy seria que amenazará con colocar a la economía española en la antesala de un «default» económico.
Y si me preguntan cómo parar esta situación, solo veo una y es que nos toque la lotería, que en este caso sería, elecciones anticipadas y que gane la derecha.
Lo dicho, que difícil es que nos toque la lotería, sin jugar.
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