Nadia Calviño
Francia anunciará mañana si apoya a Calviño para presidir el BEI
Hasta el momento el país galo no ha revelado su apuesta, que podría declinar la balanza a favor o en contra de Calviño
Francia anunciará mañana a qué candidato apoya para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), un puesto para el que es favorita la vicepresidenta y ministra de Economía española, Nadia Calviño.
Calviño se posicionó como favorita para el cargo, después de que su nombre fuera propuesto como candidata de consenso por Bélgica, que actualmente dirige el proceso de selección en su calidad de presidente rotatorio de la junta de gobernadores del BEI.
El apoyo de Francia es decisivo, ya que, junto con Alemania e Italia, es uno de los principales accionistas del BEI, cada uno con cerca del 19 % del capital. Alemania ya ha expresado su respaldo a Calviño, al igual que Portugal. Para ser elegida, Calviño necesita el apoyo de 18 Estados miembros que sumen al menos el 68 % del capital del banco.
A pesar de ser la principal favorita, Calviño enfrenta competencia de otros candidatos, incluyendo a Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea; Teresa Czerwińska y Thomas Östros, ambos vicepresidentes del BEI; y Daniele Franco, exministro italiano de Finanzas.
El BEI, fundado en 1958, juega un papel crucial en la financiación de proyectos alineados con los objetivos de la Unión Europea, como el fomento del crecimiento económico, el empleo, la lucha contra el cambio climático y el apoyo a políticas europeas en terceros países.
La elección de la presidencia del BEI se realiza a través de un proceso formal que comienza con la recomendación del consejo de administración del banco, seguido de la aprobación por parte de la junta de gobernadores del BEI.
De ser elegida, Calviño ocupará el cargo por un mandato de seis años renovable y recibirá un salario anual de aproximadamente 370.000 euros.
Calviño, cautelosa
Al ser consultada sobre su candidatura, Calviño pidió «prudencia» y señaló que se siente respaldada por una «candidatura fuerte». Su eventual elección implicaría un giro importante en el gabinete de Pedro Sánchez, quien ya contempla un sustituto para el Ministerio de Economía.
Describió sus futuros retos como: «Desde financiar la transición verde al apoyo financiero a la reconstrucción de Ucrania, el impulso al papel del BEI en el ámbito internacional o la simplificación y la agilización de todos los procedimientos. Hay mucho trabajo por delante y por eso España ha puesto sobre la mesa una candidatura fuerte», defendió.
Esta situación se enmarca dentro de un contexto más amplio, ya ue los ministros de Economía de la UE también están discutiendo la reforma de las reglas fiscales, punto crucial en la agenda de la presidencia española del Consejo. Calviño ha advertido que las negociaciones sobre este tema podrían extenderse, anticipando una «larga noche» en Bruselas.
Francia en la encrucijada
La decisión de Francia, por lo tanto, influirá en el futuro del BEI y tendrá un impacto profundo en la política y economía de la Unión Europea.
«Francia tiene una posición conocida por sus socios y que hará pública el viernes por la mañana», explicaron fuentes del ministerio de Finanzas galo en vísperas de que los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea designen este viernes al futuro presidente del BEI.
Bélgica, que dirige el proceso por ostentar la presidencia rotatoria de la junta de gobernadores del BEI, envió el viernes pasado a los Veintisiete una carta en la que proponía el nombre de Calviño como candidata que podría contar con el apoyo necesario para hacerse con el puesto.
Los Estados tenían hasta el lunes pasado para enviar sus comentarios y el ministro belga, Peter Van Peteghem, les informará mañana del resultado y constatará si efectivamente la española cuenta con respaldo.
Bélgica había urgido a los tres grandes países a expresar su apoyo para alguno de los candidatos con el fin de instar al resto de socios a hacer lo propio y llegar a una conclusión, pero hasta el momento Francia no ha revelado su apuesta, que podría declinar la balanza a favor o en contra de Calviño.
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