Sumar instrumentaliza la Guerra del Rif para avanzar su agenda política en los colegios

Sumar ha vuelto a poner el foco en el pasado colonial español al exigir que el currículo educativo de Secundaria y Bachillerato incorpore una reinterpretación «crítica» del colonialismo en Marruecos. Presenta esta medida como una supuesta herramienta para frenar los discursos racistas de la ultraderecha, aunque en la práctica se traduce en una nueva propuesta para revisar la enseñanza desde su propio prisma ideológico.

El partido llega a plantear que el Protectorado y la Guerra del Rif formen parte de la «memoria democrática», equiparándolos a episodios de represión interna del siglo XX. Propone incluir actividades, actos de reconocimiento e incluso mecanismos de «verdad, justicia y reparación», conceptos que Sumar lleva tiempo intentando extender a cualquier episodio histórico que encaje con su narrativa política. En su argumentación, recalcan que aquel conflicto fue «escuela militar» para Franco y Mola, un elemento al que recurren sistemáticamente para vincular cualquier revisión del pasado con el franquismo.

La iniciativa, registrada por Aina Vidal y Viviane Ogou, presenta la colonización como un periodo de consecuencias estructurales vigentes y anima a España a copiar el modelo de revisión histórica de países como Bélgica o Países Bajos, que han pedido disculpas por sus abusos coloniales. Para Sumar, España está «en deuda» y no ha asumido su responsabilidad histórica porque, aseguran, el colonialismo está prácticamente ausente del currículo y del debate público.

Según las diputadas, esta ausencia alimentaría discursos «revisionistas y negacionistas» de la extrema derecha, una acusación recurrente del partido para justificar cambios de contenido escolar que sus críticos consideran sesgados o directamente militantes.

Sumar utiliza el caso del Protectorado español en Marruecos entre 1912 y 1956 como ejemplo central, presentándolo como el intento de España por recuperar prestigio internacional tras la pérdida de sus colonias en 1898. Señala también la proclamación de la efímera República del Rif y subraya –con un enfoque claramente unilateral– que la guerra provocó grandes pérdidas españolas y graves daños a la población rifeña, insistiendo en el uso de armas químicas por parte del Ejército español.

De forma alineada con su discurso identitario, el grupo acusa a España de mantener una deuda histórica con la región del Rif y remarca que episodios como el Desembarco de Alhucemas siguen teniendo consecuencias económicas y sociales un siglo después. Todo esto contrasta con decisiones recientes del Congreso, donde PP y Vox han apoyado actividades conmemorativas de dicho desembarco desde una perspectiva militar e histórica, no de «reparación».

Finalmente, Sumar exige que el colonialismo forme parte de la enseñanza con perspectiva «de derechos humanos», impulsar programas de divulgación sobre la Guerra del Rif y promover colaboraciones con instituciones culturales marroquíes, especialmente en el Rif, para avanzar hacia lo que llaman una «memoria compartida». Para sus críticos, se trata de otro intento de instrumentalizar la educación y la historia al servicio de su agenda ideológica.