Ione Belarra y Pablo Iglesias
Podemos
Podemos quiere que sus militantes sean un «ejército de comunicadores» y funden radios y periódicos propios
El partido ha pedido a sus bases que hablen de ellos también en «la barra del bar y por Whatsapp»
La batalla de Podemos contra los medios de comunicación es incesante. La imposibilidad de gobernar que las encuestas vaticinan para los morados les ha impulsado a elaborar una nueva estrategia para intentar cobrar un mayor protagonismo en la sociedad. El partido ha pedido a sus militantes que creen radios, televisiones y periódicos propios para poder difundir el mensaje de la formación liderada por Ione Belarra, especialmente, entre aquellos que desconfían de ellos.
La idea ha sido difundida en un documento interno en el que Podemos ha resumido las ideas resultantes de su Universidad de Otoño, un encuentro con la militancia que se celebró hace dos semanas y en las que la formación tomó decisiones que marcarán su hoja de ruta de cara a los próximos meses.
A los morados no les gustan los medios de comunicación. Al menos, aquellos que no comulgan con su ideología y no transmiten el mensaje tal y como a ellos les gustaría. Han sido muchas ocasiones en las que Podemos ha menospreciado a la prensa e, incluso, ha colocado en la diana a algunos periodistas aunque no fuesen conocidos en el ámbito público.
Para conseguir que su mensaje se difunda de una manera positiva para ellos, Podemos ha incluido dentro de su documento ‘Brújula para ganar la década’ una petición expresa a sus bases. «En la nueva etapa deben florecer por todo el territorio los proyectos comunicativos locales: pequeñas radios, pequeños periódicos, pequeños proyectos audiovisuales utilizando las nuevas tecnologías», se puede leer en el escrito. El objetivo es claro, se trata de intentar «acercarse a la gente» que no les «conoce o desconfía» de ellos en lugar de esperar que sean ellos los que se acerquen.
Ione Belarra durante la Universidad de Otoño de Podemos
El partido excusa esta idea en una premisa que lleva repitiendo desde su fundación en el año 2014. Para los morados «las clases privilegiadas tienen a su servicio a los grandes poderes mediáticos y sus cañones televisivos y radiofónicos» y ellos no tienen «otra arma más que sus bocas y oídos». «Ante la desinformación y los bulos, ante los intentos interesados por difamarnos y sembrar dudas sobre nosotros, ante la manipulación que busca adulterar la democracia, nuestro proyecto político no puede sobrevivir sin un verdadero ejército de comunicadores populares», recalcan.
En la barra del bar
El partido no se conforma con pedir a sus militantes que funden medios de comunicación propios. Podemos quiere que sus ideas se cuelen en cada recoveco de la sociedad. El documento interno insta también a que sus bases «den –todos los días– la batalla de los argumentos y de la verdad en cada red social». Para ello, quieren que sus simpatizantes difundan su mensaje en «cada grupo de WhatsApp, en cada lugar de trabajo, en cada cena familiar, en cada parada de autobús y en cada barra de bar».
Los intentos anteriores
No es la primera vez que Podemos pretende hacerse con medios de comunicación propios. El partido nunca ha ocultado sus pretensiones. El propio ex secretario general, Pablo Iglesias, aseguró en una entrevista que «la existencia de medios de comunicación privados ataca a la libertad de expresión». La formación incluyó también en su programa electoral la intencionalidad de aumentar el control sobre los medios de comunicación e, incluso, la intención de que los jóvenes estudiasen sobre ello en los colegios para poder diferenciar cuáles eran las «fake news».
El en año 2018, Podemos decidió poner en marcha un periódico propio en el que el partido se encargaba de alabar sus iniciativas. El poco interés suscitado les llevó a cancelarlo en la primera entrega.
Además, la formación también ha hecho uso en varios momentos de su andadura una herramienta de textos para elaborar noticias propias que luego difundían como informaciones de prensa independiente.
En el acuerdo de investidura alcanzado con los socialistas, Podemos incluyó en el punto 5.9 que «desde el respeto escrupuloso a la libertad de expresión e información» se impulsaría una estrategia nacional para la lucha contra la desinformación.
Estas palabras, que fueron repetidas por Sánchez en su discurso de investidura en el Congreso, suponen «la elaboración de guías, mejores prácticas y cursos para combatir la desinformación en internet y redes sociales».
El partido quiere el control de los medios de comunicación o, en su defecto, la creación de los suyos propios.
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