Suárez Illana y García-Margallo durante la presentación del libro de Garcés.
Literatura
García-Margallo: «España es la única nación del mundo que periódicamente cuestiona su esencia»
El exministro de Exteriores con Rajoy señala durante la presentación del último libro de Mario Garcés que la 'Marca España' ha desaparecido
Escrita en 11 días, ‘La huella española en la Ruta 66’ transporta al lector por la geografía norteamericana de costa a costa. El autoproclamado liberal Mario Garcés aporta luz con su pluma, o teclado, a «la sombra del desconocimiento» que se cierne sobre la Historia española a través de 15 episodios, como las 15 etapas de la ruta. «Un libro ameno, curioso, divertido y que habla de España», explicó este jueves en la presentación el prologuista y exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación con Rajoy, José Manuel García-Margallo.
Mario Garcés y Ruta 66 (EE.UU.)
Ante la expectante mirada de más de dos centenares de amigos y simpatizantes populares del portavoz adjunto del Grupo parlamentario popular en El Congreso, Mario Garcés presentó este jueves su última obra literaria. Un concurrido evento en el Eurostars Madrid Tower que iba a contar con la presencia de Pablo Casado, pero que finalmente fue sustituido por otro primera espada, Adolfo Suárez Illana. El secretario popular de la Cámara Baja recordó que «pocas naciones en el mundo pueden decir que la Historia del mundo sería incomprensible sin la explicación de su propia nación: una fue Roma, y la otra, indudablemente, España».
Chicago, primera etapa de la Ruta 66 (EE.UU.)
«Hoy no existe la Marca España»
Así de contundente fue García-Margallo en su intervención cuando explicó que a su paso por la cartera ministerial siempre le ha preocupado «la imagen de España en el exterior». Para el popular, esta fama hoy en día se encuentra «extraordinariamente amenazada dentro y fuera de España». A través del clamor kantiano por la importancia de la percepción de la realidad, más que por la realidad misma, el exministro lamentó el poco tiempo que el Estado «ha dedicado a ensalzar su imagen fuera», en todo el orbe, aunque allende tuviéramos presencia en buena parte del mismo. García-Margallo apuntaló que el embrión de la 'Marca España’, concebido por Aznar y desarrollado por él, a su juicio, «desapareció» a su salida del ministerio.
Monument Valley, otra etapa de la Ruta 66 (EE.UU.)
El concepto de ‘Nación'
Bajo una auténtica exposición sobre la coyuntura de la España actual, el exministro señaló que «España es la única nación del mundo que periódicamente cuestiona su esencia». García-Margallo señaló que La «Nación de naciones» de Zapatero fue un desacierto dado el deber de regir los gobiernos de la nación que detenta un presidente del Gobierno. El popular recordó los pactos entre socialistas y nacionalistas del pasado y por ello, en su opinión: «estamos en un momento en que nadie sabe si España es una nación, como dice la Constitución, como dice el artículo 2, o somos una nación de naciones: un Estado autonómico, federal, confederal o un Estado mediopensionista». Para el político, lo más grave de la situación actual es que «nadie sabe cuál es la acción exterior» del Estado español.
Cementerio de Cadillacs, al paso por la Ruta 66 (Amarillo, Texas, EE.UU.)
Más allá de las críticas al Ejecutivo, el popular defendió que «somos un país magnífico para trabajar si somos capaces de alentar el espíritu emprendedor». Por lo que, al igual que los personajes del libro de Garcés emigraron a EE.UU. para buscarse la vida, así hoy España «es diversa internamente y acogedora para los que vienen de fuera».
De once días, uno descansó
Al igual que relata la Biblia Dios creó el mundo en seis días y el séptimo lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora, así Garcés escribió este interesante libro a caballo entre el rigor de la historia y la lucidez de la literatura en once días. De esos once, uno descansó. Un logro difícil de creer si no fuera por la brillante carrera que el popular acarrea a sus espaldas.
Las Vegas, otro hito de la Ruta 66 (EE.UU.)
Mario Garcés, político, escritor y actor
Licenciado en Derecho a los 21 años y a los 23 como inspector de Hacienda, el político ha escrito más de medio centenar de tratados sobre Derecho Público. De entre otros cargos políticos, fue secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad con Rajoy y actualmente es diputado por Huesca en el Congreso de los Diputados. Ocioso sería el lector que llegase hasta el final del currículo de Garcés pues, solo como literato ha publicado con este ya, seis libros, además de haber participado en el rodaje de varias películas en su faceta de actor.
El amor de Garcés
«Tengo un gran amor a mi país, me siento español, no tengo complejos por sentirme español», compartió Garcés como motivo de la presentación de su libro, a lo que agregó: «Yo, directamente reivindico la soberanía de mi españolidad».
Una «capacidad de reivindicar el pasado desde la verdad, no eso que se ha llamado ‘memoria histórica' ni ‘colectiva’» y «a partir de ahí, que rezume pasión» por el pasado español.
Parafraseando a Charles Lummis en la sinopsis de la publicación de Garcés, «la razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados». Un amor por la patria que el político y actor relata en sus páginas a través un asturiano en las revueltas obreras de Chicago, un arquitecto valenciano o un aragonés –como el autor– que se convirtió en el mejor payaso del mundo, allí en EE.UU.
Lealtad no cortesana
García-Margallo destacó de Mario su «lealtad sincera», para quien su compañero de partido «dice lo que piensa, aunque lo piensa y lo que diga no coincida con lo que el César de turno interprete en cada momento». Todo un perfil más que bienvenido dadas las pujas internas que al margen del autor están acaeciendo entre Génova y Sol durante las últimas semanas. Mala suerte que ni Casado, ni Ayuso, ni Almeida estuvieran en la presentación para escuchar estas palabras. Para el exministro, Garcés tiene pasión por España. Un amor que el lector disfrutará desde el sillón de su casa sin tener que coger un coche o una moto para recorrerse los 4.000 kilómetros de la Ruta 66.
Fin de la Ruta 66 (EE.UU.)
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