Luis Edú Acevedo
Un español lleva seis meses en una cárcel de Guinea Ecuatorial
Su familia denuncia la inacción del Ministerio de Exteriores pese a que «delante del secretario de la embajada» fue declarado «inocente»
Todavía no sabe por qué, el español Luis Edú Acevedo se encuentra en el centro penitenciario de Black Beach de Malabo, capital de Guinea Ecuatorial.
¿Su delito? Según su familia «es inocente. El mismo jefe de la comisaría a la que fue trasladado dijo que no había hecho nada, que era inocente», asegura su madre, Eva González. ¿Su pecado? Haber intentado mediar en una discusión tras el intento de robo de un teléfono móvil. «Lo único que hizo fue intermediar para que finalizara la pelea, todo lo contrario a una actitud delictiva. Esto es surrealista», asegura Eva.
Al parecer, todo comenzó cuando en una calle de Malabo, Luis Edú Acevedo medió en una pelea. Fue detenido y llevado a comisaría. Fue puesto en libertad, pero a los días fue llamado para firmar un papel que no había firmado a su paso por la comisaría. «Acudió con el secretario de la embajada española. Él mismo pudo escuchar cómo el jefe de la comisaría les aseguró que no había hecho nada». Motivo por el cual, el secretario se fue más tranquilo. «Pero tal fue irse él, cuando volvieron a coger a Luis», asegura su madre. De comisaría a la cárcel. Y en la cárcel hasta el día de hoy.
«Que el Ministerio haga algo»
«Por eso, lo que pedimos, lo que queremos, es que la embajada haga algo. Ellos mismos escucharon cómo mi hijo es inocente. Sí, dicen que van a visitar a Luis a la cárcel. Pero para eso ya está su padre. Lo que necesitamos es que la Embajada o el Ministerio de Asuntos Exteriores haga algo».
«Entiendo que es un país en el que no te puedes inmiscuir en asuntos internos», añade. Pero el caso de Luis Edú Acevedo no es un asunto interno, puesto que se trata de un ciudadano español. Aunque nació en la capital guineana, cuenta con la nacionalidad española. Estudió en España y Canadá y apenas llevaba 5 años en el país africano.
Chocolate de Sampaka
Fue entonces cuando se hizo con las riendas de la Finca Sampaka, una terreno de unas mil hectáreas dedicado sobre todo al cultivo del cacao. Allí no solo ha mantenido la tradición del cultivo ya como tercera generación en la finca, sino que ha apostado por la innovación y se ha lanzado a la producción de chocolate. Pero manteniendo el aire tradicional. «Nuestro producto es mejor que el que se produce a nivel industrial. En las industrias cogen todo el cacao y sacan el producto. El cacao que usamos aquí es el mejor: lo seleccionamos grano a grano. Con lo cual, es un cacao de alta calidad», defendía el joven empresario hace tres años en la revista Guinea Ecuatorial Emprende.
La Finca Sampaka no es solo famosa por la calidad de su cacao. También lo es porque fue inspiración para Luz Gabás y su novela Palmeras en la nieve, una de las más vendidas en los últimos años y que luego se convirtió en película. Allí, en la Finca Sampaka trabajó el padre de Gabás y de las historias que le narraba a su hija salió la novela.
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