Ignacio Garriga
Entrevista
Ignacio Garriga: «El cambio del Tribunal de Cuentas demuestra la corrupción del bipartidismo»
El presidente del grupo parlamentario de Vox en Cataluña afirma que «todos los españoles pagamos la fiesta a unos delincuentes». Además, carga contra el PSC: «Es parte del problema, es la muleta del separatismo»
Ignacio Garriga recibe a El Debate en su despacho del Parlament. Despacho que costó conseguir, porque a pesar de ser la cuarta fuerza política en la cámara catalana, sólo por detrás de PSC, ERC y de Junts, enviaron al grupo parlamentario a la última planta del Parlament, a la buhardilla, y en un espacio además muy reducido. Allí trabajan, repartidos en tres despachos, diputados y asesores.
En uno están los portavoces del grupo, en otro los diputados y el jefe de Gabinete, y en el otro, los asesores. Han colocado hasta biombos para poder tener más privacidad a la hora de trabajar. En esa planta no hay salas de reuniones, a diferencia de las que se encuentran más abajo, donde están el resto de grupos parlamentarios. Ignacio Garriga ha repasado con El Debate algunos de los temas de actualidad en Cataluña y en el resto de España.
–Esta semana hemos conocido cómo el Tribunal de Cuentas ha rectificado su postura, ha aceptado el aval con dinero público para los ex altos cargos investigados por la acción exterior de la Generalitat.
–Eso demuestra la corrupción del bipartidismo. Es una decisión fruto del reparto entre PP y PSOE y el resultado es que todos los españoles pagamos la fiesta a unos delincuentes. Es intolerable. Y nosotros seguiremos trabajando para ensanchar esa mayoría social y poder desalojar a los que nos han conducido a Cataluña al desastre en el que vivimos, que no sólo ha sido el separatismo, sino también lo han conseguido de la mano del partido socialista y el PP , con los últimos colaboradores necesarios, que han sido Ciudadanos. En un momento determinante pudieron hacer algo, que es desarmar completamente al separatismo con el 155, pero pensaron sólo en intereses partidistas y convocaron elecciones, cuando desde nuestro punto de vista tenían que haber intervenido TV3 o cerrar embajadas. Suspender, en definitiva, la autonomía de verdad. Pero no lo hicieron. Y de esos polvos, estos lodos.
Seguiremos trabajando para ensanchar esa mayoría social y poder desalojar a los que nos han conducido a Cataluña al desastre en el que vivimos
–Ya había un aviso de lo que podía suceder. Se retiró la Abogacía del Estado y dejó sola a Societat Civil Catalana en todo este proceso en el Tribunal de Cuentas.
–No es nada nuevo. Estamos acostumbrados a que los sucesivos gobiernos de la nación hayan claudicado ante el separatismo, independientemente del color, unos rojos, otros azules. Pero los catalanes hemos estado abandonados permanentemente por los gobiernos de España. Por eso es importante trasladar el mensaje de que esto se ha acabado, que ni los catalanes ni los españoles están solos, abandonados, ante el rodillo separatista. Y que más pronto que tarde, cuando lleguemos a las instituciones del Gobierno verán que lo que ha faltado durante décadas ha sido determinación y voluntad política.
–Insiste en el mensaje de que los catalanes no están solos. ¿Pero cuántos años llevan escuchando los catalanes este mismo eslogan? Lo han repetido unos y otros.
–Han generado frustración entre los catalanes los sucesivos partidos. Pero yo me erijo como el verdadero líder de la oposición a este movimiento de degradación política, moral y económica social que ha liderado el separatismo de la mano de la izquierda, del señor Illa ahora, e Iceta hace unos años. No les vamos a defraudar, abandonar y vamos a trabajar hasta las últimas consecuencias. La prueba evidente es que yo he dejado un escaño cómodo en el Congreso, siendo el portavoz adjunto del grupo parlamentario, y vengo a la trinchera, junto con diez compañeros más, parar recuperar esa Cataluña que el separatismo nos ha arrebatado, recuperar la libertad, y, en definitiva, demostrar a a los catalanes que es posible hacer política pensando en ellos, no pensando en debates estériles, y en falsos problemas que no afectan a su día a día.
–Se erige como líder de la oposición, no sé si del constitucionalismo. Ahora hay un debate precisamente sobre si se tiene que presentar unido.
–Mostrando el respeto que me merece nuestro ordenamiento constitucional, me desmarco del concepto constitucionalista. Nosotros vamos más allá de la Constitución. Queremos liderar un movimiento de reacción nacional en Cataluña. A los catalanes no les va a mover defender un texto, unos artículos constitucionales, sino el amor a su patria, a su identidad catalana, el amor a su tierra, a su lengua, el amor a su libertad, que le ha sido arrebatada. Algunos están instalados en un debate alejado. Y seguramente una de las causas por las que ha no han tenido verdadera movilización, es porque no estábamos tocando las teclas necesarias que es lo que mueve a un patriota, que es el luchar por su libertad, el luchar por su seguridad, por garantizar el bienestar de sus hijos, de las futuras generaciones y el sentirse parte de algo, de una gran nación, como es España, con la peculiaridad de ser catalán en esta tierra, como un vasco en Vascongadas.
Quiero liderar ese sentimiento patriota que se vive en Cataluña y que estoy convencido de que será mucho más eficaz que no los que levantan la bandera del constitucionalismo. El 14 de febrero los catalanes ya se pronunciaron. La primera fuerza política nacional es Vox. El PSC no se puede contar ni entre los constitucionalistas ni entre los nacionales, porque son la muleta del separatismo, los que permitieron el Estatut, montaron el tripartito y como estamos viendo en esta legislatura, los que están permanentemente mendigando al señor Aragonés entrar en su gobierno o facilitarle todo tipo de pactos. La primera fuerza nacional es Vox, la que ha de liderar esa recuperación nacional de Cataluña y volverla a poner como uno de los motores económicos de España y devolverla al proyecto común.
Y eso de que la unión puede beneficiar, lo pongo en duda. Ahí está Andalucía. El PP fue incapaz de desalojar al gobierno corrupto de Andalucía durante décadas y tuvieron que concurrir tres marcas diferentes para poder desalojarlo. Rehúso de que juntos nos va a ir mejor porque somos más transversales que otras formaciones políticas. Llegamos a gente que otros no llegan, y a la inversa. Estamos bien así.
Quiero liderar ese sentimiento patriota que se vive en Cataluña y que estoy convencido de que será mucho más eficaz que no los que levantan la bandera del constitucionalismo
–¿Pero no se puede perder voto por esa fragmentación?
– No me puedo erigir en propietario voto de los ciudadanos. Vox ofrece un proyecto ilusionante, los catalanes han despertado esa ilusión que tenían mermada por tanta frustración de décadas por partidos que decían que iban a hacer muchas cosas y luego no hacían nada. Y han visto que nosotros, aunque sin gobernar, obviamente, decíamos en campaña electoral lo mismo que estamos planteando en el Parlament: islamización, inseguridad o acabar con los chiringuitos feministas y ecolojetas. Por lo tanto, la gente se está dando cuenta de que es posible hacer política de otra manera y eso al final nos acabará dando la razón. La verdadera razón para no perder el voto es despertar ilusión y ser coherentes con un mensaje.
–De momento, a nivel nacional, algunas encuestas, apuntan a que Vox puede adelantar al PP.
–Son encuestas, pero ya empiezan a recoger las empresas demoscópicas lo que hasta ahora habían negado y nosotros habíamos visto en la calle, que es una gran movilización e ilusión en torno a un proyecto que pretende garantizar la prosperidad de los españoles y que lo que nosotros hemos dicho a lo largo de nuestra trayectoria se lleva a cabo en un gobierno. No hay ningún sorpaso que nos mueva más que al Partido Socialista. Nos dan igual que las encuestas hablen de sorpaso a uno u a otro. Queremos dar el único que nos preocupa: al Partido Socialista para llegar a Moncloa y devolver a España los que nos han estado robando durante años socialistas, comunistas, separatistas y los herederos de ETA.
Ignacio Garriga
–Ya que habla del Gobierno. ¿Cómo cree que actúa con la guerra en Ucrania?
–El PSOE no está legitimado para liderar ningún tipo de respuesta, porque en el seno del Gobierno están los amigos de los miembros que forman parte del Grupo de Puebla o de Foro de Sao Paulo, que son los mismos que promueven este conflicto armado. Más claro, el agua.
–Volviendo a Cataluña, Vox no lo tiene fácil ni en las calles, ni en el Parlament. Se ha establecido lo que independentistas y grupos de izquierda hablan de cordón sanitario a la ultraderecha.
–Demuestra el sectarismo del separatismo y de la izquierda que lleva instalado hace décadas en Cataluña y que ha llevado a que esta comunidad haya pasado de ser uno de los motores económicos del conjunto de la nación, a ser el farolillo rojo. Eso demuestra también que son incapaces de rebatir todos y cada uno de los argumentos que ponemos sobre la mesa. Cuando denunciamos la inmigración ilegal que roba la seguridad de los vecinos en las calles, nos insultan. Pero son incapaces de rebatir con argumentos. Cuando decimos que el separatismo se comporta como una auténtica mafia por las estructuras de infinitos chiringuitos, nos insultan, porque son incapaces de reconocer que han creado un entramado donde tienen colocados a sus amiguetes. Denunciamos su falso feminismo y ecologismo y nos insultan también. No no tienen argumentos. Nos ven como una fuerza que penetra en muchos barrios de Cataluña, que llegamos a clases medias y populares cansadas de que los políticos no hagan nada. Y creen que colocándonos falsas etiquetas del insulto, de la estigmatización y de la permanente demonización, van a evitar lo que ya es imposible frenar, y es que Vox cada vez se implanta más en los barrios humildes y clases populares, en Cataluña y en toda la nación. Ya es el momento de que pasen a la fase de la aceptación. Porque además esos discursos de estigmatización tienen consecuencias en forma de piedras, de ataques a nuestras carpas y de violencia en las calles. La próxima pedrada que caiga en la cabeza de un militante será responsabilidad exclusiva de Aragonès, Illa y de aquellos que llevan alentando ese discurso de demonización.
Vox cada vez se implanta más en los barrios humildes y clases populares, en Cataluña y en toda la nación
–Aragonès les ha llamado nazis en el Parlament.
–Es de una gravedad sin precedentes, que un presidente de la Generalitat insulte con términos de tanta gravedad y con capacidad de mancillar una parte de la historia que es aterradora. Tiene suerte de tener inmunidad parlamentaria, porque si no, ya estaría en el banquillo por una denuncia por parte nuestra. Es intolerable que llame nazis a más de cuatro millones de españoles.
–Hablemos de educación, donde hay muchos frentes abiertos. Con la lengua, para empezar. Falta unas semanas para que la Generalitat tenga que aplicar la sentencia del 25 % de castellano, pero a tenor de las últimas declaraciones del consejero de educación, no parece que vaya a ser así.
–Por cosas como esta exigíamos que se suspendiera la autonomía de Cataluña. Vemos que el consejero, de la mano del presidente de la Generalitat, están en rebeldía. Han dicho alto y claro que no piensan cumplir con una resolución judicial. En cualquier lugar del mundo eso sería impensable. Pero aquí se ha aceptado como normal. Éste es uno de los grandes trabajos: se ha acabado la impunidad para los delincuentes y los golpistas. ¿Qué quiere decir? Que si incumplen las sentencias, los sentaremos en el banquillo para que paguen por ello. No pueden seguir creyendo que están por encima de la ley. Aquí hay que remontarse a años del PP. ¿Por qué estamos en una situación en la que los catalanes tenemos que pelear por ser educados en la lengua de nuestra nación? Porque ha habido dejación de funciones durante décadas por parte de los distintos gobiernos. Los que ahora se rasgan las vestiduras son los que han claudicado, los que cedieron ante el separatismo con el señor Pujol con la mal llamada inmersión lingüística, que en realidad es la inmersión separatista. Hay que decirlo alto y claro. Revertiremos todas y cada uno de esas leyes, y entre otras cosas, cuando tengamos mayoría, exigiremos la devolución de las competencias al gobierno nacional, porque mientras que el separatismo tenga entre sus manos las competencias de educación y el dinero, crecerá más y también será mayor el desafío al conjunto de España. Hay que garantizar la escolarización en español, y nada de porcentajes, porque eso es insultante. Y eso pasa pro hacer políticas que no se han hecho hasta ahora.
Ignacio Garriga, durante la entrevista
–Una de las respuestas del Govern a la sentencia del TSJC sobre el castellano es el llamado Pacto Nacional por la Lengua en la que participa el PSC.
–Una vez más se muestra cómo el PSC ni es alternativa al separatismo, ni solución de nada. Es parte del problema, es la muleta del separatismo. El señor Illa es el botón de Aragonès que va a Moncloa a trasladar los mensajes. ¿Cómo puede erigirse como líder de la oposición o la alternativa?. Si es que hace sólo unas semanas en el Parlament, Illa le reprochaba a Aragonès que no se cumplía bien con la ley audiovisual en los cines en relación a la implementación del catalán. Algo insólito. Illa exigiendo a Aragonès que se produjeran o se proyectaran más películas en catalán. Es algo insultante para el conjunto de los catalanes, que habían creído en Illa como alternativa porque se presentó como la el gran cambio. Pero ha sido el gran bluf y el gran traidor, como ha demostrado durante décadas el partido socialista, que ni defiende a los trabajadores, las clases humildes ni los problemas reales. El consejero de Educación también ha eliminado los conciertos, de momento en secundaria, a las escuelas que ofrecen educación diferenciada. Eso demuestra el sectarismo del separatismo y de la izquierda, que niegan a los padres la libertad de elegir el modelo de educación que quieren para sus hijos. Se esconden en falsos discursos ideológicos. Pero en el fondo, lo que persiguen es ir en contra de ese modelo de educación cristiana, en valores, que pone en valor a la familia. Ese es su verdadero objetivo. Hoy la excusa es la diferenciada. pero pasado mañana serán las cruces en las aulas.
Una vez más se muestra cómo el PSC ni es alternativa al separatismo, ni solución de nada. Es parte del problema, es la muleta del separatismo
–¿Y la escuela diferenciada es la punta de lanza de un ataque a la concertada?
–Desde luego. El separatismo y la izquierda usan ahora a la diferenciada, pero lo que pretenden es acabar con la escuela concertada y privada para poder hacer ese proyecto totalitario que quieren de conseguir una escuela pública catalana ecologista y feminista. Pero nos tendrán enfrente. Porque su proyecto truncará el principal objetivo de la educación, que es ser un ascensor social. El separatismo quiere destruirlo. Es de una gravedad tremenda. Y también es dramático. Y poco se habla, como además del adoctrinamiento ideológico en los colegios también introducen la educación sexual a menores de edad a edades muy temprana. Y esto es de una gravedad extrema, y poco se conoce. Haremos una campaña para que los padres conozcan lo que está haciendo el separatismo y la izquierda en la educación, y que es un auténtica perversión de los menores.
–Uno de los debates también es la falta de libertad en las universidades, como lo demuestran los sucesivos ataques a los jóvenes de S'ha Acabat.
–Son ataques a entidades que defienden la libertad para trasladar un mensaje en la sociedad catalana que ha sido secuestrada por el separatismo y que ha condenado a la muerte civil a muchas personas. Hay que recuperar esos espacios de libertad en las universidades y se hará plantando batalla ante esos totalitarios. Cada vez que hay lío, allí estamos nosotros para demostrar que ni las calles, ni los barrios, ni las universidades son suyas.
Hay que recuperar esos espacios de libertad en las universidades y se hará plantando batalla ante esos totalitarios
–Es una situación promovida por el gobierno de la Generalitat. La consejera de Universidades ha instado a limitar, cuando no vetar, actos de S'ha Acabat.
–En Cataluña hay un anomalía democrática que no podemos permitir que se normalice. Hay consejeros que llaman a la desobediencia, a la persecución civil de compatriotas suyos, en las universidades o en otras entidades; presidentes de la región que llaman a combatir a la cuarta fuerza política del Parlament; eso se tiene que acabar con contundencia, con voluntad política y no con compadreo. Esto ya lo han visto los catalanes. Esta es la gran aportación de Vox. Dar la batalla frontal contra el separatismo, liderar los temas sociales que los catalanes veían como abandonados: listas de espera en la sanidad, déficit viviendas protección oficial, seguridad, temas que aquí estaban sepultados. Y dar batalla cultural frente a esta deriva progre que va desde la CUP hasta el PP, y que se comía la agenda que marcaba la izquierda.
–Otra de las cuestiones que más denuncia Vox es la inseguridad, que en Barcelona se ve reflejada en los diferentes barómetros que hace el Ayuntamiento.
–Los datos del ministerio son claro. Año tras año crece la criminalidad en Cataluña por la complicidad del Govern con los delincuentes, por la falta de mano dura y por cómo la Generalitat ha contribuido a la pérdida de credibilidad de las fuerzas de seguridad del estado que operan en Cataluña. Y Cataluña es el paraíso de la okupación, de los delincuentes y de otra cuestión que nadie dice: lideramos también el número de detenciones de islamistas. Lideramos una nueva amenaza: el islamo-izquierdismo. Asociaciones proislamistas contrarias a nuestra forma de vivir, de entender la vida, que generan problemas en los barrios y que pueden suponer un grave problema a largo plazo. Cataluña es Francia con 10 años de retraso y podemos convertir a muchas de nuestras ciudades en 'Marsellas'.
Cataluña es el paraíso de la okupación, de los delincuentes y de el número de detenciones de islamistas
–Falta de credibilidad en la policía, entre otras cosas por la politización de los Mossos. Hemos visto estas últimas semanas un gran debate sobre esta cuestión.
–Han generado descrédito en los Mossos casi al mismo nivel que cuando los instrumentalizaron para dar el golpe de Estado. Hemos visto cómo un consejero cesa al Mayor de los Mossos y recoloca a ciertos mandos operativos para contentar a todos aquellos que lo habían colocado a él como conseller. Han demostrado lo que son: una mafia. Controlan y manipulan la policía, los medios de comunicación y también el dinero de todos los catalanes malversándolo, por ejemplo, en la consejería de exterior o pagando la fiesta del separatismo, como en Waterloo. Eso es el claro ejemplo de lo que hemos denunciado: la mafia separatista.
–Un cuestionamiento hacia Interior y los Mossos que hace la propia presidenta del Parlament cuando haciendo caso omiso a las directrices de la consejería va a cortar la avenida Meridiana
–Esto es otra anomalía democrática. En ningún lugar está escrito que los catalanes tengan que vivir el yugo del separatismo y sufrir cortes en las calles, o ver que la presidenta del Parlament que debería ser neutral, lidere actos delictivos. Falta mano dura con el separatismo. Insisto en que se tiene que suspender la autonomía de Cataluña hasta que esta gente entre en razón. Rebeldía de los consejeros, de la máxima autoridad del Parlament, del presidente de la Generalitat, y mientras tanto, los catalanes están abandonados: no hay pisos de protección oficial, somos líderes en okupación, el 30 % de los catalanes están en riesgo de exclusión social mientras que esta gente se está repartiendo los miembros del CAC, de la Sindicatura de Cuentas, del Síndic. Es tremendo.
En economía, Cataluña va perdiendo claramente posiciones en detrimento de otras comunidades autónomas. No digamos ya de Madrid. Ha pasado de ser el motor de España al farolillo rojo. Y eso pasa porque no hay seguridad jurídica. El mensaje de los líderes separatistas y de la izquierda es el que es. Están más preocupados en destinar el dinero en su proyecto ideológico y rupturista, que en generar empleo y actividad económica y volver a ser esa Cataluña liderada por el espíritu del 92. Ahora hemos pasado a liderar el espíritu de los años 80, que es esa Barcelona de la heroína, de la inseguridad, de la droga, de la okupación. Queremos recuperar lo que habíamos sido.
En economía, Cataluña va perdiendo claramente posiciones en detrimento de otras comunidades autónomas
–Un gobierno catalán que invierte, y no poco, en cambio, en la llamada acción exterior.
–Debería cerrarse esta consejería. Es un gasto superfluo, invade competencias y sólo sirve para generar odio y enchufismo clientelar a los cuatro amigos del procés. Basta ya de malversar los fondos públicos y que se destine a lo que toca. Además de que han servido para crear un relato falso de España, que aquí los gobiernos de la nación no han contrarrestado en el exterior. También se dedica a pagar viajecitos de varios amigos. Hace poco denunciamos cómo la consejera se gastó 30.000 euros en un viaje a México de cinco días. Que esto se lo explique a esos que están en las colas del hambre; que no tiene acceso a vivienda de protección oficial, o a los 248 mil hogares en los que todos sus miembros están en el paro. Y todos ellos tienen que ver cómo la consejera se gasta 30 mil euros en cinco días.
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