Hace poco más de un año, Santiago Abascal, en Ceuta
Soberanía nacional
Vox echa otro pulso al Gobierno y le insta a que Marruecos reconozca la soberanía española de Ceuta y Melilla
Va camino de los tres meses el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de respaldar unilateralmente la propuesta del Reino de Marruecos sobre el territorio del Sáhara Occidental. Sin consulta previa al Congreso de los Diputados, ni respaldo del Consejo de Seguridad ni de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por ello, el grupo parlamentario de Abascal ha decidido calificar estos hechos de «grave violación del derecho internacional» y acometer una medida que ab initio podría parecer irrelevante.
Si hace apenas dos meses, Vox vio las orejas al lobo antes de que Sánchez se reuniera con Mohamed VI y pidió el cierre de fronteras en Ceuta y Melilla, el pasado lunes dio un paso más –puesto que ha sucedido exactamente lo contrario y el presidente del Gobierno acordó abrir dichas fronteras a mercancías y personas después del insólito reconocimiento histórico del Sáhara Occidental–.
Vox es el único partido político que propone la inclusión de Ceuta y Melilla bajo el brazo protector de la OTAN
Vox ha presentado una proposición no de ley (PNL) instando al Ejecutivo a que promueva diplomáticamente el «reconocimiento explícito y sin reservas» por parte del «Reino de Marruecos» de algunos territorios españoles puestos en jaque por los países del continente vecino. En concreto, de las ciudades autónomas de Ceuta, Melilla, de las islas Chafarinas, de los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera y del islote de Perejil.
¿Qué consecuencias tiene para Vox?
La PNL de Vox ya se ha tildado de «sinsentido» por algunos diputados de la bancada popular y socialista, tal y como confiesan a este medio. Sin embargo, pocas o ninguna de las iniciativas que la formación de Abascal ha acometido desde aquella petición de presentarse como acusación popular contra los indultos concedidos a los independentistas catalanes han caído en saco roto. Como publicó El Debate, sólo con la fallida moción de censura a Pedro Sánchez por su gestión de la pandemia por la Covid-19, la afiliación de Vox experimentó su mayor subida histórica.
No se disponen de datos suficientes como para afirmar que el fin de estos movimientos de Vox sea el de crecer orgánicamente. Sin embargo, del histórico de afiliaciones que ha conocido este medio subyace una conclusión. Después de ciertos acontecimientos o tres o cuatro semanas antes de comicios regionales (véanse los casos catalán o castellanoleonés), sus simpatizantes se multiplican.
También crece, viendo el incremento de actividad de sus potenciales votantes en redes sociales, cuando el partido se queda solo defendiendo el ideario que más difiere del resto de grupos parlamentarios: la seguridad nacional, la propiedad privada o la vida.
Quizás su éxito se deba a la claridad de su hoja de ruta. Tanto, que hasta su vicepresidente primero de Acción Política y el que siempre da cuenta pública de la formación cada lunes, Jorge Buxadé, le ha dedicado un libro a la cuestión: 'Soberanía, por qué la Nación es valiosa y merece la pena defenderla'. Por cierto, se publicó recientemente.
Pertinencia de la solicitud
La medida del partido conservador llega en un momento clave para el país. El pasado lunes, el Ejecutivo celebró el 40 aniversario del ingreso de España en la OTAN sin su socio de Gobierno morado. De igual forma que a final del presente mes, Madrid será la anfitriona de la Cumbre de la Alianza Atlántica. Sin embargo, nada se comentó entre los grandes líderes atlánticos durante la celebración del aniversario sobre extender el brazo protector atlántico a las ciudades autónomas españolas.
Algo a lo que Vox dedicó hasta un encuentro en las mismísimas Islas Canarias el pasado noviembre, para defender la frontera sur. También, un encuentro a principios de 2022 en la capital con otros líderes europeos conservadores para abrir un debate crítico con las políticas europeas, entre las que se abogó por una mayor protección del espacio común y mayor dureza contra los inmigrantes que entren ilegalmente en territorio comunitario.
Así, esta PNL de Vox se erige como otra carta más del castillo de naipes que cada vez tiene mayor implantación territorial, como el reciente aniversario de su irrupción en las instituciones catalanas o el joven primer gobierno de coalición con el PP en Castilla y León. En esta ocasión, con la pretensión de defender el territorio español.
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