Margarita Robles confirma que no hay ningún militar español herido en el terremoto de Turquía
Contundente réplica de Robles al presidente del Senado marroquí, que dijo que Ceuta y Melilla están «ocupadas»
La ministra de Defensa contesta a la cuarta autoridad de Rabat: «Con absoluta claridad y total contundencia, son españolas»
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reivindicado una vez más la españolidad de Ceuta y Melilla. De esta manera, Robles responde a unas polémicas declaraciones del presidente del Senado de Marruecos, quien ha afirmado que estas ciudades son propiedad de su país y que en estos momento «están ocupadas».
«Con absoluta y total contundencia, Ceuta y Melilla son españolas; no hay más que discutir», ha dicho la ministra Robles en una entrevista televisiva tras ser preguntada por las palabras de Enaam Mayara, presidente de una de las cámaras parlamentarias marroquíes. Mayara asegura que Ceuta y Melilla «están ocupadas por España». También vaticina que «serán recuperadas en un futuro por la vía de la negociación». El político de Rabat asegura que esto se hará «sin recurrir a las armas».
La cuarta máxima autoridad de Marruecos y miembro de la cúpula del partido nacionalista Istiqlal se pronunció de este modo en un acto organizado por la rama femenina de su formación, precisamente con motivo del primer aniversario del inicio de la nueva etapa en la relación tras el encuentro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con Mohamed VI en Rabat el 7 de abril de 2022.
«El Gobierno es claro: no hay debate en esta materia, no hay ninguna posibilidad de debate ni nada más que discutir», ha señalado Margarita Robles al ser preguntada si el Ejecutivo de Pedro Sánchez pedirá una rectificación a Marruecos. «Me siento muy ceutí y melillense porque me siento española», se ha limitado a contestar la ministra de Defensa, sin entrar a valorar las «declaraciones de cada uno» y recordando que ella misma ha visitado ambas ciudades.
El acercamiento de Sánchez a Marruecos, virando la posición española sobre el Sahara de un día a otro y sin informar al Parlamento y al Rey, ha provocado el enojo de Argelia con España y ha dado alas a algunos sectores marroquíes en su reclamación sobre las plazas españolas de Ceuta y Melilla.
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