Carles Puigdemont y Santos Cerdán en la reunión con la que escenificaron el acuerdo de investidura, en octubre de 2023
Un borrado imposible
El Gobierno rehúsa reconocer el papel clave de Cerdán en la investidura de Sánchez: «Hay mucho mito»
La portavoz sostiene, por el contrario, que fue posible «gracias al voto de más de 12 millones de personas». Horas antes, Montero había afirmado que el preso «no tiene que ver con el PSOE»
El borrado del rastro de Santos Cerdán en el PSOE avanza rápido. La vicepresidenta María Jesús Montero se refirió el lunes a él como «una persona que no tiene que ver con el PSOE» tras su ingreso en prisión y, este martes, la portavoz del Gobierno rehusó reconocer su papel clave en las negociaciones para la última investidura de Pedro Sánchez.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Pilar Alegría fue preguntada si esa investidura habría sido posible sin las gestiones del entonces número tres del PSOE con Junts, Bildu y el PNV. Toda vez que, en su declaración ante el juez Leopoldo Puente, el propio Cerdán aludió a su «decisiva participación en la formación de un Gobierno progresista», según transcribió el instructor en su auto de encarcelamiento.
Su respuesta de Alegría fue un quiebro: «La investidura fue posible gracias al voto de más de 12 millones de personas, que plantearon para este país un Gobierno progresista y que dijeron ‘no’ a un Gobierno de la derecha y la ultraderecha. Y gracias a esos votos, y gracias a esos más de 12 millones de ciudadanos, hace 12 años tenemos un Gobierno progresista», señaló. Y añadió, a renglón seguido: «Un Gobierno, por cierto, que va a continuar hasta el año 2027, porque merece la pena seguir transformando y mejorando este país».
Fuentes de la Moncloa niegan haber «escondido» el nombre de Cerdán tras el informe de la UCO y tras su destitución fulminante, y tampoco desde su entrada en prisión. Sin embargo, las mismas fuentes sostienen que hay «mucho mito» en torno a su papel en las negociaciones para la reelección de Sánchez, en noviembre de 2023.
La realidad, no obstante, es que Cerdán fue uno de los tres integrantes del equipo negociador que designó Sánchez, junto con Montero y con Félix Bolaños. El ahora preso, que es navarro, está bien relacionado en el PNV y en Bildu. Con este último partido pactó -entre otras cosas- la entrega del Ayuntamiento de Pamplona a cambio, que se sustanció un mes después de la investidura.
Además, fue capaz de tejer una relación de confianza con el secretario general de Junts, Jordi Turull, que allanó el camino hacia el voto favorable de los siete diputados de Carles Puigdemont. Con la amnistía como contrapartida. Cerdán también fue el que viajó a Bruselas para reunirse con el fugado en octubre de 2023 y escenificar ese acuerdo de investidura con una foto que el PSOE distribuyó a la prensa.
Desde la Moncloa se quejan de que es «tramposo» dar a entender que todas las negociaciones de investidura están viciadas de origen por el hecho de que fuera Cerdán quien las comandara.
En su comparecencia, Alegría reiteró las palabras que ya un día antes, desde Sevilla, el presidente sostuvo sobre el ingreso en prisión de Cerdán. «Frente a este caso actuamos con contundencia cuando se abrió el secreto de sumario y actuamos con contundencia. Es el momento de la Justicia, máxima colaboración y que sea la Justicia la que dirima», remachó la portavoz del Ejecutivo, que también calificó de «tan desgarradora como decepcionante» la imagen de Cerdán entrando en Soto del Real.
Durante la rueda de prensa, Alegría negó por dos veces que pueda salir a la luz una financiación irregular del PSOE en el transcurso de la investigación. Una seguridad que, no obstante, contrasta con el hecho de que el Gobierno mantenga la versión de que ni el presidente ni nadie en el Ejecutivo ni en el partido sabían lo de su número tres hasta el mismo día en que se levantó el secreto de sumario y se conoció el informe de la UCO.
