El Ayuntamiento de un pueblo de 500 habitantes de Granada prohíbe entrar en pijama

Cartel del Ayuntamiento de Marchal que prohíbe a los vecinos de este pueblo de 400 habitantes entrar en pijamaAyuntamiento de Marchal

Granada

Ni en pijama o bata serán atendidos los vecinos que acudan a este Ayuntamiento

El alcalde de este municipio ha pedido que «se respeten unas mínimas condiciones»

Los escasos 400 habitantes de Marchal siempre han hablado de la tranquilidad y la paz que se respira en su pueblo, algo que últimamente está cambiando. Desde hace unos días, se ha abierto un polémico debate en las calles de este municipio granadino por un hecho que ha pillado por sorpresa a muchos de sus habitantes.
El Ayuntamiento de Marchal ha colocado un cartel en su puerta en el que prohíbe a los vecinos de la localidad que acudan a la institución ataviados con pijama, bata y zapatillas. El consistorio de este municipio ha asegurado que se ha tomado esta medida por la cantidad de usuarios que acuden al edificio público en estas condiciones. «Si los vecinos no cumplen con esta medida, no serán atendidos por ningún funcionario» han informado los miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento.
El alcalde de Marchal, Juan Manuel Valdivia, considera que quieren desterrar esta imagen porque «esta circunstancia supone una falta de respeto hacia los responsables de la administración y sus trabajadores, que acuden en buenas condiciones cada día a trabajar». Valdivia indica que «no pedimos que los vecinos del pueblo vengan en traje, pero sí que se respeten unas mínimas condiciones».

Voces a favor y en contra

Esta nueva norma ha abierto una gran polémica entre quienes consideran que hay que exigir un mínimo decoro en el vestir y quienes consideran que cada uno puede ir como considere.
Una residente de Marchal ha contado que «llevo 17 años aquí, casada, con niños y nunca me han señalado. No le encuentro el significado a esto y menos a ponerlo hasta en redes sociales. Poco respeto hay por las personas, yo veo ese letrero y va hacia los gitanos».
Por su parte, otros vecinos nos han expresado que les parece muy bien esta prohibición y que hay que ir con un poco de decoro a los sitios. «Yo me levanto, me quito el pijama y me lavo la cara», nos ha dicho uno de ellos.
Según ha confirmado el consistorio de Marchal, esta medida no es exclusiva de la localidad granadina. Algunos pueblos de Andalucía han aplicado esta norma para que todos los interesados en dirigirse a un espacio público, como es el Ayuntamiento, accedan bajo unos mínimos de higiene personal.
Comentarios
tracking