Las coloridas figuras que se han convertido en una seña de identidad de la Semana Santa de Granada

si hay un icono que caracteriza el Viernes Santo de la Semana Santa de Granada son las chías, unas figuras históricas muy peculiares, que acompañan a la Hermandad de la Soledad y el Descendimiento. Entre penitentes y mantillas, estos coloridos personajes escoltan al paso del Cristo en la estación de penitencia, mientras los niños le gritan durante el cortejo: «Chía, ¡toca!».

Según cuentan algunas personas de más edad, en antaño, estos personajes formaban parte de los cortejos fúnebres y solían pedir un donativo al pueblo para que la familia pudiera sufragar los gastos del entierro de su difunto. Otros historiadores consideran que las chías solían tener un papel siniestro dentro de la Santa Inquisición durante los ajusticiamientos de reos.

Cuando la procesión está detenida las dos figuras coloridas situadas en la cabecera del paso tocan la fanfarria y las dos traseras el tambor. A lo largo de estos años, la vestimenta que han llevado estas cuatro chías han sido una túnica roja, morada, blanca o negra, la más antigua de todas. Sin embargo, una de las novedades más significativas que ha decidido introducir esta hermandad este 2025, con motivo del Centenario de su reorganización, ha sido los nuevos hábitos de estos personajes y la sustitución de las actuales coronas por unas de carácter metálico.

Además, la hermandad del Descendimiento del Señor y la Soledad de San Jerónimo también estrenará este año su nuevo paso de misterio, que será portado por 40 costaleros. Se trata de un trabajo diseñado por su hermano mayor Patricio Carmona. En este nuevo paso, el Señor del Descendimiento está acompañado de San Juan, José de Arimatea y Nicodemo, reflejando el momento en el que Cristo iba a ser trasladado hasta el sepulcro tras ser descendido de la cruz en la que fue crucificado.

«Es un logro de la cofradía puesto que queremos recuperar algunos de los proyectos fundacionales que por diversos motivos no se llegaron a realizar en su momento», ha afirmado Carmona.

La cofradia más antigua de la ciudad

La Cofradía de la Soledad de San Jerónimo se fundó el 30 de agosto de 1551 mediante una Bula Pontifica del Papa Julio III. Desde ese momento, ha mantenido una actividad permanente y es la hermandad más antigua de cuantas procesionan en la ciudad de Granada. Nació al amparo de la comunidad masculina de carmelitas calzados.

La exclaustración de 1836, y la desamortización posterior, dio como consecuencia directa que las imágenes de la cofradía fueran a parar al Convento de Santa Paula, de uso hostelero en la actualidad. No fue hasta 1923 cuando se planteó de manera definitiva la refundación de la Cofradía. En el año 1925 la corporación fue reorganizada y se aprobaron sus primeros estatutos. Por eso, este año celebra el I Centenario de su reorganización con una serie de actos y novedades.