El presidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García, en un mitin del PP almeriense (archivo)
Caso Mascarillas
La jerga dental que vincula al expresidente de la Diputación de Almería con mordidas: «Tengo muelas picadas»
El juez instructor pone de relieve el «lenguaje encriptado» que emplean Javier Aureliano García y sus colaboradores en una conversación sobre adjudicaciones públicas
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Almería, Eduardo Martínez Gamero, ha destacado un elemento tan llamativo como determinante para la investigación del caso Mascarillas. Se trata de la jerga dental que empleaban el ya expresidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García (PP), y sus colaboradores en una conversación de WhatsApp sobre adjudicaciones públicas para referirse, presumiblemente, a mordidas en contratos sanitarios y obras públicas; todo un «lenguaje encriptado», según el juez.
La investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sitúa a García en la cúspide de la supuesta trama. Como indicio clave, Martínez Gamero destaca en su último auto un mensaje enviado por WhatsApp el 8 de abril de 2020. Se trata de un simple emoticono de un diente; no obstante, este se mandó «solo tres minutos después» de que García firmara la adjudicación de un contrato millonario de material sanitario a Azor Corporate Ibérica SL.
Ese gesto aparentemente trivial simboliza, para el juez, la plena conciencia del expresidente sobre las mordidas. En el grupo de WhatsApp 'Naranjito', donde participaban García y los entonces vicepresidentes provinciales Fernando Giménez y Óscar Liria, proliferaban expresiones como «tengo las muelas picadas», «cambiar la piñata» o «hacer una limpieza» para referirse a amaños de contratos y al reparto de beneficios.
Los mensajes, recogidos en el auto judicial, muestran un uso «absurdo, abusivo e inexplicable» de referencias odontológicas desde, al menos, 2018. Los interlocutores hablaban de «pedir cita al dentista», «encontrar la pieza que te tiene que implantar» o «empastarse dos o tres muelas», pese a que el resto de la conversación iba sobre adjudicaciones públicas. Para Martínez Gamero, esta jerga evidencia un patrón destinado a camuflar presuntas operaciones ilícitas en el seno de la Diputación de Almería.
«Nerviosismo» en el grupo
Además de la jerga dental, frases como «¿Y lo nuestro qué? Estoy nerviosísimo», «esto es salvar nuestra vida» o «no duermo, estoy muy nervioso» refuerzan, según el juez, la existencia de un «interés desmedido» por parte de García en el progreso de las adjudicaciones. Estos intercambios se enmarcan en fechas clave de la contratación pública y, para la UCO, adquieren mayor valor al conectarse con movimientos financieros sospechosos.
El contrato a Azor Corporate, valorado en dos millones de euros, es uno de los ejes del caso. El auto señala que la adjudicación se realizó sin publicidad, a una empresa sin experiencia sanitaria y con vínculos familiares con un cargo provincial. La Guardia Civil detectó sobrecostes de más de 945.000 euros, el 42,27 % del total, que habrían sido desviados a sociedades controladas por investigados. Para el instructor, esta operación confirma que el presunto entramado no se limitaba a un episodio aislado.
La UCO también subraya el uso de dinero en efectivo por parte de García. La compra de un inmueble incluyó el pago de casi 20.000 euros en efectivo. A ello se suman viajes a Madrid e Ibiza que, según los investigadores, no aparecen sufragados mediante cuentas bancarias, lo que podría apuntar a pagos en metálico ligados a las actividades investigadas.
El análisis se amplía a dos empresas, Pulconal y OYC Servicios Urbanos SL, adjudicatarias de más de 30 contratos. La primera comenzó a contar con participación de Óscar Liria pocos meses después de su nombramiento y, según la UCO, carecía de medios para ejecutar obras. La segunda, vinculada al alcalde de Fines y su hijo, habría desarrollado una «actividad ficticia y simulada». Todo ello, afirma el juez, sugiere un sistema continuado de adjudicaciones públicas presuntamente amañado.
En líneas generales, el auto atribuye a García conocimiento y participación en la trama, reforzado por mensajes como «me sangran las encías, no puedo comer», que el juez interpreta como metáforas de las mordidas. Aun así, el expresidente insiste en su inocencia. La investigación continúa abierta, pero la peculiar jerga dental del grupo 'Naranjito' –como la mascota del mundial del 82– se ha convertido ya en pieza clave para reconstruir el presunto esquema de corrupción.
