Campaña Andalusian Deal
La nueva y polémica campaña de turismo en Andalucía
Aciertos y errores del anuncio 'El Trato Andaluz', que defiende un acuerdo de respeto mutuo visitante-visitado retomando los tópicos en exceso
No nos ponemos de acuerdo en Andalucía sobre el giro de la nueva campaña de turismo que la Junta acaba de lanzar. Tras dos acertadísimos anuncios del Andalusian Crush protagonizados por Peter Dinklage (Tyrion Lannister en Juego de Tronos) y Lola Flores, respectivamente, ahora se ha tocado el turismo de modo más rústico. Pretendiendo un anuncio más realista y emocional, se ha caído en tópicos andaluces caducos. Repasamos aciertos y errores que comienzan a circular entre las opiniones.
Campaña con Lola Flores de 'Andalusian Crush'
Entre los aciertos está que sí se pretendía que Andalucía no acabase de «mala milk» con los turistas, tal y como ya ocurre en Cataluña, Canarias y Baleares, objetivo conseguido. El Trato Andaluz promete respeto hacia los visitantes, pero exige buenas formas y comportamiento también al turista. El «trato» andaluz tiene un doble sentido de acuerdo mutuo pero también de la atención empática que describe el modo de interactuar en Andalucía con las visitas. Pero seis errores clave han decolorado el resultado final y deshecho las buenas intenciones iniciales.
- Se mencionan 8 puntos de acuerdo, un exceso en el que uno se pierde, ya que por ejemplo cultura podría incluir otros puntos como la gastronomía, las ciudades, la música, el folclore y demás bonanzas andaluzas que se enumeran.
- Mencionar tópicos en los que Andalucía no debe insistir, como el gazpacho (con lo maravillosa y amplia que es la gastronomía andaluza). Hacer un mundo de la sangría, que –por cierto– se toma en toda España, o mencionar los souvenirs, que no son aún un verdadero problema en Andalucía, porque aquí vendemos y exportamos experiencias más que imanes para la nevera o gitanas vestidas de flamenca para la tele. ¿A quién se le ha ocurrido todo esto? Desde luego, a un andaluz no.
- Decir que la siesta es sí o sí, innegociable, es caer en un tópico caduco de algo que a menudo muchos andaluces no han podido disfrutar nunca. Si bien es cierto que no hay gato que pueda andar por las calles andaluzas en julio y agosto de 3 a 6 de la tarde, la vida sigue su curso el resto del año y muchos andaluces ni siquiera están en sus casas a la hora de comer. Encima nos endiñan a los andaluces, algo que era tradición en toda España. ¿Quién ha sido el guionista?
- El tipo de escenario que se ha descrito y que se ve la mayor parte del tiempo es extremadamente rural, una idea maravillosa. Pero ha quedado algo rancia en su modo de mostrarse. El 72 % de la población andaluza se concentra en el 0,9 % de la superficie, en ciudades o pueblos grandes. Y la mayoría del turismo también busca las capitales de provincia andaluzas.
- Mientras suena de fondo la canción reinterpretada Tengo un trato de Mala Rodríguez, aparecen personajes y tradiciones de estilo arcaico, saludos muy marcados que no representan a la mayoría de los andaluces («señoreh turistah, portarse bien») y códigos de vestir que en nada son imagen de la elegancia y el porte andaluz.
- Mencionar la soga en casa del ahorcado. Tratar el sensible y problemático capítulo del agua no parece lo más adecuado en un anuncio de turismo: si los extranjeros vienen para estar en campos de golf y en piscinas, habrá que apechugar con el tema y organizarse bien.
En fin, la campaña es un acierto por tratar de evitar que los andaluces nos pongamos de mala uva con los turistas, a veces invasivos y poco respetuosos. Pero las cabezas de la agencia que ha ideado el spot no conocen Andalucía más que en postal o bien por algún abuelo que emigró a su ciudad en los años 40.
Una pena reducir nuestra estampa, la de uno de los corazones culturales más importantes del mundo que late con la fuerza de un volcán, a las imágenes de unos pobres autónomos luchando por sus establecimientos en pueblos de cuatro gatos; adiós a la cultura milenaria y refinada del sur.
La agencia PS21, responsable del spot, no debería ser la encargada de las próximas campañas visto que el resultado es más un anuncio de leche del norte que de turismo del sur de España. Pena que quedase atrás el «ríndete al Andalusian Crush» de la agencia Ogilvy, excelentemente orquestado por creativos españoles. Cuando se tiene un equipo ganador y una frase que puede marcar positivamente la memoria colectiva para siempre, lo ideal es no cambiar.