Chiclana planea un 'paseo de la fama' de la Antigüedad con Alejandro Magno, Aníbal y Julio César

Que la Bahía de Cádiz es uno de los lugares de Europa con una historia más antigua es bien conocido. Hasta aquí llegaron los Fenicios en tiempos remotos y fundaron Gadir. La historiografía clásica consideraba que la ciudad se levantó 80 años después de la Guerra de Troya, esto es, en el siglo XII a.C., pero los arqueólogos se inclinan a situarla entre los siglos IX y VIII.

Sea como sea, la Bahía es un polo histórico de incalculable valor. Aquí, en algún punto de San Fernando, quizás en el islote de Sancti Petri, se erigió un templo fenicio a Melkart que los expertos buscan ahora con renovados medios. En Chiclana llevan ya un tiempo explotando el atractivo cultural y arqueológico de estas costas.

En 2022, el Ayuntamiento lanzó la Ruta Chiclana, de Origen Fenicio, desde las playas de La Barrosa y Sancti Petri hasta el Cerro del Castillo y su centro de interpretación, Nueva Gadeira. En total diez hitos marcados por una escultura del dios Melkart. Ahora, el Gobierno chiclanero quiere desmadejando el hilo de la Antigüedad, sacando brillo a los grandes nombres vinculados a este lugar: Alejandro Magno, Aníbal y Julio César, además de la diosa fenicia Astarté.

De los fenicios a los romanos

En virtud a una subvención de 78.000 euros como Municipio Turístico, el Ayuntamiento ha encargado al artista Antonio Mota sendos monumentos de las figuras arriba mencionadas, que se incluirán dentro del itinerario de ruta «Chiclana, de Origen Fenicio». Todos están vinculados a la historia de la Bahía y al viejo templo de Melkart, que los romanos rebautizaron en honor a Hércules.

El conquistador macedonio Alejandro Magno no estuvo físicamente presente en este punto de Europa, pero desde antiguo existió en el templo de Hércules-Melkart una estatua impresionante que lo honraba. Ante esa estatua, cuenta el historiador romano Suetonio, lloró Julio César en su visita a Cádiz «censurando no haber realizado todavía nada digno a la misma edad en que Alejandro ya había conquistado el mundo».

Aníbal en Cádiz

El famoso general cartaginés Aníbal Barca, enemigo de Roma, también estuvo en el mismo templo, mucho antes que Julio César. Los cartagineses se consideraban herederos de los fenicios y, de hecho, Cartago había sido fundada por comerciantes de Tiro, los mismos que levantaron Cádiz. Aníbal acudió al templo de Melkart para implorar protección poco antes de la Segunda Guerra Púnica, que se saldaría con la pérdida de los asentamientos púnicos en Hispania y la destrucción de Cartago.

En cuanto a Astarté, que completaría este 'paseo de la fama' de la Antigüedad, se sabe que además de la advocación a Melkart, en Cádiz hubo templos dedicados a esta diosa fenicia de la naturaleza y la fertilidad.