Un ejemplar de gran tamaño de esta especie
Cádiz
Las aguas de Cádiz son el último santuario de este extraño pez extinguido de Europa
En las costas de Cádiz y Huelva se ha confirmado la presencia de neonatos de esta especie emparentada con la raya
Andalucía es una de las regiones con mayor biodiversidad marina de toda Europa. Se calcula que en las aguas de Cádiz hay cerca de 50 biocenosis o comunidades bióticas distintas. Todo un mundo bajo la lámina de agua, con miles de especies distintas, a no muchos kilómetros de la Bahía.
Sin embargo, los hábitats costeros, tan necesarios para muchas especies, son los más delicados. Concentran el 75 % de las especies marinas amenazadas. Esto se debe a distintos motivos como la presión pesquera, la degradación del hábitat costero y la falta de medidas específicas de protección. La población de muchas especies ha caído drásticamente e incluso algunas han desaparecido de Europa.
Un ejemplo claro es el pez guitarra gigante. El pez guitarra o guitarrón (Glaucostegus cemiculus) pertenece a la familia de las rayas y está catalogada en peligro crítico de extinción. El Listado Español de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial también lo incluye. Ya es casi imposible encontrarlo en Europa en otro sitio que no sea las aguas de Cádiz y Huelva.
Refugio para tiburones y rayas
Tanto es así que a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha reconocido a ambas costas como el último refugio del pez guitarra y ha declarado el Golfo de Cádiz como Área de Importancia para Tiburones y Rayas (ISRA, por sus siglas en inglés). Los condrictios (tiburones, rayas y quimeras) están en crisis mundial de extinción y se estima que más de un tercio de las especies están en riesgo de desaparecer.
De la necesidad de conservar estas especies surgió el Proyecto Glaucostegus, la primera iniciativa que estudia estos peces en su medio natural en Europa, liderada por el doctor Jaime Penadés. «Con la declaración de este ISRA, la UICN pone en valor los esfuerzos que hemos realizado en los últimos seis años por mejorar los conocimientos sobre la biología, ecología y amenazas del guitarrón dentro de las aguas españolas y marca de manera clara una hoja de ruta para mejorar su protección a nivel nacional y también mundial», ha explicado Penadés.
El peligro del furtivismo
El Proyecto trabaja con pescadores recreativos de las costas andaluzas. Ángel Benítez coordina desde 2018 la recogida de datos de capturas accidentales y avistamientos. Actualmente se han superado las 80 observaciones confirmadas de una especie de la que apenas había registros recientes desde 2008. Además, se han constatado ejemplares recién nacidos, lo que confirma las aguas de Cádiz y Huelva como un santuario de futuro para el pez guitarra.
El furtivismo es una de las amenazas para esta especie. El Proyecto Glaucostegus señala que se han hallado cabezas seccionadas en las playas, abandonadas para camuflar la captura de una especie protegida quedándose sólo con la carne para dificultar su identificación ante posibles inspecciones. Para evitarlo, piden mayor vigilancia e inspección. El objetivo es que la mortalidad decaiga y el pez guitarra prospere en las aguas gaditanas.