Un grupo de gaviotas en un vertedero
Cádiz
Las aves 'basureras' de Cádiz: cigüeñas y gaviotas dispersan por la Bahía más de 500 kilos de plástico al año
Un estudio de la Estación Biológica de Doñana alerta de los riesgos para las especies y la cadena trófica
Las aves no entienden de gestión de residuos. Antes bien, la cadena humana para desprenderse de cuanta basura generan las ciudades y pueblos supone un aliciente para los pájaros. En especial, el final del camino: los vertederos. Allí, la presencia de distintas especies es constante y acaba siendo peligrosa para ambos, animales y humanos.
La querencia de las aves por el plástico, tan presente en las rutinas de consumo del hombre, supone un quebradero de cabeza para los expertos. Aunque no hay solución a la vista, sí conocemos bastante bien los datos referentes al trío tóxico de humanos, pájaros y plásticos. También en el entorno de la Bahía de Cádiz.
La Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), que el año pasado investigó cómo las aves, y en especial las gaviotas, trasladan plástico desde los vertederos a las reservas naturales, ha publicado un nuevo estudio centrado en Cádiz. Así, revela cómo cigüeñas y gaviotas son capaces de transportar cientos de kilos de plástico de los basureros a distintas zonas de la Bahía, sobre todo a los espacios naturales.
La gaviota sombría, la que más
Hablamos de más de 500 kilos al año de plásticos de distinto tipo y tamaño. La gaviota sombría es la principal 'transportista', con unos 285 kilos anuales. Esto se explica por la mayor abundancia de esta especie en la Bahía. Le siguen la gaviota patiamarilla, con 160 kg, y la cigüeña blanca con 86 kilos.
Los datos son de 2022 y se han extraído combinando tecnología GPS con datos de censo en vertederos, análisis de regurgitaciones y espectroscopia infrarroja transformada de Fourier (FTIR). De este modo los expertos han podido determinar la cantidad y el tipo de plástico transportado por cada especie. La cigüeña blanca es la que transporta una mayor cantidad de plástico por individuo, en razón a su mayor tamaño.
Aunque todas las especies muestran interés en piezas de plástico duro, predominan en las cigüeñas, que también se muestran atraídas por gomas de silicona. Los expertos de la Estación de Doñana creen que podrían confundirlas con gusanos. Las gaviotas, por su parte, tiene mayor predilección por los plástico tipos film, como envoltorios.
En esta actividad, la gaviota patiamarilla cumple una presencia anual y constante. En cambio, la gaviota sombría 'trabaja' principalmente en invierno, mientras que la actividad de la cigüeña está directamente emparentada con su paso en otoño y primavera entre España y Marruecos.
Riesgo en la cadena trófica
Evidentemente, este flujo de plásticos de los vertederos a la Bahía no es beneficioso para nadie, ni para las aves ni para los ecosistemas. Los expertos señalan que las aves «pueden sufrir los efectos tanto de los propios plásticos como de sus aditivos, que son a veces incluso más peligrosos», produciendo atragantamientos o heridas en el tracto digestivo por plásticos más grande o afecciones tóxicas, reproductivas o endocrinas.
Además, según Andy J. Green, profesor de investigación del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, existe el peligro «especialmente preocupante» de que los plásticos de menor tamaño se incorporen a la cadena trófica a través de organismos, como los invertebrados filtradores.
Para Julián Cano, investigador predoctoral de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, «evitar que las aves visiten los vertederos no es sencillo. Este problema está relacionado con nuestro modelo de consumo basado en el usar y tirar y con una mala gestión de nuestra basura». Las soluciones empezarían por acciones como «separar mejor los residuos, mejorar el reciclaje y, sobre todo, reducir el consumo de plásticos son claves para evitar que estos materiales acaben en los espacios protegidos».