Recreación de como quedaría, por dentro, el estadio de La Cartuja que alcanzaría los 75.000 espectadores

Recreación de como quedaría, por dentro, el estadio de La Cartuja que alcanzaría los 75.000 espectadoresRedes sociales

Sevilla

La Cartuja, el estadio que aspira a convertirse en el Wembley español que ahora está bajo sospecha

Con 20 millones de inversión y una ampliación de unos 17.000 espectadores, el recinto sevillano ambiciona convertirse en el símbolo del fútbol nacional

Construir un estadio que sea la casa oficial de la selección española y campo emblema del fútbol del país, organizador los grandes eventos deportivos y el estadio de las finales coperas. Esto, que es una característica que tienen en común los países de las grandes ligas (Inglaterra, Italia, Alemania y Francia) era algo que le faltaba a España.
Era el sueño que tenía la Federación, con su expresidente, Luis Rubiales, a la cabeza, pero que para su ejecución se ha visto irremediablemente salpicada por algo más que la sombra de la sospecha que estos días impacta sobre el dirigente y su equipo. Así lo creen también los agentes de la UCO.
Los cuatro países anteriormente citados podían dividir sus estadios elegidos en dos categorías: o bien aprovechaban un estadio de un club, caso de Alemania e Italia utilizando los del Hertha Berlín y Roma/Lazio respectivamente, o utilizaban un estadio que no pertenecía a ningún equipo, utilizándose exclusivamente para ese propósito. Caso de Inglaterra y Francia, con Wembley y el Stade de France como los recintos elegidos.
Lo que sí tenían en común todos era que ese estadio se encontraba en la capital del país, utilizada como punto de unión y encuentro y la ciudad elegida para acoger este tipo de partidos, los que más unen a un país, como es la selección o la final de Copa.
La Federación Española, en su búsqueda por unirse a esta tendencia, optó por la segunda categoría en el primer punto de división. No iba a ser el estadio de ningún club el elegido, sino uno ajeno e imparcial, La Cartuja. Y, como gran diferencia, no iba a estar situado en Madrid, sino que iba a ser Sevilla la ciudad elegida como gran representante del fútbol español.
Con una capacidad actual de 57. 619 espectadores, es el sexto estadio más grande de España. Fue inaugurado en 1999 para acoger los Mundiales de Atletismo, ha albergado cuatro finales de la Copa Davis y, desde 2020, es el hogar de las finales de la Copa del Rey. También la casa de la selección española, que lo ha convertido en su estadio habitual y donde disputó los tres partidos que le correspondían de local en la pasada Eurocopa, además del encuentro de octavos de final que enfrentó a Bélgica y Portugal.
Ahora, con el Mundial de 2030 en el horizonte, era necesaria una remodelación para cumplir los requisitos. Una nueva imagen, más asientos y un aspecto más moderno es lo que buscaba la Federación, terminando de pulir su imagen. Pero según se empieza a conocer, han aparecido irregularidades en los contratos firmados por Rubiales y la RFEF.

Ampliar aforo

Aspecto actual del estadio de La Cartuja

Aspecto actual del estadio de La CartujaRedes sociales

La readecuación diseñada consistirá en aumentar en un anillo adicional el graderío, acercando por tanto a los espectadores al terreno de juego y dotándolo con 12.000 asientos netos adicionales. El estadio alcanzaría los 70.000 asientos netos y añadiendo los diferentes gremios, como staff, prensa, servicios y otros, llegaría a los 75.000 espectadores de aforo, lo que le permitiría albergar eventos de primer nivel, además de cumplir con los compromisos adquiridos en el calendario establecido según los criterios expuestos por FIFA y dando cumplimiento a los acuerdos adoptados por el Consejo de Administración de la Sociedad.
«El diseño contemplará la opción de poder instalar pistas de atletismo, caso de poder optar a algún evento de atletismo internacional, como ya se ha realizado en otros recintos similares», explica el escrito.
Tambien se mejorarán los accesos y el entorno del estadio, ubicado en la isla de la Cartuja. «Las obras comenzarán a la mayor brevedad, una vez resueltos los trámites administrativos pertinentes y tendrán una duración aproximada de 8 meses», ha indicado la sociedad del Estadio de la Cartuja de cara al comienzo de la remodelación. Unas obras que afectan de manera directa al Real Betis, que se mudará allí mientras remodelan, también, su propio estadio, el Benito Villamarín. La mudanza del club de Heliópolis estaba prevista para la temporada 2024/25, la siguiente, pero debido a estas obras se vería postergada.
La Junta de Andalucía, a través de su consejero de Turismo, Cultura y Deportes, Arturo Bernal, anunció que la inversión para la remodelación estaría en torno a los 20 millones de euros. Un gasto que se hace «con entusiasmo y con la esperanza» de que ofrezca grandes beneficios, convirtiendo La Cartuja en el Estadio Nacional, una de las sedes del Mundial 2030, el tercer estadio más grande del país solo por detrás de los de Barcelona y Real Madrid, y, en general, un símbolo del fútbol que se quiere ver en España, apostando por el futuro y la adaptación a los nuevos tiempos.

La sombra de la sospecha

Los hechos se han precipitado. El pasado miércoles 14 de marzo, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, compartía las primeras imágenes virtuales de cómo quedaría el proyecto. «Hasta donde yo conozco, todos los procedimientos que se han hecho aquí han sido a lo establecido a la ley», declaraba el dirigente popular posteriormente. Y es que, en nada, el recinto pasó a estar bajo el foco de la UCO (Unidad Central Operativa).

Los agentes también acudieron a La Cartuja el día 20 en el marco de la operación donde se investigan los contratos suscritos por la RFEF en la etapa de Rubiales y en concreto, el suscrito con la sociedad que gestiona el recinto sevillano.

En las pesquisas también ha salido salpicada la constructora Guconsa, que ha anunciado una auditoría para investigar los contratos al tiempo que ha subrayado su colaboración con la Justicia.

Esta empresa aseguró que los trabajos realizados para la RFEF supusieron un 2,7 % de su facturación total entre 2019 y 2023, que superó los 118 millones, dando a entender que sus cuentas de resultados no se han disparado «al calor de esos contratos» firmados con Rubiales.

Gruconsa realizó obras de rehabilitación de instalaciones a instancias de la Federación por más de tres millones de euros, siendo la mayor parte la reforma de La Cartuja. Para la Guardia Civil, durante la época de Rubiales se asignaron contratos a esta compañía «a cambio» de realizar «pagos» a la sociedad Dismatec, administrada por Francisco Javier Martínez Alcaide, alias ‘Nene’, amigo de Rubiales, y que presuntamente habría servido como «instrumento para gestionar» su patrimonio familiar.

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