A pesar de no encontrarse a día de hoy en peligro de extinción, el lince ibérico sigue amenazado

A pesar de no encontrarse a día de hoy en peligro de extinción, el lince ibérico sigue amenazadoEuropa Press

El nuevo vecino de Argés (Toledo) tiene bigotes, mirada salvaje y ya no está en peligro de extinción

Un lince ibérico se pasea por una urbanización de la localidad toledana y se tumba en el porche de un chalet como si fuera su casa

Los vecinos de una urbanización de Argés, en la provincia de Toledo, se han llevado una sorpresa mayúscula en los últimos días: un lince ibérico se ha dejado ver paseando tranquilamente por sus calles. El felino no solo ha explorado la zona con absoluta calma, sino que incluso se ha colado en una vivienda y se ha tumbado en el porche, como si fuera un huésped habitual.

La escena ha sido grabada por miembros de la Agrupación de Protección Civil y difundida a través del grupo de Facebook «Yo sí soy de Ajofrín». Los vídeos se han viralizado en redes, y no es para menos: ver a uno de los animales más emblemáticos y protegidos de la fauna española caminando por una urbanización como Pedro por su casa no ocurre todos los días.

Castilla-La Mancha se ha convertido en el mayor refugio del lince ibérico

Este avistamiento no ha sido un hecho aislado. En realidad, forma parte de una tendencia que ha cobrado fuerza en los últimos años: el lince ibérico ha comenzado a recuperar su hábitat natural y ha vuelto a ocupar espacios de los que desapareció durante décadas.

Castilla-La Mancha se ha consolidado como la comunidad con mayor número de linces en España. Según los últimos datos, aquí viven 942 ejemplares, lo que supone el 46 % del total nacional. La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha puesto en valor estas cifras y ha destacado el buen estado de salud de la especie en la región.

Los Montes de Toledo han liderado esta recuperación

La zona con mayor concentración de linces es la comarca de Los Montes de Toledo, donde se han registrado 468 ejemplares. También se han censado 305 linces en Sierra Morena Oriental, entre las provincias de Ciudad Real y Albacete.

Este éxito no ha sido casual: décadas de trabajo de conservación, programas europeos como Life+Iberlince y la colaboración entre instituciones y agentes rurales han contribuido a que el lince ibérico haya dejado de estar al borde de la extinción y comience a recolonizar su antiguo territorio.

La naturaleza llama a la puerta

Lo que ha sucedido en Argés no es solo una anécdota viral: es un símbolo de esperanza ecológica. El lince ibérico, que durante años se ocultó en los rincones más remotos de la península, ha empezado a reconquistar su territorio. Ya no se esconde. Ahora camina con elegancia entre lo salvaje y lo humano, recordándonos que el equilibrio entre especies es posible si sabemos respetarlo.

En Argés, ya lo han entendido: el nuevo vecino tiene bigotes, mirada salvaje y ha dejado de estar en peligro de extinción. Pero sigue necesitando protección, espacio… y un poco de silencio.

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