San IldefonsoEl Greco

Los cinco lienzos de El Greco en Illescas, que poca gente conoce

Uno de sus mejores conjuntos se encuentra en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad y son fruto del encargo recibido en 1603 para el retablo de la Virgen

Alrededor del planeta existen culturas, territorios, ciudades e incluso países con un profundo arraigo a movimientos artísticos y personajes históricos. Bien sea por su fama más allá del lugar en concreto o por la huella legada, hay ciertos nombres que resultan imposibles dejar de citar para comentar su desarrollo histórico.

En el caso de Toledo, obviando el envidiable patrimonio histórico, el nombre de El Greco sobrevuela continuamente la idiosincrasia de la ciudad. Más de cuatro siglos después, Doménikos Theotokópoulos, el Greco, sigue encabezando la riqueza artística acontecida en la Ciudad Imperial. El afamado pintor vio la luz de la vida en la actual Creta, donde gran capacidad en obras de estilo posbizantino.

Tiempos del Renacimiento influyeron en su manera de plasmar escenas sobre el lienzo y pronto comenzaría a estudiar y a asumir la influencia de pintores como Tiziano o Tintoretto en su etapa en Venecia. Tras su paso por ‘La Serenissima’, el pintor se desplazaría a Roma para admirar, entre otras, las grandes pinturas de Miguel Ángel. Con tal bagaje en su saber pictórico, viajó a la tierra donde desarrollaría el resto de su vida y la mayor parte de su obra, Toledo.

Su nombre y la ciudad quedarían unidos por siempre, pero pocos conocen que en Illescas también dejó parte de su legado artístico, con un retablo compuesto por cinco lienzos que supone uno de sus trabajos más geniales.

Fruto de una profunda espiritualidad

Concebido en la época más madura del pintor, el conjunto presente en Illescas supone para muchos expertos, una de sus obras más ambiciosas y logradas, de entre todas aquellas de rasgos similares y realizadas previamente. Las obras se ubican en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, cuya construcción finalizó en el 1600.

Tres años más tarde, en 1603, recibiría el encargo de la realización del retablo, en la que también participó su hijo, Jorge Manuel. Algunas fuentes, coinciden en que la adjudicación tuvo lugar a raíz de una primera pintura realizada para el santuario. La obra conocida San Ildefonso es concebida por tales líneas de investigación, como el precedente del posterior encargo, aunque no existen evidencias que acaben definitivamente con la discusión.

Lo cierto es que desde 1603, El Greco se puso manos a la obra con el encargo y desde tal fecha confeccionó parte de la decoración de la iglesia. Además de los lienzos, en los que se centra la presente pieza, el artista se encargó de la composición de retablos laterales, esculturas, bóveda superior y el retablo central que presenta las cinco pinturas.

La obra final resultó incomparable con cualquier semejante existente en la época y quedó totalmente dispuesto en 1605, mostrando una gran rapidez en su realización para la gran calidad resultante apreciable. La composición del retablo abraza la imagen de la Virgen de la Caridad y el concepto de las pinturas giran en torno a ella. Las pinceladas apreciables en el lienzo las erige como parte de sus mejores trabajos, con un claro estilo personal y reconocible.

La Virgen de la Caridad

Virgen de la CaridadEl Greco

Basándose en tendencias medievales, El Greco representó a la Virgen como protectora de fieles, dando lugar a la presencia de caballeros de época. La virtud de Caridad protagoniza el lienzo, donde aparecería el propio hijo de El Greco, al margen derecho.

Acorde al típico estilo de su última etapa como pintor, se advierten formas alargadas, incluso desproporcionadas, que indican que el cuadro está pensado para verse desde abajo hacia arriba.

San Ildefonso

San IldefonsoEl Greco

Considerada una obra maestra, la pintura plasma la calidad intelectual del santo ligada a su profundo carácter religioso. San Ildefonso fue arzobispo de Toledo entre el 657 y 667, destacándose por una extensa documentación en defensa de la virginidad de María.

Su figura cobra más importancia de mano del relato que cuenta como fue el propio San Ildefonso quien trajo la venerada figura de la Virgen de la Caridad a Illescas.

La Coronación

La CoronaciónEl Greco

Pieza destacada por su forma ovalada y por la excelente capacidad de incluir a todos los personajes ante un lienzo atípico. El tema de la entronización de la Virgen aparece en varias obras de El Greco, aunque la de Illescas era la favorita del autor y seguramente la más destacada por su belleza y técnica.

En principio, estaba destinada a colocarse en la bóveda, lo cual explica la desproporción en las formas de los personajes principales, la Santísima Trinidad, coronando a la Virgen rodeada por variados ángeles.

La Anunciación

La AnunciaciónEl Greco

La escena presenta al arcángel San Gabriel tomando la forma curva del lienzo a la izquierda y a la Virgen María a la derecha mostrando sorpresa. El Espíritu Santo en forma de paloma aparece entre ambas figuras, dando una impresión de descenso de los cielos.

La Natividad

La NatividadEl Greco

Al igual que la anterior, se destaca por su forma circular en la que llama la atención la composición entre luz y color, a raíz de la cual, el autor acerca al espectador a tales momentos con una gran expresividad.

Es la escena del Nacimiento, con María y José admirando al Niño Jesús, iluminado en la noche por un haz de luz. De nuevo el característico alargamiento de las figuras se concibe como intención del autor para admirar la obra de abajo hacia arriba. Cabe destacar la presencia de las cabezas del buey y la mula, que aparecen simbólicamente como representación del momento de venida del Niño.