Imagen de la carta que el Papa León XIV envió a la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio Agustinos de León
La carta que el Papa le envió a los antiguos alumnos de los Agustinos de León: «Os ruego que construyáis la paz»
Su presidente de honor destaca de León XIV su carácter «sencillo, humilde y respetuoso»
El presidente de honor de la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio agustino Nuestra Madre del Buen Consejo de León, Vicente Luis Gutiérrez, ha destacado este viernes el carácter «sencillo, humilde y respetuoso» del nuevo Papa León XIV, características que le transmitió durante su visita al centro educativo leonés en 2002.
En aquel momento, en nuevo Papa era prior general de la Orden de San Agustín y fue invitado al acto de conmemoración del centenario del centro educativo de los Agustinos de León. Robert Prevost aceptó la invitación, presidió el acto eucarístico y fue nombrado asociado de honor de la Asociación, a pesar de no haber sido antiguo alumno del centro educativo.
Durante la jornada que compartió con los miembros de la Asociación, trasladó un carácter «amable, cordial, muy misionero y tremendamente agradable», ha señalado Vicente Gutiérrez, que en aquel entonces era presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos. Gutiérrez ha explicado que Prevost manifestó su deseo de ser tratado durante el acto de celebración como uno más porque se consideraba «una persona normal y corriente».
A esto ha añadido que el entonces prior general de la Orden manifestó que para él es «fundamental» el respeto hacia los demás, con una actitud alejada de la violencia. «Era de lágrima fácil, se emocionaba con cualquier detalle», ha apuntado.
Un concepto «maravilloso» de él
Por todas estas cuestiones, el presidente de Honor de la Asociación ha asegurado tener un concepto «maravilloso» del nuevo Sumo Pontífece y ha destacado su cercanía con detalles como la carta que envió tras asistir al centenario de las Asociación de Antiguos Alumnos de los Agustinos, en la que tuvo palabras de agradecimiento por la invitación y deseaba un «buen futuro» a la entidad.
En esa misiva pidió a los alumnos del centro que cultiven los valores de la amistad y las relaciones humanas y, sobre todo, los valores del Evangelio. El escrito concluye: «A todos os ruego que construyáis la paz y trabajéis por un mundo donde reine la justicia. Los valores agustinianos de amistad, fraternidad y caridad os ayudarán a conseguirlo».
