Presa de Aldeadávila, en Salamanca

Presa de Aldeadávila, en SalamancaIberdrola

El desconocido y fundamental papel de Castilla y León para que volviese la luz tras el apagón

La comunidad cuenta con dos presas que ejercieron de 'islas de luz', por lo que fue donde comenzó a recuperarse el sistema eléctrico con recursos propios dentro de España, sin perjuicio de la aportación de Francia y Marruecos

El pasado 28 de abril, España se quedó a oscuras, en un apagón generalizado sobre el que todavía hay menos luces que sombras. El restablecimiento de la electricidad se produjo de forma paulatina y por zonas y dentro de ese desigual panorama, con algunas comunidades autónomas saliendo de las tinieblas antes que otras, Castilla y León jugó un desconocido pero fundamental papel.

Y es que la región es una comunidad autónoma de referencia en producción de energía eléctrica del país, con 27.080 GWh y especial peso de las renovables. Según destaca la Junta de Castilla y León, fue en este territorio «donde comenzó a recuperarse el sistema eléctrico con recursos propios dentro de España, sin perjuicio de la aportación de Francia y Marruecos al sistema».

En un reciente comunicado, el Gobierno autonómico, liderado por Alfonso Fernández Mañueco, apuntaba a que «en concreto fue la potencia hidroeléctrica instalada en el Duero y las centrales hidroeléctricas de Aldeadávila (1.242 MW) y Ricobayo (328 MW), ubicadas en Salamanca y Zamora, respectivamente, las que desempeñaron un papel esencial en la recuperación del sistema eléctrico, gracias a su capacidad de arranque autónomo».

El embalse de Ricobayo (Zamora) consta de dos centrales hidroeléctricas: una a pie de presa, Ricobayo I, y una subterránea, Ricobayo II. La primera de ellas fue pionera en el momento de su puesta en marcha, 1935, marcando un hito en la historia de la producción eléctrica en Europa. La presa de Ricobayo, asociada a las dos centrales hidroeléctricas, se encuentra en la cuenca del río Esla, tiene una altura de casi 100 metros, maneja un volumen total de 1.148 hm³ y su superficie inundada alcanza casi las 6 hectáreas (concretamente 5.725 ha). En cuanto a las centrales hidroeléctricas asociadas a la presa, Ricobayo I cuenta con una potencia nominal de 174,53 MW mientras que Ricobayo II asciende a 153,56 MW, según explican desde Iberdrola.

Presa de Ricobayo, en Zamora

Presa de Ricobayo, en ZamoraIberdrola

Por su parte, la central hidroeléctrica de Aldeadávila, enclavada en el impresionante cañón del tramo inferior del río Duero a su paso por la provincia de Salamanca, en la zona conocida como Parque Natural de Arribes del Duero, constituye una de las obras de ingeniería hidroeléctrica más importantes de España en cuanto a su potencia instalada y su producción de electricidad.

Esta infraestructura es una de las mayores generadoras de energía eléctrica en España, ya que su producción supone más del 8,5 % de la generación media hidroeléctrica del país, suficiente para abastecer a 733.000 hogares. Además, ahorra la emisión anual de 1,3 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. El complejo posee dos centrales: Aldeadávila I, puesta en marcha en 1962 con un salto bruto de 139,80 metros, y Aldeadávila II, en funcionamiento desde 1986 con un salto bruto de 137,83 metros. Según precisa Iberdrola, la primera tiene instalados 809,71 MW que se reparten en seis grupos generadores, mientras que la segunda tiene 432,93 MW con dos grupos generador-bomba, lo que suma un total de casi 1.242 MW. Su producción media es de 2.400 GWh al año.

'Islas de luz'

La Junta resalta que «estas centrales pudieron generar energía de forma independiente, permitiendo la reactivación progresiva de otras centrales y la creación de 'islas de luz' que facilitaron el restablecimiento del suministro progresivo en toda la Península Ibérica».

Es por ello, y así se lo ha hecho saber el Ejecutivo autonómico al Gobierno de Pedro Sánchez, que la región tiene interés en impulsar las inversiones en infraestructura de transporte eléctrico, en facilitar el autoconsumo y el consumo en proximidad, en apostar por el almacenamiento energético y la conformación de un mix de generación eléctrica que aproveche todas las tecnologías energéticas.

En una carta enviada hace unos días por el consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, el Gobierno regional ha pedido al central la participación de Castilla y León en el grupo de trabajo para investigar el corte en el suministro eléctrico, un todavía misterioso evento con un «importante impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos y en el funcionamiento de diversos sectores productivos», del que todavía queda casi todo por conocer.

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