Efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) buscan este martes los cuerpos de una mujer y de su bebé que desaparecieron en la provincia de León en el año 1987 cuyo caso fue recientemente abiertoEFE/ Paco Paredes

La UME busca los cadáveres de una mujer y su bebé desaparecidos misteriosamente hace 38 años en León

Han comenzado este martes a buscar en una balsa de una antigua mina de fluorita situada en Berbés, parroquia del concejo asturiano de Ribadesella

La Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencias (UME) han comenzado este martes a buscar en una balsa de una antigua mina de fluorita situada en Berbés, parroquia del concejo asturiano de Ribadesella, los cuerpos de la mujer y de su bebé desaparecidos en la provincia de León en el año 1987.

Fuentes de la Policía Nacional han confirmado a Efe que el despliegue del operativo en esta zona costera del oriente asturiano ha comenzado en torno a la 8:00 horas con la llegada de un gran número de vehículos y medios policiales y de la UME.

El operativo, que podría prolongarse durante varios días, ha empezado a drenar la balsa, que tiene varios metros de profundidad, para extraer los coches que se encuentran sumergidos y en cuyo interior se sospecha que podrían estar los cuerpos.

Este rastreo se produce después de que el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón accediera hace unos meses a reabrir el caso a petición de la Policía Nacional tras la localización de dos vehículos en el interior de la balsa.

Este hallazgo coincide con el testimonio de algún vecino que en su día aseguró que el marido de la mujer y padre de la niña de 13 meses había arrojado los vehículos desde un barranco tras la desaparición.

La mujer, de origen asturiano, y su bebé desaparecieron en 1987 en Matadeón de los Oteros, en León, lugar en el que residía la familia, después de que ella interpusiera una denuncia por maltrato.

La búsqueda, junto a la Policía Judicial, se lleva a cabo en una balsa de una antigua mina de fluorita situada en Berbés, parroquia del concejo asturiano de RibadesellaEFE/ Paco Paredes

Desde entonces, los investigadores trataron de localizar sin éxito los dos cuerpos en las dos residencias propiedad del hombre, la de Matadeón de los Oteros, en 2017, y en la de Berbés, en 2018, poco antes de que el caso quedara archivado provisionalmente.

En un auto fechado el pasado 28 de octubre, la juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón ordenó que se dispusieran «los medios necesarios para continuar con los trabajos» en la balsa de Berbés, «recabando la colaboración de cuantas entidades y organismos se estimen precisos».

Fue este mismo juzgado el que autorizó iniciar nuevas actuaciones el pasado mes de abril al considerar «lógico sospechar que en el interior de alguno de los vehículos hallados enterrados en el fondo de la balsa» pudieran encontrarse pruebas acerca de lo ocurrido.

Gran despliegue de medios

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional había informado al juzgado el pasado 15 de octubre del resultado de las indagaciones «apuntando la imposibilidad de continuar con las gestiones judicialmente acordadas por carencia de medios necesarios para continuar con los trabajos».

Ante esta circunstancia, el juzgado acordó que se recabara la colaboración «de cuantas entidades y organismos se estimen precisos» para que se dispongan los medios necesarios para continuar con los trabajos en la balsa, «en aras a realizar la búsqueda de restos humanos o cualesquiera otros que pudieran corresponder con las personas desaparecidas».

La UME ha movilizado un importante número de efectivos y de vehículos de distinto tipo, mientras que la Policía Nacional ha desplazado a agentes del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT), de la Policía Judicial y de la Científica, además de la Unidad Aérea para la utilización de drones.