El senador socialista vallisoletano Javier Izquierdo, en una imagen de archivo
Izquierdo estuvo utilizando el feminismo para atacar a PP y Vox hasta justo antes de dimitir por acoso sexual
El senador socialista por Valladolid, que dimitía a última hora de este jueves tras la publicación de informaciones sobre un escándalo sexual, estuvo cargando con dureza contra la derecha hasta el último momento
Javier Izquierdo, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y senador por Valladolid, que ha renunciado de sus cargos a última hora de este jueves tras estallarle un presunto caso de acoso sexual en el seno del partido, estuvo instrumentalizando la causa feminista para atacar a PP y Vox hasta justo antes de dimitir. En concreto, el exdiputado en el Congreso o exdelegado del Gobierno en Castilla y León, entre otras responsabilidades, aprovechó hasta justo un día antes de que Eldiario.es revelara una presunta denuncia interna que apuntaba a conductas inapropiadas hacia otra militante socialista para arremeter contra las formaciones políticas de derechas.
Así, este mismo miércoles retuiteaba en la red social X una publicación de la cuenta oficial del PSOE unida a una foto del presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, en la que se contraponían las políticas de su partido frente a las de los encabezados por Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. «Este Gobierno es el que más ha apoyado a las mujeres, impulsando medidas clave como la subida del SMI, la revalorización de las pensiones y el Pacto de estado contra la violencia de género. Y si hay una amenaza, es la coalición negacionista que forma el PP y Vox», se podía leer aun este viernes en el tablón de Izquierdo.
Ese mismo día, el político natural de la localidad asturiana de Mieres, pero con una trayectoria política enraizada en Valladolid, republicaba en el mismo foro un tuit de su jefe de filas. «Todo mi cariño para las familias de las mujeres asesinadas en Toledo y Sevilla por el terror de la violencia de género. No son dos casos más. Son dos mujeres menos, dos vidas arrebatadas. Vivir sin miedo y libres de violencias machistas es una prioridad de país. Ni una menos», escribían desde el perfil de Sánchez en X y difundía Izquierdo.
Pocos días antes, el 4 de diciembre, los socialistas de Castilla y León publicaban en la antigua Twitter un cartel con un presidente de la Junta de Castilla y León, el 'popular' Alfonso Fernández Mañueco, visiblemente enfadado y con el título «Con Mañueco, pierden las mujeres». «No habrá actualización de la Ley de Violencia de Género por el bloqueo del PP. Con Mañueco, pierden las mujeres de Castilla y León», aseguraban desde el PSCyL y publicitaba el representante socialista en la Cámara Alta.
El senador del PSOE por Valladolid Javier Izquierdo, en una imagen de archivo
Esa misma jornada, Izquierdo insistía en este tema, aunque esta vez de su jefe de filas a nivel autonómico, el secretario general del PSCyL, Carlos Martínez, a la sazón, acalde de Soria. «La retirada de la Ley de Violencia de Género en Castilla y León es una vergüenza y una rendición ideológica. Mañueco prefiere postrarse ante Vox antes que defender a las mujeres. No es técnica (sic) ni falta de acuerdo: es cobardía política. Castilla y León no merece un gobierno rendido a la extrema derecha», apuntaba Martínez, quien este viernes hacía autocrítica, aunque repartiendo culpas entre toda la sociedad.
«Tenemos que ir a la prevención y a resarcir a las víctimas que han sufrido todo eso. Por el camino tenemos que darle los canales para la denuncia y la protección a las víctimas que están sufriendo este acoso por parte de estos machistas recalcitrantes que tenemos en todos los sitios», indicaba tras participar en el Pleno de Soria, en declaraciones recogidas por Ical.
El 3 de diciembre, apenas una semana antes de renunciar a sus cargos públicos y orgánicos, Izquierdo retuiteaba, de nuevo, a Sánchez, a quien lleva apoyando desde sus momentos más delicados en el partido. Una lealtad que le sirvió, a la postre, para entrar en el órgano de decisión socialista al máximo nivel. «Todo mi cariño y mi más sentido pésame para la familia y amigos de la mujer asesinada en Alicante por la violencia de género. No pararemos hasta que la nuestra sea una sociedad plenamente igualitaria, justa y libre de violencias machistas. Llama al 016. Ni una menos», proclamaba Sánchez y difundía Izquierdo, a quien, este viernes, la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, no parecía dar mucho crédito, como dejó entrever antes de anunciar que el partido le abría un expediente informativo.
«Términos asquerosos»
El hecho de que Izquierdo aleccionara de esa manera en redes sociales no era nuevo y, pocos meses antes, lo hacía de su propia boca, no solo difundiendo los mensajes de sus jefes. De esta manera, el pasado 13 de abril, en respuesta a un tuit de la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría –a cuentas de esa historia peliaguda de José Luis Ábalos y el Parador de Teruel–, en el que se quejaba de que le insultaban, Izquierdo escribía solemne: «Todo mi apoyo Pilar. Los ataques personales son siempre más crueles cuando se dirigen a una mujer. Y siempre con los mismos términos asquerosos. Un fuerte abrazo».
Desde Vox, ironizaban este viernes en un tuit en el que recuperaban otra publicación de Izquierdo en X y lo parafraseaban con el mensaje «leerlo es doloroso», acompañado de un icono de una flor mustia; se entiende que en alusión a la rosa del logo de un partido que vive horas críticas con una cascada de escándalos de presuntos casos de acoso sexual. «Leerlo es doloroso. El Vox de Abascal, el que niega la causa del maltrato y muerte de miles de mujeres. Es grave, más porque Feijóo le abre las puertas de las instituciones desde las que se lucha, o no, contra la violencia machista», indicaba el dirigente socialista, quien el jueves sorprendía con un escueto mensaje en el que anunciaba su renuncia para «afrontar otras tareas profesionales y personales». Un mensaje que, incluso la propia Torró ha tildado de poco «claro».