La manifestación en contra del 25% del español del sábado en Barcelona

La manifestación en contra del 25% del español del sábado en BarcelonaEfe

La contradicción catalana: un concierto de Llach y una manifestación por la lengua días antes de cerrar

El sector del ocio nocturno y de la restauración, indignados con la decisión de la Generalitat

Ante el avance imparable de la sexta ola, el gobierno catalán pone sobre la mesa duras restricciones: cierre del ocio nocturno, reducción del aforo a la mitad para la restauración y del 70% para la cultura, el comercio y los gimnasios. Todo ello, además del toque de queda nocturno, de 1 a 6 de la mañana y de la limitación de reuniones a un máximo de diez personas. Estas dos últimas medidas, eso sí, las tiene que avalar el TSJC. Pero desde el sector de la restauración y desde el ocio nocturno están absolutamente indignados con el Govern porque de entrada, no ha contado con ellos para aplicar estas restricciones que les afectan de pleno, y cuando lo tenían todo preparado y comprado para estas fiestas de navidad, una época clave desde el punto de vista económico.
Y tampoco hay que perder de vista, según nos recuerdan algunos empresarios de estos sectores, que sólo unas horas antes de anunciarse todas estas medidas, se permitió la celebración de una manifestación a favor de la inmersión lingüística, amparada por el gobierno catalán; un concierto de Lluis Llach y también el congreso extraordinario del PSC. Actividades que no estaban prohibidas pero que teniendo en cuenta el avance de la pandemia, que ya conocían las autoridades, según precisan estos empresarios, se podían haber minimizado. O en el caso de la manifestación, nos dicen, se podía haber evitado la presencia de miembros del ejecutivo catalán.

La manifestación de Som Escola

El sábado se celebró la manifestación a favor de la inmersión lingüística, en el centro de Barcelona, que reunió, según los organizadores, a 35.000 personas. Sí, era al aire libre pero no se guardaban las distancias de seguridad y participaron también niños. 
Desde el gobierno catalán se alentó desde un primer momento a participar en la protesta, y de hecho, allí estuvo buena parte del ejecutivo, empezando por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ahora pide «un esfuerzo» a los ciudadanos para frenar el avance del COVID porque es «una cuestión de salud pública» pero el sábado se alegraba de que « lo hemos vuelto a hacer. Hemos vuelto a plantar cara al nacionalismo español más rancio llenando las calles». Mensaje en su cuenta de Twitter que acompañaba con una imagen en la que aparecía él, el consejero de Trabajo y Empresa, Roger Torrent, la consejera de Agricultura, o el de Educación, Josep González Cambray en la manifestación.

El concierto de Lluís Llach

También se celebró el sábado. Tuvo lugar en el Palau Sant Jordi de Barcelona y contó con la asistencia de unas 15.000 personas, según los organizadores. Llach decidió organizar el concierto para impulsar la iniciativa del 'Debate Constituyente', un proceso participativo que puso en marcha en 2018 el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, para definir el futuro político de Cataluña.
De hecho, Torra, que cuando estaba al frente del ejecutivo catalán era defensor a ultranza del «cierre total» durante la pandemia, fue uno de los asistentes al concierto. «Independencia! Lluis Llach al rescate del país», decía.
Pero también hubo otros ilustres políticos independentistas, como la presidenta del Parlament, Laura Borràs, o los políticos condenados por el 'procés' Jordi Turull, Carme Forcadell o el exdirigente de la CUP David Fernández.

El congreso extraordinario del PSC

Se celebró este fin de semana en Barcelona. El domingo, incluso, contó con la participación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Unas 1.500 se dieron cita en este cónclave que aupó a un exministro de Sanidad, Salvador Illa, al frente del Partido Socialista de Cataluña.
Los socialistas aseguran que se tomaron todas las medidas de seguridad necesarias, como controles de temperatura, uso obligatorio de mascarillas FFP2, un registro informático de los asistentes y para acceder a la cafetería se pedía el pasaporte covid. No hubo test de antígenos a los asistentes, a diferencia de lo que pasó en Asturias.
Se da la circunstancia de que la presidenta de Baleares, Francina Armengol, participó en el congreso. Armengol ha dado positivo por COVID, lo que ha obligado a Salvador Illa a estar confinado al ser un contacto estrecho. Estuvieron comiendo el sábado con otros dirigentes socialistas, y aunque por «un breve período de tiempo», aseguran, se quitaron la mascarilla.
Y mientras tanto, desde el sector del ocio nocturno y desde la restauración impugnarán al TSJC las restricciones de la Generalitat.
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