El president de la Generalitat, Pere Aragonès

El president de la Generalitat, Pere AragonèsDavid Zorrakino / Europa Press

Se busca delegado de la Generalitat en Andorra

El elegido tendrá un sueldo de 90.000 euros, más que el presidente del Gobierno

la Generalitat ya ha publicado el concurso público para cubrir el puesto de delegado en Andorra. Al elegido se le hará un contrato laboral de alta dirección y tendrá una retribución bruta anual de 90.008,98 euros, a los que habrá que añadir las indemnizaciones que correspondan en concepto de equiparación del poder adquisitivo y de la calidad de vida, según consta en las bases del concurso. O lo que es lo mismo, el futuro delegado cobrará más que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (que tiene un sueldo de 86.000 euros) o el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, que cobra 71.200.
Sus funciones serán las de «facilitar la representación institucional del gobierno de la Generalitat en Andorra, en «relación a las materias que son competencia de la Generalitat o de interés para Cataluña», también se encargará de «dirigir, supervisar e impulsar la actividad de la Delegación» y «dirigir la coordinación de las oficinales sectoriales del Govern en el exterior que actúen en su área de influencia».
No es el único proceso abierto para escoger delegado de la Generalitat en el exterior. Este es el último, se abrió hace sólo unos días. Desde mediados de junio también están en marcha los procesos para los responsables de las nuevas delegaciones que el gobierno catalán abrirá en África Meridional, Corea del Sur y Japón. Estos delegados también tendrán un sueldo de 90.000 euros. También dentro de la Consejería de Acción Exterior se buscan otros perfiles, como un técnico de gestión de proyectos, administración y finanzas para la delegación en Suiza o un técnico en relaciones institucionales para la de Estados Unidos.
Hay que tener en cuenta que la Generalitat se gasta casi cien millones de euros en política exterior y que este año ha doblado su presupuesto para este cometido. Para este año se han anunciado la apertura de seis nuevas «embajadas», ya están a punto de ponerse en marcha cuatro. Mientras tanto, hay 14 plenamente operativas y de ellas, 12 tienen un titular. Se trata de Gorka Knör (ante la UE), Sergi Marcén López (Reino Unido e Irlanda), Marie Kapretz (Alemania), Isidre Sala Queralt (Estados Unidos), Luca Bellizzi (Italia), Gabriel Boichat (Suiza), Josep Maria Galí (Francia), Eric Hauck (Sureste de Europa), Krystyna Schreiber (Europa Central), Riu Reis (Portugal), Lleïr Daban (México y América Central) y Ahmed Benallal (Túnez). De momento, no tienen responsable la delegación en los Países Nórdicos y Países Bálticos, y la del Cono Sur.
Todos ellos tienen un importante sueldo público (cobran 90.000 euros) pero, sin embargo, sus actividades no están sometidas a control. Ni de las embajadas ni de las oficinas de los expresidentes de la Generalitat. Desde el Govern argumentan que un delegado «no tiene condición de alto cargo y sus funciones se circunscriben a las de confianza de asesoramiento, quedando excluido de su ámbito funcional la representación institucional. Por este motivo, el personal eventual no dispone de lo que la Ley 19/2014 denomina agenda oficial, que se refiere únicamente a los que tienen condición de alto cargo o autoridad». En definitiva, como son cargos de confianza, no tienen la obligación de comparecer en el Parlament, por ejemplo, para rendir cuentas.
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