El padre de un alumno de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar (Barcelona) que recurrió a los tribunales para que su hijo pudiera cursar un 25% de la enseñanza en castellano, Javier Pulido.
El padre de un alumno de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar (Barcelona) que recurrió a los tribunales para que su hijo pudiera cursar un 25% de la enseñanza en castellano ha declarado este lunes ante el juez que investiga el presunto acoso a la familia

Javier Pulido recibió amenazas por denunciar al colegio de su hija en CanetEuropa Press

Entrevista a Javier Pulido, padre acosado por pedir más castellano

El padre de Canet: «La mayoría de la gente en Cataluña es castellanohablante y tiene miedo a decirlo»

Pulido considera que, en cierta manera, los nacionalistas han conseguido su objetivo y muchas familias desisten para reclamar más educación en español

Javier Pulido y su familia vivieron un infierno hace algo más de dos años, cuando se conoció que la justicia le había concedido su petición, que su hija pudiera recibir más educación en español en la escuela Turó del Drac de Canet de Mar (Barcelona). Los acosaron en redes sociales, haciendo llamamientos a señalarles o a aislar a la niña. Para algunos de estos acosadores, la Fiscalía pide dos años de prisión, lo que le parece insuficiente a Pulido. Considera que lo que pretendían los nacionalistas iba más allá de su familia. Querían ponerles como ejemplo para que otras familias desistieran en su intento de pedir más castellano en el colegio. En las elecciones europeas va a concurrir en las listas de Izquierda Española, aunque en un lugar simbólico.
–La jueza ha dictado la apertura de juicio oral para uno de los tuiteros que le acosó a usted y a su familia. Para él, la Fiscalía pide 2 años de cárcel por delitos de odio y contra la integridad moral. ¿Le parece suficiente esto?
–Nos parece insuficiente. Entendemos que el Código Penal establece penas un poquito mayores, y que incluso pueden llegar hasta ser seis años si hay un concurso de delitos Y es lo que estamos pidiendo, seis años. Creemos que no se trata solo de un delito que afecte a nuestra familia, sino que es un delito contra la sociedad en general.
Lo que pretendía esta gente no era solo que nosotros desistiéramos de iniciar un procedimiento judicial, sino que lo hiciera la sociedad y aquellas personas que pudieran solicitar, igual que nosotros, que se respetasen sus derechos lingüísticos. Y esto es muy grave. Y se piden dos años que se quedarían en nada, porque no entraría en prisión. De ahí que consideremos que es muy poco, insuficiente, teniendo en cuenta el bien jurídico a proteger. Es que querían someter a la sociedad con miedo.
–Se ha dictado la apertura de juicio para este tuitero, pero hay otros tres que también están a la espera del juicio. Aunque lo cierto es que fueron muchos los que les señalaron y amenazaron. ¿Por qué solo a estos cuatro?
–Estos son los que consideró la Fiscalía que habían cometido delitos. Nosotros pensamos que hay algunos más. Algunos incluso dijeron cosas más graves que los que están ahí. Dijeron frases y tuvieron conductas más graves, y que estaban dirigidas al conjunto de la sociedad, Y no descartamos que estos casos también se acumulen en este procedimiento o que se abra uno nuevo para estos otros. Lo que nosotros hemos hecho, hasta la fecha, es adherirnos a todo lo que decía el fiscal, excepto ahora, en el momento en que está pidiendo dos años. Nosotros consideramos que lo que pasó fue más grave y por eso estamos pidiendo algo más.

«Han conseguido su objetivo»

–El escrito de la Fiscalía en todos los casos es muy contundente. Se habla de hacer un llamamiento para que la familia viviera un infierno y que sirviera como advertencia. ¿Cómo se sintió con eso en aquel momento?
–Imagínate, ver que la mitad de una sociedad, de un territorio como Cataluña, está pensando que nosotros somos unos nazis, que somos unos terroristas. Se hicieron llamamientos a la gente para apedrear nuestra casa o para hacer bullying a nuestra hija. Eso es peligroso. Y también es triste ver que la gente tiene miedo. Eso se ve en la calle. Te das cuenta de que se acercan a ti y te dan una palmadita, pero cuando nadie les ve.
Entonces acabas pensado que les ha salido bien la jugada, porque realmente sí disuaden a mucha gente para no reclamar sus derechos lingüísticos, o para opinar diferente a ellos. Es lo que pretendían y un poco lo han conseguido. Y eso sí que da rabia. No deberíamos tener menos miedo, y poder plantarles cara ante ese abuso. Y ese es el principal problema, que la gente tiene miedo, tiene miedo de expresarse, de ser incluso como es. La gente en Cataluña es mayoritariamente castellanohablante y tiene miedo a decir eso. Esto es horrible y hay que cambiarlo de alguna manera.
–¿Y ahora cómo está la situación? ¿Ha cambiado algo?
–Es que entonces fue muy duro. Imagínate, si la policía te tiene que escoltar para ir al colegio; si no puedes moverte libremente por tu pueblo, porque el miedo te somete. Tu situación cambia, tu situación vital cambia, y, entonces, muchos se alejan de ti. Pero otros también vienen. Entonces, a partir de ahí, hemos empezado a construir con lo nuevo que hay. Esto pasa en la vida muchas veces, pero la felicidad, al final, es una manera de ser. A veces llueve, te mojas, y ya está. Pero tú no tienes por qué dejar de ser feliz. Hay cosas que puedes cambiar y cosas que no. Así que lo mejor es que uno monte la vida en función de la situación en que se encuentra.

Apoyo del Parlamento Europeo

–En este sentido, hay que destacar el informe, contundente, de la misión de la Unión Europea que analizó la inmersión lingüística en Cataluña, y que pidió a las administraciones que actuaran ante el acoso, literal, que sufren las familias que piden más educación en castellano.
–Fue un alivio, porque por lo menos hay una administración, una, que nos hace caso, ya que no lo hace ni la administración local, ni la autonómica, ni el Gobierno central. Ni este, ni ninguno de los que ha habido hasta ahora nos han apoyado ¿Pues viene bien, no? Y también que haya un cierto reconocimiento, porque así se le muestran las vergüenzas a otros gobiernos, y eso es importante.
–También echó en cara que no se cumplan las sentencias judiciales
–Fue espectacular. Cuando vinieron a Barcelona los eurodiputados se lo intentamos explicar. Ellos no lo lograban comprender, y decían: ¿Pero cómo? ¿Hay una sentencia judicial, y no la cumplen? Lo que les dije es que hicieran algo tan sencillo, como ver las declaraciones públicas que hacían los propios dirigentes políticos. Solo con eso, ya tenéis la prueba. Que no se están cumpliendo está clarísimo, porque no quieren, porque hay un pacto con el Gobierno. Precisamente me sorprende que no se haya dado más importancia, que no haya tenido más recorrido, el momento en que Pere Aragonès dice que ha pactado con el Gobierno, con Pedro Sánchez, y en una entrevista abierta, que no va a cumplir una sentencia judicial. Eso es un delito, y yo no sé por qué nadie no ha denunciado esto, porque es un delito. ¿O si lo dice el presidente de la Generalitat, ya no lo es?
–Ahora se van a celebrar elecciones autonómicas, pero el panorama no parece muy halagüeño, no parece que se puedan cambiar las cosas, al menos en el ámbito lingüístico.
–Precisamente por eso he estado revisando los planteamientos de todos los partidos. Y me gusta lo que defiende Izquierda Española, un nuevo partido que ha surgido. Yo les doy todo mi apoyo y todo mi respaldo. Me pidieron que fuera en las listas de las europeas y les dije que sí, aunque simbólicamente, porque yo no tengo pretensión de ser eurodiputado. Yo soy muy feliz con la vida que tengo y no quiero irme a Bruselas Creo que aquí estamos haciendo bastante, como para irme ahora.
–Pero lo están haciendo los padres y las entidades de la sociedad civil.
–No queda otra. Creo que el único partido que no es identitario, que no se fija a la hora de dar o quitar derechos o deberes, que no se fija en la identidad de las personas, dónde han nacido, es Izquierda Española. Considero que no hay más partidos que no sean identitaristas, y eso es algo malo para la sociedad.
Los socialistas se han abrazado a las tesis y a las formas de hacer de los políticos nacionalistas. Y al PP le gustaría estar en la posición del Partido Socialista y decir: oye, ¿y de mí, qué? ¿No podéis pactar conmigo también? Es lo que pretende, a la mínima, intentar otro Pacto del Majestic. Y luego, los partidos nacionalistas se rigen por criterios de identidad de las personas. También está Vox, que es, al revés, identitarista, pero en el sentido español.
–Pesimismo total, entonces.
–Nos dicen que las elecciones de mayo son muy importantes. Pero es que con estos candidatos, me da igual cualquier cosa. No me los creo.
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