
Varias personas durante una concentración contra el desfile de Louis Vuitton, en Rambla Mercedes, a 23 de mayo de 2024, en Barcelona, Cataluña. Fuente: Europa Press
Economía
¿Cuánto pagó Luis Vuitton al Ayuntamiento de Barcelona por el Park Güell?
La firma de lujo francesa Louis Vuitton desembolsó 573.000 euros al Ayuntamiento de Barcelona
Según información publicada por NacióDigital, la firma de lujo francesa Louis Vuitton desembolsó 573.000 euros al Ayuntamiento de Barcelona por la exclusividad del Park Güell para su desfile de moda realizado en el marco de la Copa América de Vela.
El dato, revelado tras un año de solicitudes amparadas en la ley de transparencia catalana, detalla que la cifra corresponde a diversos conceptos establecidos en un contrato entre la compañía y Barcelona Serveis Municipals. La administración municipal había mantenido esta información bajo reserva alegando una «cláusula de confidencialidad».
La documentación finalmente facilitada establece que el cierre completo del recinto patrimonial se tasó en 150.000 euros diarios, mientras que las afectaciones parciales se valoraron en 25.000 euros por jornada. El uso del aparcamiento como centro logístico supuso un coste adicional de 10.000 euros diarios. A estos importes se sumaron los honorarios del personal municipal implicado, con tarifas que oscilaban entre los 30 euros por hora para coordinadores de seguridad y 15,93 euros para auxiliares.
El evento, que requirió ocupación parcial del parque durante al menos diez días previos a la presentación, provocó la suspensión de visitas turísticas y alteraciones en la movilidad vecinal. Durante los preparativos, se produjo un incidente que dañó parcialmente una estructura protegida, cuya reparación costó 3.552 euros adicionales.
La celebración, que contó con figuras como Ana de Armas o Rafael Nadal entre los asistentes, fue reivindicada por el alcalde Jaume Collboni como un éxito para la proyección internacional de Barcelona. Sin embargo, provocó protestas vecinales bajo el lema «nuestros barrios no son una pasarela», que culminaron con intervenciones policiales.
Este uso excepcional del recinto catalogado como Patrimonio de la Humanidad desde 1984 fue posible gracias a un decreto municipal especial que lo vinculó a la Copa América, considerada «de interés para Barcelona», y a un convenio previo firmado durante el mandato de Ada Colau que comprometía a facilitar infraestructuras municipales para la competición y sus patrocinadores.