Junts no esconde su intención de «aprovechar» la debilidad de Sánchez: «Es un escenario de oportunidades»

A río revuelto, ganancia de pescadores, dice el refranero. Hay incluso una versión en catalán –«si hi ha maror, peix en abundor»– que bien podría estar invocando Carles Puigdemont mientras coge la caña y prepara el cebo. Bajan turbias las aguas del PSOE tras destaparse la trama de corrupción instalada en la cúpula del partido, y los socios de Pedro Sánchez ya se arremangan para sacar tajada.

Y, al menos en el caso de Junts, no lo hacen sólo entre bambalinas, sino a cara descubierta: así lo dejaba patente este fin de semana el secretario general de la formación, Jordi Turull, en declaraciones a la prensa tras la reunión urgente del Consejo Nacional de los postconvergentes. «En Madrid no tenemos amigos. Tenemos intereses», decía, instando a «aprovechar» la crisis en el PSOE y la «debilidad» de Sánchez.

«Para Junts todo el interés se concentra en si esta crisis del PSOE y Sánchez impactará sobre el cumplimiento de los acuerdos de investidura», resumía Turull, a quien su amistad personal con el caído Santos Cerdán –que era el principal interlocutor entre los socialistas y Puigdemont y viajaba una vez al mes a Bélgica o Suiza para reunirse con él– no impide ver las posibilidades que tiene esta situación para los intereses de su formación.

Junts subirá su precio

En concreto, Junts esperan aprovecharse de la intención confesa de Sánchez de no convocar elecciones anticipadas hasta que no tenga otro remedio y de atrincherarse en Moncloa. Para ello necesitará el apoyo de, entre otros, Junts, que ya piensa en cómo subir el precio de sus exigencias: el catalán en la UE, la cesión de las competencias de inmigración y, sobre todo, la aplicación completa de la amnistía a Puigdemont.

De momento ya han pedido una reunión cara a cara entre Sánchez y Puigdemont, una foto a la que el líder socialista venía resistiéndose desde hace meses, pero que tal vez ahora sea el sapo que debe tragar para mantener a los postconvergentes a su lado. «Es un escenario de oportunidades», resumía este lunes en Catalunya Ràdio uno de los ideólogos del procés, David Madí.

Este domingo, Puigdemont reunió a la permanente del partido para analizar el escenario político tras el estallido del caso Cerdán, una reunión que -según señala Europa Press- fue corta, para abordar la situación y tratar de acelerar la citada reunión con Sánchez. Otros dirigentes de la formación mantienen que fue un encuentro de trámite en el que repasaron temas pendientes de la semana.

Esta previsto que Sánchez convoque esta semana reuniones con los portavoces de todos sus socios de investidura. No se ha confirmado cuándo tendrá lugar la reunión con Miriam Nogueras, pero cuando esta llegue, hay pocas dudas de que la portavoz de Puigdemont en Madrid se sentará con una nutrida lista de exigencias.