El líder de Junts, Carles Puigdemont, esta semana en Perpiñán
50 años de la muerte de Franco
Puigdemont tacha la Transición de «mentira»: «Franco lo dejó todo togado y bien togado»
El líder de Junts asegura que, 50 años después, «el franquismo sigue estando allí, como el dinosaurio de Monterroso»
Desde Waterloo y con la cuenta de X siempre a punto, Carles Puigdemont no pierde oportunidad para pontificar digitalmente desde el extranjero sobre los más variados asuntos. Este jueves, ha sido el 50º aniversario del fallecimiento del dictador Francisco Franco lo que ha impulsado al líder de Junts a publicar un largo mensaje en el que acusa a la Transición de ser «una bonita mentira».
En un mensaje en esta red social, Puigdemont recuerda el discurso de Franco en 1969 diciendo que lo dejaba todo «atado y bien atado», pero dice que «últimamente [esto] quiere decir togado y bien togado», en un nuevo ataque a la judicatura que, según viene insistiendo el líder separatista, no le aplica la amnistía por una cuestión de rebeldía.
«Pese a la propaganda de medio siglo hablando de transición modélica, el franquismo sigue estando allí, como el dinosaurio de Monterroso», señala Puigdemont, haciendo una referencia literaria al microcuento más famoso en español. Y sigue: «La mentira más bonita era aquella», en referencia a la transición, que considera «la fantasía de una evolución ejemplar de la dictadura a la democracia» y que también tilda de ser un «engaño», un «farol» y una «farsa».
Para Puigdemont, la Transición no fue un ejercicio de «reconciliación», sino una maniobra «para no alterar los fundamentos del poder español». «Hoy los propagandistas de un lado y otro, todos con sus diarios y tertulias de cabecera, sus premios literarios y sus giras internacionales por los Cervantes de alrededor del mundo, se homenajearán mutuamente explicando que la muerte de Franco en la cama (...) fue una victoria épica de la democracia».
¿Dónde estaba Puigdemont?
Este jueves también se ha publicado un artículo en El Nacional –el digital de cabecera de Junts, tomando la expresión de Puigdemont– que recoge el recuerdo de varios líderes políticos catalanes acerca de dónde estaban el 20 de noviembre de 2025. En aquel entonces Puigdemont tenía 13 años y estudiaba internado en la escuela de Santa Maria del Colell, en Sant Ferriol (Gerona).
«Nos enteramos de la noticia por la megafonía de la escuela», explica Puigdemont en un vídeo grabado para la ocasión. Recuerda que su reacción fue de «gran excitación», porque percibían que el momento «era de gran trascendencia». Se suspendieron las clases y el colegio organizó una misa por el dictador: «Recuerdo intuir un poco una sonrisa bajo la nariz en todo el mundo, incluso en el sacerdote que la oficiaba», señala.