El portavoz de Junts en el Parlament, Salvador Vergés, en una imagen de archivoDavid Zorrakino / Europa Press

Política

Salvador Vergés, el posible sucesor de Puigdemont que rechaza ser español aunque le pagaran «16.000 millones»

El gerundense ha pasado de ser visto como un 'outsider' a entrar en las quinielas para suceder al líder de Junts

Pese a todo, a día de hoy decir Junts sigue siendo decir Carles Puigdemont. El expresidente prófugo es el principal activo de Junts y, al mismo tiempo, su principal rémora electoral en un momento en que el 1-O ha quedado muy atrás y el aliento en la nuca de Sílvia Orriols provoca escalofríos a los postconvergentes.

De ahí que, desde hace ya un tiempo, desde Junts se hayan activado para pensar en qué sucederá después de Puigdemont. Uno de los nombres que suenan para suceder al de Waterloo es el de Salvador Vergés, que la semana pasada fue promocionado a uno de los puestos con más visibilidad en el día a día de la política catalana: el de portavoz del grupo de Junts en el Parlament de Cataluña.

Vergés, de 49 años y nacido en Olot (Gerona), es una figura que gusta a las bases y también al aparato, y que podría conjugar las tensiones entre los conocidos como ‘octubristas’ –aquellos anclados en el referéndum ilegal de 2017 y que ven en la confrontación la única forma de hacer política– y los pragmáticos, que abogan por ocupar cuantas más posiciones de poder mejor.

En este sentido debe leerse, como señalaba El Periódico, una de las frases que dijo al ser designado como portavoz: «Lo daremos todo por la independencia y el buen gobierno», buscando aunar ambas sensibilidades. Como cabeza de lista por Gerona, ha sido el encargado de escuchar a los alcaldes más asustados por el auge de Aliança Catalana, cuyo epicentro está en Ripoll, y de recoger sus demandas.

Enterrado hasta las pantorrillas

Con todo, Vergés también guarda en la hemeroteca varias postales y declaraciones dignas de un sucesor de Puigdemont. Ingeniero de caminos y empresario del sector agroalimentario, muchos le recuerdan por la foto que se sacó para una feria de productos de kilómetro cero, semienterrado en un campo de cultivo.

«¡De la tierra venimos y a la tierra volvemos!», decía en X, entonces Twitter, añadiendo que él mismo cavó el agujero: «No hay Photoshop», celebraba. No es la única imagen friki de Vergés, que también se dejó ver en redes sociales tapándose la cara con una estelada y empuñando una metralleta de plástico.

Más sustantivo, no obstante, es el reguero de declaraciones hispanófobas que ha ido dejando, y con las que ha ido ganando galones entre el independentismo. En la Diada de 2020 aseguró que «aunque nos pagaran 16.000 millones de euros cada año para ser españoles, no querríamos serlo, porque nosotros somos diferentes, no tenemos nada que ver con esa gente», según recogía en su momento El País.

Carles Puigdemont, en una imagen de archivo. A la derecha, Vergés aplaude.Europa Press

Vergés entró como diputado de Junts en el Parlament en 2021, pero el hecho de tener escaño no mitigó sus posturas. Poco después de ser elegido publicó un chiste en el que se veía a España como un ternero chupando de la vaca-Cataluña, y en 2022 criticó el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME) durante los incendios de Lérida, pese a que lo pidió la propia Generalitat.

«Triste de ver que el Estado que nos expolia nos envía un Ejército que no haría falta si pudiéramos permitirnos los medios adecuados», afirmaba en X. En 2023 se refirió a la Policía Nacional y a la Guardia Civil como «terroristas del Estado». Todo un abanico de lindezas que le han llevado a ser portavoz en el hemiciclo catalán y a entrar en el núcleo duro de Puigdemont en plena reorganización de la cúpula del partido.

Con todo, el debate sobre la sucesión de Puigdemont sólo se abre tímidamente, y no se avanzará nada hasta que el líder de Junts no vuelva a España, algo que se prevé para enero o febrero, con el aval final del TJUE a la amnistía. En las quinielas no está solo Vergés, sino también Míriam Nogueras o –en caso de ser amnistiados– Josep Rull y Jordi Turull.