Un tren en la estación de Francia, donde opera Rodalies, en Barcelona, Cataluña
Cataluña
El traspaso de Cercanías que Sánchez pactó con ERC se concretará esta semana pero tardará un año en arrancar
«Queremos hacerlo mejor que Renfe», asegura el comisionado de la Generalitat
Hace dos años, ERC se sumó a la mayoría que aupó a Pedro Sánchez al poder gracias a un acuerdo que contemplaba –entre otras medidas, como la condonación de la deuda– el «traspaso integral» del servicio de Rodalies (Cercanías) a la Generalitat de Cataluña. En febrero de este año se anunció que dicho traspaso se articularía a través de una nueva empresa pública mixta, participada por el Gobierno y la Generalitat, pero en la que esta segunda tendrá más peso.
La constitución de esta empresa, que se llamará Rodalies de Catalunya S.A., se ha ido retrasando, pero parece que ya está encarrilada. Así lo confirmaba hace unos días el comisionado de la Generalitat para el traspaso de Rodalies, Pere Macias: en una entrevista para El Periódico, explicó que hace dos semanas cerró la Estrategia Ferroviaria 2025-2050 y que «a partir de la semana del 8 de diciembre» se constituirá la nueva compañía.
La ley de movilidad sostenible aprobada hace algo menos de un mes puso las bases jurídicas necesarias para crear esta empresa, así como para el traspaso futuro de la línea R1. En suma, una serie de trámites para permitir que esta nueva empresa, que contará con un capital social inicial de 2 millones de euros, esté lista el 1 de enero de 2026.
No obstante, en la citada entrevista Macias recuerda que, a pesar de aprobarse ahora, la nueva empresa tendrá que esperar aproximadamente un año para empezar a funcionar de verdad. Mientras tanto, la compañía deberá superar una serie de trámites, conseguir la licencia ferroviaria a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) y elaborar un Sistema de Gestión de la Seguridad (SGS). «Si no tienes permiso ni sistema de seguridad, no puedes operar», apunta el comisionado.
Todo ello en vistas a que, dentro de unos 12 meses, llegue el «día N» en el que todo el sistema pase a ser de la nueva empresa. Mientras, la Generalitat diseña la estructura de gestión: «Queremos hacerlo mejor que Renfe», asegura Macías, señalando aspectos como los protocolos o el modo de comunicar las incidencias.