La obra 'El juicio de Paris' (1638), de Pedro Pablo Rubens, es una de las 62 obras expuestas en BarcelonaEFE

Arte

Barcelona abraza a Rubens, el genio «todoterreno» con quien el director del Prado se iría de vinos

CaixaForum acoge la muestra ‘Rubens y los artistas barrocos flamencos’, una de las más esperadas de 2025: «Un regalo para la vista, los sentidos y el intelecto»

Pedro Pablo Rubens es un pintor profundamente humano: su obra religiosa está profundamente encarnada y su obra mitológica baja del Olimpo a los dioses y ninfas de los relatos antiguos. Un interés apasionado por el hombre que está en el centro de la esperada exposición Rubens y los artistas barrocos flamencos, que se inaugura este jueves en CaixaForum Barcelona.

«Es una ventana abierta a un universo artístico extraordinario», aseguraba este miércoles la directora de CaixaForum Barcelona, Mireia Domingo, durante la rueda de prensa de presentación de la muestra, que podrá visitarse hasta el 21 de septiembre y que presenta obras de Rubens en diálogo con la de sus contemporáneos, como Anton Van Dyck, Jacques Jordaens o Jan Brueghel el Viejo.

Miguel Falomir, Mireia Domingo y José Juan Pérez Preciado, en la presentación de la exposiciónG. Altarriba

Se trata, además, de la sexta exposición que acoge el CaixaForum de la capital catalana en colaboración con el Museo Nacional del Prado, una colaboración de la que Domingo se siente «muy orgullosa». Junto a ella –y frente al espectacular Juicio de Paris, joya de la corona de la muestra– se sentaba el director de la pinacoteca madrileña, Miguel Falomir, para quien la pintura de Rubens es «un regalo para la vista, los sentidos y el intelecto».

De vinos con Rubens

Rubens, que vivió entre 1577 y 1640, es una figura clave en el Barroco flamenco, además de una «personalidad extraordinaria», según Falomir: «Fue un pintor capaz de satisfacer al público, a los coleccionistas y a los más poderosos sin traicionarse nunca», ha asegurado, recordando que siempre que le preguntan con qué artista de la historia le gustaría ir a tomar unos vinos, su respuesta inmediata es Rubens.

¿Por qué? Por su «bonhomía y la alegría de vivir» que transmite su obra, dice. «Fue una persona muy feliz –asegura–, extraordinariamente exitosa, se casó dos veces por amor, quiso y fue amado, era muy culto, coleccionaba arte, tenía un palacio…», ha enumerado el historiador del arte, incidiendo en que todo ello refleja «una forma de estar en la vida y en la profesión».

Falomir ha recordado que Rubens, un «todoterreno del arte», fue súbdito del Rey de España, que entonces era Felipe IV, y ha remarcado su influencia en la historia de nuestro arte. «Si Velázquez no hubiera conocido a Rubens, no sería el Velazquez que conocemos», ha dicho.

​Del taller al palacio

La exposición arranca con una recreación de un taller de artista que «evoca» a aquel en el que pudo haber trabajado Rubens, según ha señalado el comisario de la muestra, el técnico de Conservación del Prado del área de pintura flamenca, José Juan Pérez. Pinceles en tarros, cuadros a medio terminar y un autorretrato del propio Rubens en el que se retrata «ennoblecido, porque ponía sus pinceles al servicio de su señor», señala el comisario.

Recreación de un taller flamenco como el que pudo emplear Rubens, en CaixaForumG. Altarriba

«Era un artista perfectamente conocedor de su propia condición», apunta Pérez, que celebra el profundo conocimiento que Rubens tenía de la tradición clásica, pero a su vez la libertad con la que la reinterpretaba, llegando a corregir dibujos de maestros antiguos. En la exposición hay un caso de esto: una Última Cena de Maarten van Heemskerck sobra la cual Rubens realizó modificaciones en tinta.

De ahí, la muestra continúa explorando la relación entre Rubens y sus coetáneos en ámbitos como la pintura religiosa –marcada por las necesidades plásticas de la Contrarreforma–, las escenas mitológicas, el vínculo con el poder o las naturalezas muertas. «A lo largo de la exposición hemos querido destacar temas específicamente flamencos, como las galerías de artistas, las guirnaldas florales o los conciertos de pájaros», señala el comisario.

Domingo destacaba también que 15 de las obras, incluyendo el Juicio de Paris, han sido restauradas para la ocasión, y que la Fundación La Caixa publicará un reportaje mostrando cómo fue la instalación de esta pieza.